Desde aquel encuentro el señor Juancho, mi chófer está incluso más feliz, me contó que Julieth volvió a ver a su familia, eso me hizo tan feliz en cierto modo. Hoy voy camino al orfanato junto a mi madre que al parecer se molestó en invitarme, es raro, yo ya no estoy castigada, pero igual no dudé en aceptar.
Juan: ya llegamos señora – volteó para avisar y asentimos –
Ro: gracias Juancho, si quieres espera aquí y le digo a Julieth para que la saludes – le guiño un ojo y bajo aunque mi madre ya esta adentro –
Jul: que gusto verte de nuevo – sonríe y mis pulsaciones se aceleran, seguro debo parecer una idiota sonriendo –
Ro: tu padre esta afuera por si quieres saludarlo – sus ojos se iluminaron y sonreí satisfecha de verla así –Me despedí de Julieth y caminé hasta donde estaba mi madre quien saludaba a la madre Catherine y quien también saludé cordialmente, un rato más tarde me fui con los niños, por lo que escuché una familia se llevó al pequeño David, me alegré tanto, igual pedí datos para estar pendiente de él, cuando cumpliera años y algunos que otros momentos que la familia me dejará verlo.
En cuanto a Louis estaba triste los primeros días pero poco a poco se le pasó, fue lo que me contó la madre Jordana, Isabella igual estuvo como Louis pero se le paso más rápido. Ahora estoy jugando con ellos, y me siento complementada con la sonrisa de cada uno de estos niños que no han corrido la suerte de tener una familia.
Jul: ¿segura nunca has querido ser madre? – negué y me volteé a verla, sí, es mi salvación este Ángel –
Ro: no, jamás, ni con mis primitos me llevo bien, pero con ellos sí – señalé a los niños y nos reímos, se acercó para sentarse a mi lado –
Jul: te verías muy hermosa como madre – volteé a verla y juro haber visto el cielo en su mirada –
Ro: - me rio nerviosa – cuando lo sea te aviso, si no me gusta te regalo el bebé – explotó en risa y me hipnotizo –
Bla: hija vámonos, tu padre me llamó que debía estar urgentemente en casa – miré a mi madre y me daba mala espina esa llamada –
Jul: hasta luego Rocío – sonríe y no dejo de mirarla hasta que carraspea –
Ro: hasta luego Julieth – le doy un beso en la mejilla y duro los segundos suficientes para que su perfume inunde mis fosas nasales – hasta otro día, quizá de casualidad o que venga con mi madre – asintió y me guiño un ojo –Salí de aquel lugar junto a mi madre, pero al menos yo me sentía en las nubes, hasta que entré en el carro y mi madre me avisó que algo había pasado con mi padre y por eso debíamos llegar rápido a la casa, mi corazón no dejaba de latir como un potro, me daba tanto miedo que a mi padre le pasará algo, sin embargo cuando llegamos todo se veía en orden, el asunto es que mi padre y mi madre debían irse un tiempo a Europa, sí, quise ahorcar a Blanca por asustarme así, pero cuando llegué a mi cuarto la imagen de Julieth volvió a mí y no pude sacarla ni de mis sueños.
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Ella, mi salvación... Yo, su perdición
RomanceRocío fuentes, una chica de 23 años, su vida aunque aparenta ser perfecta, con padres perfectos, hermana perfecta... En fin, una familia perfecta, esta muy lejos de serlo, sin embargo no tiene ningún problema con que el mundo si lo piense. Hija del...