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P.O.V JULIETH

Debía hablar con Victoria sobre mi decisión, pero esperaré el momento, estoy realmente feliz después de la noche que pasé con Rocío porque sé que todo cambio en mí, yo jamás me sentí atraída por ninguna mujer pero desde que vi aquella castaña todo cambio, hasta mi forma de sentir. Estaba camino al cafetín cuando llegó Jordana con un ramo de flores avisando que son para mí, busqué si había una tarjetica, efectivamente tenía una que me hizo sonreír al leerla.

“Nunca antes creí que el amor existiera hasta que te vi a ti, nunca antes creí en un Dios hasta que te conocí a ti, ahora creo en el amor y pongo en duda que si exista Dios y todo gracias a ti, jamás olvidaré la noche de anoche que viví a tu lado.      Con amor R.♡”

Mi sonrisa se ensancho al leer aquella nota, mi corazón se me quería salir de la emoción, Jordana me preguntaba quién era pero necesitaba guardar ese secreto por ahora, era necesario e importante por el bien de mis votos. Salimos del cafetín hablando y yo salí con mi ramo de flores en mano, cuando una voz me paralizó e hizo sonreír, aunque intenté esconderlo.

Ro: Linda mañana para ambas – volteamos hacia Rocío -
Jor: Buenos días señorita Rocío
Ro: Llámeme sólo Rocío madre Jordana – Jor asintió -
Jor: Así será Rocío – le sonrió y Rocío volteó a verme -
Ro: Lindo ramo de flores madre Julieth - asentí -
Jor: Algún admirador secreto se lo mandó – Rocío asintió -
Ro: Le gusta mucho a ese admirador secreto para enviarle girasoles - asentí -
Jul: Seguro que sí – sonreí mientras mantenía la mirada fija en Rocío -
Ro: Vine a buscarla madre Julieth porque necesito que me ayude en algo - asentí - ¿me acompaña?
Jul: Vale vamos, llévala a ponerla en aguas Jordana por favor, luego las busco - Jor asintió y caminé con Rocío -

Caminamos todo el tercer piso y subimos hacia el cuarto piso cuando en el pasillo principal de ese piso me acorraló en la pared y sonreía, mis pulsaciones se aceleraron y mi corazón estaba a puntico de darle un ataque cardíaco, más me gustaba esta Rocío.

Jul: Rocío estamos en el piso de la oficina de la madre superiora – ella sonreía -
Ro: Me encanta más lo prohibido y la adrenalina – susurró en mi oído -

Y pasó su mano derecha por mi nuca y me atrapó en un beso suave, mis manos se aferraban a su espalda, su lengua pidió acceso a mi boca y sin pensarlo se la di, el beso se torno más intenso, incluso pensé en irnos a mi habitación pero la voz de Blanca y Victoria hizo que nos separáramos, por segundos nos miramos y sonreímos, me limpió la boca y nos alejamos como si nada paso.

Bla: Chicas están aquí - alzamos la mirada -
Ro: Sí madre íbamos por Louis – Victoria nos miró desconfiada -
Vic: Que raro porque Louis a esta hora debe estar en el jardín con Isabella y los niños - yo bajé la mirada y Rocío asentía -
Ro: Te dije que seguro no estaban por aquí - la miré sorpresiva, se supone que yo se más de este lugar -
Bla: Hija es hora de irnos que debo ir al club – volteó hacia Victoria - nos vemos madre superiora y estamos pendientes con los próximos regalos
Vic: Perfecto señora Blanca – ambas sonreían -

Rocío me miró por última vez y sonreímos, mientras Blanca se despidió cordial y Victoria me miraba intentando descifrar mi mirada más yo ni parpadeaba, salí de aquel ambiente que me desenfocaba, fui a hacer los trabajos que me tocaban hoy.  Ya a las 7:00 de la noche había terminado, estaba en mi habitación a punto de darme una ducha cuando me llegó un mensaje de Rocío avisando que vendría por mí a media noche sonreí embobada, miré hacia el crucifijo y le pedí mucho perdón a Dios, dejé el celular bloqueado en la cama y entré al baño a ducharme.


Efectivamente a las 12:00 de la medianoche Rocío pasó otra vez por mí y fuimos al mirador donde pasamos la noche hablando de nosotras, riéndonos, echando malos chistes y amando a la vida.

Llegamos a un punto que sólo pensamos que estamos estables pero no, a veces llega alguien y te das cuenta que no todo es como pensamos, que una sonrisa nos hace débiles, un par de ojos azules como el mismísimo cielo te hace subir en las nubes y que un beso te hace soñar otra vez, así es el amor cuando aparece en nuestras vidas.

A Las 4:30 de la madrugada Rocío me dejó en el orfanato donde me robó un par de besos y suspiré como una joven enamorada por primera vez, sí, estoy enamorada de Rocío y eso me hacía sentir diferente, feliz, en las nubes, amada, única, simplemente espectacular, al llegar a mi habitación toqué la almohada y me quedé dormida hasta las 7:10 de la mañana que volvía a mi rutina otra vez.

Ella, mi salvación... Yo, su perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora