CapĂ­tulo- 21

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Por el momento he podido manejar esto de manera sencilla. Comer helados en una tienda de comida con dos chicos de mi edad no era algo difícil, sólo tendríamos que sentarnos por un momento y disfrutar del refrigerio hasta terminar...o eso pensé. Sabiendo que cierto chicos no son para nada comunes. Su comportamiento, acciones e incluso manera de expresarse son extrañas. Debí suponer que con ellos al lado todo por muy diminuto que sea, se convertiría en algo desastroso.

Estamos en la misma tienda de comida donde días antes había terminado entrando por casualidad luego de ser empapada por la fuerte lluvia. La estructura de la pequeña tienda está bien elaborada. Diversos pasillos divididos por sectores. En el derecho están los embutidos. Izquierdo las meriendas. El de en medio las bebidas dentro de una inmenso y alargado refrigerador. En el pasillo siguiente a esté se encuentran las comidas intantáneas. Y así sucesivamente con todos los demás. Al llegar quien nos atendió fue un señor de mediana edad, por lo que asumí que a Asher no le tocaba trabajar hoy.

—Hey Mikaela ¿por qué no nos cuentas algo sobre ti?—habló August, un leve sonrojo recorría toda su cara a causa de el alcohol que ahora corría por sus venas. Una botella de licor yacía entre sus manos sosteniendola con gran fuerza y por mucho que Asher y yo tratamos de despojarlo de ella no conseguimos lograrlo. Es increíble cuanta fuerza de voluntad puede desarrollar una persona bajo los efectos del alcohol—eres taaan callada y reservada—dijo arastrando las palabras con notoria dificultad en su pronunciación—-Sólo te gusta insultar y golpear...incluso me duele la cabeza por tus golpes—murmura para sí mismo frotando su cabeza. Su estado era peor que el de un niño indefenso. Las palabras que dicen no tienen sentido ni un orden específico, sólo suelta lo primero que le llegue a su mente—pero le pareces una buena personas a Asher desde hace tiempo, por lo que también desperté cierta curiosidad en ti. Así que...

Asher se apresuró a posicionar la palma de su mano sobre August silenciando cualquier palabra que quisiese salir de su boca. Ambos se balancearon de un lado a otro casi perdiendo el equilibrio, pero consiguieron mantenerse de pie. Augus forcejeo con tal de conseguir liberarse, siendo el alcohol poseedor de su cuerpo, claramente no logro conseguirlo.

—No le hagas caso, Gust es así desde que una pequeña cantidad de alcohol es introducido por su boca. Y por su baja resistencia al alcohol comienza a divagar cosas sin sentido que ni siquiera biene al caso.

Su maño permanece en el mismo lugar sin ninguna aparente intensión de moverla. Sus ojos destellan preocupación y temor a las vez.

—No es como si lo hiciera aún estando sobrio—contesté neutral. Sus opiniones no son relevantes para mí y lo demuestro cada momento que puedo.

El señor de mediana edad que se encontraba detrás de la barra se acerca al ver el estado de August. Lo tomó alzandolo del asiento y lo sacudió por los hombros. Sin embargo termina resultando inútil, ya que este había caído en un sueño muerto. Uno de esos sueños que caracteriza a alguien bajo los desastrosos efectos de el alcohol. Sabría diferenciarlo porque varias veces Adrien llegó tarde a casa de esa manera y tuve que cubrirlo mientras el disfrutaba de su pleno sueño.

—Esta larva de nuevo—dijo el señor suspirando con cansancio. Es esperado y razonable, tres jóvenes invadiendo su lugar de trabajo para sólo causarle problemas—sabe perfectamente que tiene baja resistencia para el alcohol y aún así lo consume. Y tú—se giró dirigiéndose a Asher señalándolo de forma acusatoria—¿por qué no lo detuviste?

Asher en respuesta se encogió de hombros restandole importancia. La seriedad recorriendo su rostro como si fuera algo normal esto. La situación sólo lograba producirme cólera y sentirme extraña.

—ah...—dejé escapar en un susurro cerrando mis ojos por un momento para a continuación abrirlos—lo mejor será que lo llevemos a descansar a su casa, prepararle algo para que se le pase los residuos de el alcohol y las consecuencias no sean tan graves el día de mañana.

đ‘ș𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂, Âżđ‘šđ’–Ì€đ’ 𝒎𝒆 đ’’đ’–đ’†đ’“đ’“đ’ŠÌ€đ’‚đ’”?Donde viven las historias. DescĂșbrelo ahora