Mi mente es un caos total, se niega a trabajar quedándoce estancada. Algo como esto no debería de estar sucediendo. Aún permanezco de pié, mis puños antes apretados ahora aprietan con más fuerza. No entiendo como algo sumamente imposible puede ocurrir cuando menos lo esperas.
Estos días he estado muy feliz, divirtiéndome y he empezado a abrirme hacia otras personas. Incluso aunque no lo he mencionado mi relación con papá está mejorando de a poco. Mis estudios van de lo mejor y pronto podré graduarme para después ir a la universidad, he hecho amigos por los que sí vale la pena darlo todo, e incluso después de empeñarme en cerrar mi corazón hacia otra persona, he encontrado a alguien que lo hace latir con fuerza, una persona por la cual he desarrollado sentimientos. Todo ha estado de lo mejor.
Sin embargo, justo ahora aquí, todo se está descomponiendo dentro de mí. Ha pasado un año y medio desde que no he visto, ni sabido nada de él, pero ahora a tan sólo de que me gire a comprobarlo, está aquí.
¿Cómo es posible?
—Oye—le escucho decir, sin duda alguna es su voz. Se escucha rasposa y rara, como si le costara mencionar las palabras—Mikaela, ¿qué demonios te pasa? Te estoy hablando, contestame cuando te hablo. Odio que me hagan esperar autoritario, así es como suena.
Luego de pensar y armarme de valor me giro confirmándo lo que me negaba a creer. Alzo la vista y le miro a los ojos, luce demacrado. Un gran rastro de barba lo cubre, su cabello está desaliñado. Sus ojos estan caídos y debajo lo ocupan unas gran notorias ojeras, es como si no hubiese dormido en días porque algo lo estuviese atormentado. Insomnio. Labios partidos y cabellos desaliñados. Desesperación.
—Tony—murmuro apretando mis dientes con fuerza, el desprecio baña mis palabras. Pero ante todo mantengo la compostura.
Su mirada es arrogante y sinvergüenza.
Nunca pensé que volvería a ver a uno de los principales causantes de mis lamentos, porque asocié todo lo que viví con ellos hasta la muerte de mamá. Y como no hacerlo si por ellos empezó todo, en cierta forma fue el detonante de todo. Debido a ellos dejé de creer en las personas, me encerré a mi misma en inmensos y fuertes muros que resultasen imposible derribar, y así fue. Fueron los causantes de mis peores días en la secundaria, sus burlas y traición. Y ahora está aquí, frente de mí sin una pizca de remordimiento.
Mi reacción no es más que permanecer mirándole en silencio, y es que no se como reaccionar en un momento como este y el hecho de estar rodeados de personas de todas las edades sólo logra dificultar las cosas. Porque de no ser así no tendría que pensar el hecho de molerlo a golpes, además estoy con los chicos y Asher... no quiero causarles problemas a las personas que ahora me importan y con los que después de tanto esfuerzo he logrado empatar.
—Sí, soy yo. El chico de tus sueños está frente a tus ojos Mikaela—maldición, me aguanto las ganas de vomitarle en la cara. Odservo a mi alrededor tratando de encontrar a Asher con la mirada, pero no está por ninguna parte—desapareciste derrepente sin siquiera despedirte o decir algo, eres cruel al hacerme eso incluso a mí, creí que era la persona que amabas—noto como hace un gesto de tristeza, odviamente fingida. Despreciable.
No puedo creer que esto esté sucediendo, enserio. Ya no me puede importar menos el hecho de que alguien así haya formado parte de mi vida pasada, lo que me molesta es que haya desarrollado sentimientos por alguien tan repugnante como Tony, hasta el punto de haberme emocionado al estar cerca de él. Ahora lo único que logra causarme es desagrado. Es decir se ve que es un estúpido sin cerebro a simple vista. ¡Mierda, pero en que pensaba!
—Agradecería que actuaras como si nunca nos hubiéramos conocido—hablo calmadamente alejándome de él. Mi vos fría y cortante.
No quiero siquiera respirar el mismo aire que él, desearía que inhale un asteroide por aire y se muera el muy desgraciado.
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𝑺𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂, ¿𝑨𝒖̀𝒏 𝒎𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒓𝒊̀𝒂𝒔?
No Ficción𝑬𝒍 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒐́ 𝒂 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂 𝒎𝒂́𝒔 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒂, 𝒋𝒖𝒔𝒕𝒐 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒑𝒖𝒏𝒕𝒐 𝒎𝒂́𝒔 𝒃𝒂𝒋𝒐. 𝒀 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂 𝒕𝒂𝒎𝒃𝒊𝒆̀𝒏 𝒔𝒆 𝒇𝒖𝒆. 𝑬𝒔 𝒂𝒒𝒖𝒊́ 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒐 𝒚𝒐...