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Rub: vamos anda Ro, venga solo será un rato – negué por octava vez y Rubí se cruzó de brazo -
Roc: ¿tú te imaginas que llegué la policía y nos agarre? Mónica no estará toda la vida para salvarme, ya me lo advirtió - Rubí rodo los ojos -
Rub: no pasará nada malo, te lo prometo – puso cara de niño regañado y me golpeé mentalmente-
Roc: esta bien, vamos ¡UN RATO RUBÍ DE LOS ANGELES MILLER JACKSON! – Rubí puso una cara de disgusto por el nombre completo, sin embargo, saltaba de la emoción - voy a bañarme para irnos
Rub: te espero aquí, llamaré a Tom para que venga por nosotras – asentí y caminé hasta el baño, entré y al verme al espejo con la pijama suspiré -
Roc: sólo será un rato nada más - me quité los lentes de leer y luego me quité la pijama para entrar a la regadera, ya que no quería usar la tina -

Treinta minutos más tarde estaba lista, usando unos jeans rasgados por los muslos, pero ajustado a mis caderas y moldeando mi trasero, una camisa blanca con cuello uve, una chamarra negra, me puse los lentes de contacto para así no llevar mis típicos lentes, me hice una coleta alta, me maquille suave haciendo resaltar mis ojos azules, me puse mis típicas botas negras para estos momentos y ya estaba lista.

Roc: ¡Lista! – dije saliendo del baño colocándome unos pequeños zarcillos -
Rub: ¡Oh Dios Rocío! – la miró sin entender - estás preciosa, juro que si fuera lesbiana yo también me acuesto contigo – nos reímos - lo juro, por favor con razón todas quieren estar contigo - negué -
Roc: corrijo, todas quieren acostarse conmigo porque soy ROCÍO FUENTES la hija del magnate, así que bueno lo siento, pero de que fueras lesbiana yo no me acostaría contigo – me reí y se quejó - ¡vámonos! Pero – Rubí paró el caminar - dile a Tom que me voy en la moto – rubí abrió los ojos como platos -
Rub: ya lo llamo – saco su celular y yo caminé hasta mi nana -
Roc: nana me voy
Dol: ¿Hija para dónde?
Roc: nana Dolores saldré con Rubí a una pequeña fiesta, me llevo la moto - le di un beso en la frente y salí corriendo para no escuchar sus regaños, sé que ella no le gusta que este en moto -
Rub: ya le avisé, me dijo que entonces nos vemos allá - asentí y caminé hasta el garaje para buscar mi moto - La extrañaba tanto – sonreí - Jamás amaré una moto como está - asentí -
Roc: es mi favorita, mi bella Harley Davidson - me subí en ella y suspiré al escucharla otra vez -

Hace meses que no me montaba en ella, ya que por culpa de una carrera de motos que decidió Santiago Ortiz llegó la policía y cuando agarraron a Santiago yo decidí quedarme con él, dos cosas pasaron en ese arresto, la primera conocí la lealtad de mi ahora amigo Santiago Ortiz y dos, mi hermana Mónica me regañó tres días seguidos haciéndole jurar que no agarraría otra vez la moto, tonta yo que no me aguanté.

Rub: ¡Uhhh! – Gritaba rubí mientras íbamos camino a ese lugar clandestino y yo sonreí, mi loca pelirroja amaba estos momentos -
Roc: ¡llegamos! – grité unos cuarenta minutos después para quitarme el casco junto con la pelirroja -

Saludamos a los chicos y nos fuimos junto con Tom, Daniel, Karl, Cinthya, Aarón y Jones por unos tragos, la noche se veía tranquila, una hora después llegaron Santiago y sus amigos, así que todos estábamos bebiendo, hablando de todo y Cinthya como siempre pegada a mí, como si eso hiciera que no estuviera con otra, creyera yo que ella me es fiel, rodé los ojos cuando escuché esa voz que tanto detesto. Scott Johnson un “enemigo" eterno.

Scott: pero miren quien vino – sonrió e hice una mueca - pero si es la señorita Fuentes - rodé los ojos y los chicos se levantaron -
Roc: tranquilos – les hice una seña para que se sentaran - ¿Qué deseas Johnson? – se ríe y quisiera partirle la cara -
Scott: ¿una carrera?
Roc: ¿Qué gano?
Scott: ya tienes a mi chica ¿quieres más? – miré a Cinthya quién no le daba la cara a Scott -
Roc: es justo una carrera ¡Vamos!

Toda la gente empezó a gritar eufórica mientras Cinthya me pedía que no lo hiciera, le di un par de besos y se tranquilizó, le pedí a Rubí y a Tom que cualquier cosa Tom se llevará mi moto, pero que por nada la pierdan, Rubí estaba asustada se le notaba, sin embargo, no hice caso y fui hasta mi moto, la gente se amontonaban y una chica con una diminuta ropa llegó para darle pie a la carrera, miré a Scott quién me miraba con odio y sonreí, para luego ver a la chica quién daba luz verde para comenzar la carrera.

Ella, mi salvación... Yo, su perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora