Capítulo-12

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                   "A pesar de que siempre terminamos aceptando todo sin opinión alguna, al final, en el fondo,muy en lo  profundo hubiésemos querido que todo hubiese sido de una forma diferente,en el fondo queríamos y teníamos la esperanza de que las cosas fuesen como teníamos planeado,que todo fuera como queríamos."

 
—¡Mikaela ven a desayunar!—la abuela me llama con su tan característico grito de buenos días. Mi estómago no está rugiendo por comida por lo que no veo la necesidad de comer ahora, así que decido hacer caso omiso a sus palabras y quedarme encerrada en la habitación escuchando música como se ha vuelto una costumbre.

Me siento segura y sé que nada podrá quitarme esta tranquilidad,pero todo se disipa tan pronto como llega cuando alguien abre la ventana de una manera brusca ocasionando un horrendo chirrido por parte de ésta y que los rayos del sol se cuelen hasta llegar a mi cara. Rápidamente tomo la sábana de la cama y la llevo a mi cara para evitar la luz.

"Está aquí "

De pronto un peso es sobre mí retirando la sábana que cubría mi rostro logrando que mire a quien está encima de mí.

—¿Qué demonios?—es lo primero que digo inmediatamente la odservo y que queda pequeño para definir ésta situación.

—¿te asusté pequeña?—dice mi abuela con un disfraz de "It" sí, ese payaso malévolo de la película y lo peor es que la abuela trata de imitar su sonrisa y lo hace fatal,al intentar imitarla termina recibiendo una mueca en su lugar.

—Bajarte—demando.

—Es imposible que no te hayas asustado antes hubieses incluso llorado—menciona la abuela a la vez que hace lo que le pido y  baja de encima de mi,la verdad es que su peso no es para nada ligero—debo decir que has cambiado a gran manera pequeña—  baja su rostro y mira sus pies de una manera que pareciera ¿triste? No lo sé—ya no eres la misma pequeña dulce,sonriente y asustadiza que creí conocer—un suspiro escapa de su boca para luego mirarme—¡bueno,vamos a desayunar!—encerio, sus repentinos cambios de humor son una tortuta para mi cerebro— por cierto ¿por qué has puesto todo eso ahí?—murmura señalando la puerta, la cual se encuentra bloqueada por un sillón, un pequeño escritorio, el seguro colocado y aún así consiguió entrar.

"La proxima vez tengo que sellar tambien las ventanas"

—¿encerio preguntas?—contesto alzando levemente una de mis cejas y entrecerrando mis ojos en su dirección.

—está bien,date prisa y ven a desayunar si no tendré que volver hacia ti—esto último lo dice con una voz aguda y según ella poniendo una cara terrorífica, que para nada me da miedo.

—Como sea—me limito a decir rodando los ojos disimuladamente, ella asiente y abandona la habitación por donde mismo se introdujo, pensé en el hecho de decirle que hay una puerta, pero conociéndola sólo lo ignoré y dejé que se fuera.
Me volví a tirar en la cama por unos segundos más, pasaría todo el día así, pero "alguien" no me dejaría en paz en lo adsoluto, sí adivinaron es It digo la abuela.

Habían pasado dos años desde que todo pasó, los que una vez  creí mis amigos en realidad nunca lo fueron, dos años desde que la ralación que tanto anele con el chico que me gustaba se dio y terminó en un desastre,dos años desde que todo se volvió oscuro,aprendí que nada es lo que parece y vivir con eso, sobre todo dos años desde que una parte de mí se desvaneció y se marchó con ella,dos años desde la muerte de mi madre.
Luego de que ella se fuera nada fue igual, un agudo e inquietante silencio se instaló en toda la casa que se volvió tan despejada desde su partida. Papá estaba devastado todo en él era "no" hacia mi persona;no me miraba, no me hablaba ni siquiera se sentaba a comer en la misma mesa en la que yo lo hacía,por lo que llegué a la conclusión que me estaba evitando.

𝑺𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂, ¿𝑨𝒖̀𝒏 𝒎𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒓𝒊̀𝒂𝒔?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora