Capítulo- 48

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Mikaela.

Los momentos los creamos nosotros, con nuestras acciones, con nuestras palabras y sobre todo con nuestros sentimientos. No hay que esperar a que algo grande suceda en nuestra vida pada dar el primer paso y saltar hacia la  meta sin que te importe el pasado, sin que te importe lo que alguna vez fuiste, porque las cosas buenas no sólo llegarán a tu vida por arte de magia, no todo lo que esté ahí para tí significa que siempre lo estará.

Por eso tenemos que romper los inmensos muros que no hacen más que aprisionarnos, los mismos con los que alguna vez nos sentimos protegidos, bloqueando todo el ruido, todo el dolor y todo el sentimiento, aquel muro que invisiblemente forjamos a nuestro alrededor como defensa de todo aquello que alguna vez nos hizo daño. El mismo que impedía el paso de todo aquello que se acercaba, porque el miedo a volver a pasar lo mismo y sufrir es constante.

Pero no todo tiene que ser de esa manera, aunque tardé en reconocerlo me he dado cuenta de que no todas las personas son seres despreciables y repugnantes. No todos son basura detestable y apestosa, no todos sólo te usan y te desechan haciéndote sentir como si fueses tú fueras la basura y no ellos, no todos son seres desleales y orgullosos, buscando la atención de todos sin importar el daño que consiga hacerle a otros.

No todo es así.

Existen personas amables y amigables, que te escuchan cuando te necesitan, permaneciendo en silencio demostrando que está contigo con sólo envolverte en sus fríos y cálidos brazos. Esos que se ganan tu confianza a pesar de lo mucho que intentes alejarlo, personas que se alegran por cosas tan simples como un roce o una cálida conversación. Aquél que luce despreocupado,t onto y sinvergüenza, pero que también puede ser serio e inteligente.

Así como un par de acaramelados que de sólo escuchar sus apodos cursis te dan ganas de vomitar, pero igual están ahí cuando lo necesites. Sonriendo y emocionandoce más que nada por tus logros, incluso más emocióndos que tú.

Así como hay personas que su amistad no vale nada, existen otros que lo darían todo por permanecer a tu lado, y si algún día las encuentras más vale que no la dejes ir, porque en este inmenso mundo podrido, lleno de corrupción e impurezas son pocas las personas así que existen.

Por eso, gracias a ellos me dí cuenta que no todo es negro y sin color, así que dejaré mis miedos atrás, alzaré mi vista al frente y seré libre. Mi carga no desaparecerá derrepente y todo será perfecto, pero ahora mi carga será más ligera.

"Mamá... espero que dónde sea que estés, estés bien. Siempre te querré y llevaré en mi corazón, tú siempre fuiste mi talón de aquíles y mi gravedad, la que siempre estuvo conmigo desde un inicio. No sabes cuando te extraño y me duele que ya no estés aquí, y me arrepiento de que antes de tu partida no responder un "Igual te amo" pero ahora y de manera definitiva... te dejaré ir, porque seguiré adelante por ti, por mí y por todas las personas que son importantes para mí."

Al abrir mis ojos se conectan con los de Asher y una chispa se esconden en ellos, como si quisiera decir un montón de cosas y con sólo una mirada consigue transmitirlo. Luego de mi repentino acto y besarle en la mejilla, él en un rápido moviendo juntó nuestros labios.

Ahora se lleva a cabo una discusión sobre compartir el mismo fondo de pantalla de la foto que cierto par nos tomó compartiendo el beso, la cual terminé perdiendo por alitas de pollo, y no me arrepiento.

—¡Sí!—terminan exclamando, luego de mi afirmación.

Una sonrisa torcida surca mis labios. Nunca imaginé llegar hasta aquí, superar mis miedos de a poco, tener amigos increíbles y ahora una pareja que se ha convertido en lo más importante para mí.

𝑺𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂, ¿𝑚𝒖̀𝒏 𝒎𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒓𝒊̀𝒂𝒔?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora