Por un momento todo se vuelve negro quedando sumergida en la oscuridad y mis sentidos se apagan ligeramente, mi cuerpo se balancea hacia delante perdiendo el equilibrio, reacciono a una alta velocidad impulsando uno de mis pies a que se mueva e impida perder el equilibrio y caer. Abro mis ojos, Miller me odserva de manera fija y atenta, le echo un vistazo rápido a donde me encuentro, una pequeña tienda de comida vamos bien, pero ¿qué carajos hace Miller aquí? ¿por qué habiendo tantos desconocidos en el mundo tuve que encontrarme con alguien que conosco en un día lluvioso?
—Oye Mikaela—alcé mi vista para mirarlo—¿que sucede? de pronto cerraste los ojos y te balanceste pensé que te ibas a desmayar.
Fui consciente de que estaba sujetando mi brazo,mi mirada se centró en su agarre y de ahí no se movió.
—Metro y medio ¿estás escuchandome?
—quita.
—¿Qué?
—Quita tu mano de mi Miller—espeté en un tono molesto.
Soltó su agarre de mí y retrocedió un paso.
—lo siento, no era mi intensión incomodarte es sólo que... ven.
Tomó mi mano nuevamente halando de mi, pero desice su agarre de inmediato con brusquedad.
—Deja de jalarme cada vez que quieras, no somos amigos Miller y eso no cambiará.
—¡Deja de decir eso!—salté un poco por la sorpresa de su tono molesto—¿siquiera vez en el estado en el que te encuentras?—giró quedando frente a mí, su rostro no mostraba burla, ni enojo tan sólo estaba serio una seriedad que no había visto en el poco tiempo que lo conosco—estás empapada por la lluvia, tan fría como si hubieses salido de un refrigerador, tu piel está pálida, tus labios empiezan a adoptar una tonalidad un tanto morada por el frío y estan agrietados, hace un momento estuviste a punto de desmayarte por que no soy tonto ¿cuánto tiempo estuviste bajo la lluvia Mikaela?
Sus palabras me recordaron a mi mamá e incluso por un momento creí verla en él ¿por qué las personas somos seres tan débiles? Aún no puedo dejar de pensar en ella y aunque trate de mantenerme fuerte siento que en cualquier momento haré eruccion como un volcán. Las personas nos empeñamos en recordar todos aquellos recuerdos que marcaron nuestra vida por muy minúsculos lleguen ser logra desatar un mar de emociones, ya sea para hacerte sentir bien o mal.
—Mikaela te he dicho que no dejes ropa tirada en el piso—ahora lo hago mamá incluso más veces de la necesaria.
—Mikaela deja de faltarle el respeto a tu hermano—aunque aún sigo faltandole al respeto,pero he reducido a gran manera los insultos de mi parte madre.
—Mikaela no derrames jugo en el piso por prestar atención a la televisión—ahora ni siquiera veo televisión.
Sin ti nada ea igual, todo se ha desintegrado eras ese ser que ponía todo en su lugar y brindaba felicidad a los demás aún si fiera a costa tuya. Te extraño madre.
—Te he dicho que no lo sé.
—¿Al menos sabes a que hora saliste de tu casa?
—Tampoco lo sé.
—Eres una gran irresponsable Mikaela, tienes diecisiete años y en unos meses cumplirás los dieciocho no eres una niña que se escapa de su casa por cualquier cosa sin saber las consecuencias de sus actos y menos si hay una lluvia de muerte fuera—llevó su mano hasta el puente de nariz masajeando esa parte mientras me daba una mirada cargada de seriedad.
Es cierto estuvo mal lo que hice, lo confirmo sintiéndome peor al odservar mi dispositivo y encontrar trenta llamadas perdidas, cabe destacar que vente fueron de Adrien y las demás divididas entre la abuela y mi papá.

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𝑺𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂, ¿𝑨𝒖̀𝒏 𝒎𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒓𝒊̀𝒂𝒔?
Não Ficção𝑬𝒍 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒐́ 𝒂 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂 𝒎𝒂́𝒔 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒂, 𝒋𝒖𝒔𝒕𝒐 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒑𝒖𝒏𝒕𝒐 𝒎𝒂́𝒔 𝒃𝒂𝒋𝒐. 𝒀 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂 𝒕𝒂𝒎𝒃𝒊𝒆̀𝒏 𝒔𝒆 𝒇𝒖𝒆. 𝑬𝒔 𝒂𝒒𝒖𝒊́ 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒐 𝒚𝒐...