San: Lo siento Rocío – estaba en shock –
Ro: ¿Sentir que? No entiendo ¿Qué pasa con mis padres Sandra?
San: Murieron en el accidente que hubo rumbo a Europa – me quedé paralizada y un segundo después lloraba mientras gritaba –
Ro: No, no Sandra, esto no puede ser real Sandra no – grité y me desperté –Sudaba y estaba llorando de verdad, mi celular empezó a sonar retumbando las paredes de mi cuarto y me dio miedo, mis padres hace horas que habían volado a Europa y después de esa pesadilla no quería contestar, vi “número desconocido” y me sentí confundida.
Llamada entrante
Ro: ¿Sí? ¿Quién habla? – sólo se oía una respiración calmada y cuando pensaba colgar habló y me quedé paralizada –
X: Hola Rocío – ¿estaba dormida o es real? –
Ro: ¿Julieth Ponce? – se ríe, maldición su risa me idiotiza –
Jul: La misma, ¿te desperté? – miré la hora son las 2:20 de la madrugada, que raro –
Ro: No, tuve una pesadilla y me desperté minutos antes que llamarás – suspira aliviada – ¿está todo bien? – otra vez silencio total –
Jul: ¿Podrías venir? Sé que Blanca se fue hace horas, pasó por aquí para despedirse y pensé que podías venir, mi padre no se negará en traerte – me rio porque recuerdo que Juan Ponce sí, ya supe su apellido, él ya no esta –
Ro: En cuarenta minutos estoy allá – nos despedimos y colgué –Finalizada llamada
Me levanté y me cepille los dientes en lo que canta un gallo, agarré mi chamarra, cuando vi ya iba en mi carro camino a aquel orfanato donde la conocí y donde he tenido mis mejores sonrisas junto a los niños, pero también gracias a esos ojos cafés que no salen de mi mente, mañana trabajo y ahorita voy camino a ver a aquella mujer que con solo una llamada ya me tiene a sus pies. Al llegar le escribo a aquel número del cual me llamó y me apoyé en la puerta del copiloto a esperar a que saliera, y mientras estaba pensando oí la reja principal y volteé a verla, solo una vez la vi sin el hábito y esta era la segunda vez, repito Julieth Ponce me tiene a sus pies como quiera, tenía un mono gris, un suéter con capucha gris y el cabello lo tenía recogido, sonreí al sólo verla cruzar aquella puerta.
Jul: Hola – susurra y sonreí, mientras metía mis manos en los bolsillos de mi chamarra –
Ro: Hola Julieth – sonríe y suspiro –
Jul: disculpa que te hice venir yo, es que – se quedó mirando a la nada en silencio y me di el trabajo de admirarla aunque sea por segundos –
Ro: eres tan hermosa – ¿lo dije o lo pensé? Me pego mentalmente, sí, lo dije –
Jul: – se ríe y vuelvo a repetir, ella es una diosa – gracias pero creo que no te has visto en un espejo – la miro sin entender – tú eres realmente hermosa – suspira y yo parpadeo rápidamente para saber que este momento es real – ¿quieres caminar? Aunque si se entera la madre Victoria me mataría – asiento –
Ro: ¿Hasta que hora tienes chance? – ella mira el reloj que tiene en su muñeca –
Jul: Hasta las 5:00 de la mañana que se despierta la madre superiora – asiento y le abro la puerta del copiloto –
Ro: ¿vamos madre? – me mira sonriente y asiente para luego montarse en el carro –Cruzo el carro y me monto en el asiento del piloto, le sonrío y le pido que si quiere ponga la radio, lo cual en cuestión de segundo lo hace, y recordé una frase que una vez escuché de algún adulto que decía “en la vida debemos saber elegir nuestro copiloto ya que es quien pone la música” era cierto, y ella era mi mejor copiloto.
Unos minutos más tarde llegamos a un mirador que es mi lugar favorito en el mundo, nunca he traído a nadie, ni siquiera a la mismísima Rubí que tiene años a mi lado y aquí estoy con ella, con la que me quita el sueño, viendo la gran ciudad de Chicago desde el mirador, hablamos de banalidades, trivialidades y unas que otras cosas personales.
Ro: ¿Y por qué si tu vida con los Ponce era tan perfecta decidiste ser monja? – respiró hondo y cerró los ojos posiblemente para sentir la naturaleza en sus pulmones –
Jul: No quería saber más nada del amor aquel entonces… - se quedó en silencio por unos segundos - yo tenía un novio al que amaba muchísimo, incluso fue mi primera vez, y me había pedido que en un futuro nos casáramos – su voz se empezó a quebrar - una noche salí con mis amigas y él estaba en esa discoteca con otra – suspiró y su mirada se perdió en la nada – esa noche lloré como nunca antes había llorado, esa noche lo decidí – me quedé pensando cada palabra y como un imbécil puede hacerle tanto daño a ella –
Ro: Que imbécil ese tipo – asintió - yo… - volteo a verla y ella me esta mirando intensamente –
Jul: ¿Tú?
Ro: - suspiro pesadamente – yo jamás podría traicionar a alguien como tú, jamás podría defraudar tu amor, ¿Qué tipo de idiota puede hacer eso? más a ti, por favor jamás – nos quedamos en silencio unos minutos –Julieth me miraba más no emitía ninguna palabra y cuando el silencio me empezaba a estresar ella me abrazó fuertemente, duramos unos minutos así hasta que miramos al cielo y el amanecer empezaba a asomarse, no entiendo cuando pasó tan rápido las horas, nos levantamos de los banquitos donde estábamos y como cuando vinimos le abrí la puerta del copiloto y ella subió, le di la vuelta al carro y me subí en el piloto para arrancar he ir al orfanato, esta vez no hubo música, si no dos personas con la mente en algún lugar menos en ese carro.
Ro: Hemos llegado – Julieth se sobresaltó –
Jul: Yo… - miró hacia el orfanato – gracias Rocío y otra vez gracias por venir a verme cuando te lo pedí – voltea para verme –
Ro: - sonreí de lado – las veces que tú quieras o no estés bien llámame, yo estaré allí – sonríe y suspiré volteo la mirada al volante –
Jul: Lo tendré presente – me dio un beso en la mejilla y cerré los ojos simultáneamente –Y cuando oí la puerta ser cerrada fue que abrí los ojos y solté todo el aire que al parecer llevaba retenido y no sabía desde que momento, sonreí mientras acariciaba mi mejilla y prendí el carro para irme a casa, iba feliz y todo por ella, por favor, no me puede estar pasando esto.
Ro: Me enamoré de Julieth Ponce – suspiré y apagué el motor –
Salí del carro y caminé lentamente hasta la casa, para encontrarme en la entrada a mi nana Dolores quién me miraba con cara de pocos amigos y sonreí porque me acordé cuando era una adolescente y me escapaba, cosa que a ella no le gustaba y me regañaba, le di un beso en la cabeza y entré a casa, quería dormir y soñar con ella, con todo lo que pasó, no podía ser real, entré a mi cuarto y me quité la chamarra, me di cuenta que nunca me cambié la pijama y me reí. El celular me saco de mis pensamientos y caminé hasta la chamarra para ver quien era. Sí, era ella.
Jul: “Espero puedas descansar y otra vez gracias Rocío por todo, incluso aquellas palabras en el mirador, espero nos volvamos a ver otro día, que tengas un buen día. Adiós”
Ro: “Ya te dije Julieth cuando quieras allí voy a estar, gracias a ti por tenerme en cuenta y espero nos podamos escapar otro día, dormiré un rato. Hasta otro día Julieth" – bloquee el celular y me acosté a dormir, a las 7:40 de la mañana debía estar en el bufete y ya sabía que iba a ir con ojeras, pero lo repetiría mil veces más –
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Ella, mi salvación... Yo, su perdición
RomanceRocío fuentes, una chica de 23 años, su vida aunque aparenta ser perfecta, con padres perfectos, hermana perfecta... En fin, una familia perfecta, esta muy lejos de serlo, sin embargo no tiene ningún problema con que el mundo si lo piense. Hija del...