Capítulo XLVII

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— Infiel— dijo Esteban mientras miraba a Edgar

— ¿Y ahora por qué?— pregunto Edgar confundido

— Tuviste un hijo con Aaron, pero no conmigo, y eso que yo te quiero bonito— dijo de manera dramática Esteban

— ...— ante aquella queja nadie sabía que decir

— No tienes derecho a reclamar, tu tuviste un hijo con Jamal— regreso el reclamo Edgar

— Eso es diferente— aseguro Esteban

— ¿Por qué?— pregunto Edgar

— Porque se llama tamalito— contesto Esteban

— ... No diré nada con respecto a eso—  dijo Edgar después de unos segundos de silencio

— Suena bien tierno—  comento Manuel

— ¿Verdad que sí?— dijo orgulloso Esteban

— Pues el mío se llama Luhan— dijo Edgar

— Pero tamalito suena más tierno— aseguro Esteban

— Eso si— apoyo Sebastián

— Chale, ya no se cuenta con el apoyo— se quejo Edgar— Bueno, ¿como se llaman los suyos?— pregunto

— El mío LanZhan— respondió Manuel

— Suena bonito— dijo Edgar

— Si— apoyo Esteban

— ... Lanchita— dijo Sebastián después de un rato

— Eso— dijo Manuel

— Y el tuyo, ¿como se llama?— preguntaron a Daihi

— No se, tal vez Cristian— respondió

— ¿Y el tuyo?— preguntaron a Sebastián

— Loann— respondió después de un rato de pensar

— Suena bien— comento Edgar

— ¿Por qué ese nombre?— pregunto Manuel

— No se, me gusta como se escribe— respondió Sebastián

— A bueno— respondió Esteban

— Por cierto, Esteban— lo llamo Manuel y el mencionado lo volteo a ver— ¿Y tu hijo?— pregunto al no verlo

— ...— esa fue una exelente pregunta— Mi hijo, ¿dónde lo deje?— se pregunto Esteban algo exaltado, pues apresar de que lo había mencionado no se había percatado del hecho de que no lo tenía

— Aquí está— dijo Jamal entrando a la sala con una bolsa en una mano y en la otra "tamalito"

— Tamalito— dijo Esteban mientras se acercaba a Jamal

— Traje algunos dulces si quieren— informo Jamal, y justo como lo dijo Esteban ignoro a su "hijo" y tomo la bolsa para revisar que traía

— El padre del años— dijeron los chicos que ya se encontraban en la sala

— ¿Y los demás?— pregunto Edgar al ver que solo había llegado Jamal

— Los empeñe— contesto Jamal

— ¿Qué?— preguntaron todos con algo de gracia

— Bueno no, nos salió un perro y los comenzó a corretear, no sé dónde estarán— contesto Jamal mientras se sentaba a lado de Esteban

— ¿Y tú que haces aquí?— pregunto Edgar

— Como cuando salió los demás corrieron el perro se fue tras ellos y a mi me ignoro— explico Jamal

Eight beating heartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora