19.

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P.O.V JULIETH

Después de aquella noche no la volví a ver, ese beso en la mejilla, sí, admito que necesitaba hacerlo, no sé que tiene Rocío ni tampoco lo que causa en mí, pero tenerla cerca me hace feliz, explicarle y disculparme por lo de la fiesta de gala me hizo sentir más liberada, y ella me entendió aunque le mentí, no fue que me sentí mal porqué algo me cayó mal, ese algo era ella Rocío, me da miedo todo esto porque yo le sirvo a nuestro señor y aparte que yo recuerde solo una vez sentí esto, por ese imbécil, perdóname señor pero es la verdad.

Flashback

Esta noche voy a salir con mis amigas, después de tantos exámenes, es necesario una noche de chicas, Julieta, Mayra, Sofía y yo vamos a la disco, mi novio no ha aparecido en todo el día y me preocupa pero ya me había comprometido con las chicas.

Al llegar a la disco todo era una locura, las luces, el espacio oscuro, la barra full, la gente bailando, las parejas casi que teniendo sexo pegados a la pared, en la pista la gente bailaba como loca, Sofía fue por unos tragos y las chicas y yo fuimos por una mesa, al encontrar una, nos sentamos a esperar a Sofía cuando venía con los tragos, Mayra le hizo señas y vino hacia nosotras sonriente.

Sof: ¡llegó Padrón! – mi mejor amigo precioso –
Pad: amigaaaaas – todas nos levantamos a saludarlo –

La noche apenas comenzaba y estaba feliz de estar con mis amigas, pero tenía un palpito que no me dejaba tranquila, y ese palpito lo vi en la pista con una chica cabello largo, piernas largas, bien vestida, ese palpito era mi novio que estaba con otra, quería llorar y Padrón me abrazó fuerte pero no podía estar más allí, así que salí corriendo a pesar que las chicas me pegaban gritos, al llegar a mi casa lloré y lloré hasta quedarme dormida, al otro día tomé la mayor decisión de mi vida.

Jul: Familia – todos voltearon a verme - me iré a un convento – todo se paralizó cuando di aquella noticia

Final flashback

Cath: vamos por un café – miré mi reloj –
Jul: ¿a está hora? – asintió sonriente –
Son: vamos Jul, iremos Kenya, Cath, Victoria, tú y yo – suspiré –
Jul: bueno vamos – Sonya brincaba emocionada y Cath enredó su brazo en el mío –

Nos montamos en el carro de Victoria y fuimos a la cafetería favorita de Victoria, a pesar de vivir en el orfanato encerradas, desde que Victoria es madre superiora, una vez al mes salimos de éste lugar y vamos a algún café o pizzería, sólo que como la madre superiora ella elige quienes van y quienes se quedan con los niños. Gracias al Señor yo siempre me quedo, pero hoy estoy aquí con las chicas, llegamos y pedimos un café cada una, hablamos de variedades de cosas, nos reímos, y cuando se nos hizo casi las 8 de la tarde decidimos pagar para irnos.

Cath: miren es la señorita Fuentes, vamos a saludarla
Son: no se ve de buen ánimos – dice suavemente –
Jul: vamos chicas – digo finalmente –

Todas nos acercamos a saludarla pero una marca en su cuello no me dejó acercarme a saludarla, sentía rabia, claro que reconocía ese tipo de marcas, era un chupetón, venía de tener sexo, y por algún tipo de razón eso me molestaba muchísimo, por favor Julieth ¿en serio te vas a molestar? Ni que fueran algo, tampoco es para tanto ¿no verdad? Dios me va a volver loca esta rabia, respiré hondo, en ningún momento escuché la conversación hasta que se estaban despidiendo y me acerqué, pero mi rabia pudo más que mi discreción así que le hablé de aquella marca y su rostro se empalideció, y salió corriendo. Y entonces mi buen ánimo se había esfumado, ¿Qué me sucede Dios? ¿Qué es esto que me pasa con esa muchacha?, suspiré y fui detrás de las chicas para regresar al orfanato, donde estaba una Jordana vuelta loca, nos reímos y la ayudamos con los niños, a las 10 de la noche todos estaban ya dormidos.

Fuimos al cafetín y cenamos todas, pero mi mente no dejaba de repetir aquel chupetón en la castaña, basta Julieth Ponce no sigas en ese cuento. Después de cenar cada una se fue a su habitación, al estar ya en la mía, me duché y después de ponerme mi pijama, recé, recé para entender, para pedirle perdón a nuestro padre y para que me ayude a solucionar esto, que no entiendo, después de rezar me acosté y al tocar la almohada me quedé dormida.

Ella, mi salvación... Yo, su perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora