Capítulo- 41

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—Tienes un lindo abdomen—el café salió expulsado por mi boca y nariz de la impresión. Mis pulmones presionan por aire al quedar atragantada como una loca por sus palabras. Asher conduce con cuidado en la carretera, con una de sus manos sostienen el volante del auto conduciendo, mientras la otra descansa en la ventanilla. Su rrostro se ve iluminado por los caídos y delicados ratos del sol, su cabello cambiando de tonalidad al igual que sus ojos. Su fuertes brazos se dejan mostrar al conducir con sólo una camisa de mangas cortas con rayas azules y blancas, no posee un cuerpo de los mejores, pero debo admitir que su estructura es muy buena.

Trago grueso sitiendome un poco incómoda.

Estamos en un auto, conduciendo en la carretera a un lugar que queda a dos horas de aquí y lo peor solo nosotros dos. Después de terminar de cambiarme me arrastraron hasta el auto con Asher, incluso Matias. No se detuvieron a pensar en que su nieta e hija iba a viajar con un chico a solas, y quien sabe que pueda suceder, al contrario se molestaron preparar hasta mi equipaje. Un chico el cual dice ser mi pareja y ellos lo aceptan.

Me acomodo en el asiento de copiloto y me inclino hasta tomar una servilleta del pequeño cajón para guardar cosas del auto y procedo a limpiar mi blusa teñida de café, sin duda esto dejará mancha. Trato de pasar por alto su comentario y no ponerme más nerviosa.

—¿Tan sorprendente es que diga eso?—noto como Asher me odserva de reojo por el espejo retrovisor y sonríe pícaramente—pero enserio tienes un lindo abdomen. Se puede ver suave y delicado, pero a la vez bien marcados, creo que incluso tienes cuadros, ¿me dejas ver de nuevo?

Mi respiración comenzó a avanzar más rápido, enserio este chico es tan extrañamente odioso.

—Bastardo pervertido—gruño ejerciendo presión en mis dientes.

Asher giró su rostro hacia mi y sacó su lengua con diversión.

—Sabes, contigo soy tan diferente de manera natural, me sale sin siquiera intentarlo. Cada sonrisa, cada broma, cada mínimo roce, todo fluye de una manera única y natural a tu alrededor—su rostro había perdido la diversión, siendo ahora un de completa seriedad—desde que has estado aquí todo se ve tan explícitamente brillante, un brillo que no es abrumador, si no acojedor y reconfortante.

Un sentimiento cálido me invade conforme habla y no puedo apartar la mirada de su rostro, escuchando con atención cada palabra que sale de su boca.

—Bueno, resultaste no ser tan desagradable como pensaba al menos ya es algo.

La luz de un semáforo cambio a roja y Asher detuvo el auto, a pesar de que en la calle no transita ni un sólo auto al ser una calle desolada, aún así sigue las reglas de conducir.

Aprovechando que nos habíamos detenido Asher se liberó del cinturón de seguridad y se inclina hasta mi despacio, me veo obligada a retroceder hasta chocar con la ventanilla y quedarme sin espacio. Sus ojos me odservan con intensidad y siento como me siento tan pequeña ante él. Siento como mi temperatura aumenta en el presiso momento que sostiene mi mano, entrelazandola con la suya y se acerca más.Su aliento empieza a sentirse en mi rosto, hasta que nuestras respiraciones se vuelven una.

Entonces me besa.

Todo a mi alrededor parece irrelevante, comenzando a desvanecerce hasta sólo ver la imagen de su rosto. Sus ojos cerrados, sus manos alcanzan mis mejillas y se quedan ahí, dejando pequeñas y agradables caricias. Sus labios estampados con los míos, poseen una textura suave y el roce es delicado, como si fuera algo frágil que no quisiera romper o hacerle daño. Dejo mis párpados caer con fuerza hasta cerrarlos y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello acercándonos más acariciando su cabello, acto que siempre he querido a hacer. Él parece tomar mi movimiento como una buena señal, ya que lo próximo que siento es como su lengua pide permiso para acceder a mi boca y lo permito.

𝑺𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂, ¿𝑨𝒖̀𝒏 𝒎𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒓𝒊̀𝒂𝒔?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora