Capítulo- 40

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Asher nos había avisado que todo el personal estaban planeando un viaje de vacaciones para toda la secundaria. Sería como un campamento para todos los alumnos, donde todos se relacionarian los unos con los otros y crecer como compañeros. Poder relajarse y liberar toda la tensión, estrés y ansiedad provocadas por el agotamiento. No es de esperar que algo como esto suceda, es normal que las instituciones planeen cosas como estas a finales del año con los estudiantes. Y como él lo avisó, los maestros dieron la noticia al concluir las clases.

Todos los estudiantes se alegraron por el hecho de que tendrían unas vacaciones casi perfectas acompañados por sus amigos de clase. Al parecer no era la primera vez que lo hacían, ya que todos estaban muy entusiasmados por ello y comentaban una que otras anécdotas relacionadas, o lo que estaban planeado hacer. Como conocer nuevas chicas o lanzarse de un precipicio con sólo una cuerda que sostenga su cuerpo con tal de divertirse. La juventud da miedo.

La idea no era del todo desagradable, sin embargo tendría que pagar un porcentaje para poder ir. No es que no pueda odtener el dinero, de hecho con sólo un mensaje a Adrien y el dinero aparecería por arte de magia en mi cuenta e incluso más de lo que pido como es costumbre de él. "Para que te compres algo nuevo" es su excusa al momento de preguntarle por el dinero extra. Pero no quiero molestarlo por algo como esto.

—¡Mikaela!—una voz chillona se escucha en todo el entorno. Una chica pelivioleta corre en mi dirección a toda velocidad. Sus piernas largas se mueven con la torpeza característica de ella sonriendo con amplitud. Mueve sus manos en alto de un lado a otro a modo de saludo—¡Mika!

Se detiene a mi lado con la respiración agotada. Un pequeño rastro de sudor empieza a cubrir su frente.

—Aila ¿qué estás haciendo aquí? Deberías de estar en tu escuela.

—Bueno es sólo que querías darte esto—alza su mano en forma de puño hasta mi cara, por la sorpresa retrocedo—es algo muy preciado para mí, y me gustaría que lo usaras.

Atontada en mi lugar permanezco. Nunca he visitado su escuela, pero ha de quedar algo retirada de aquí ya que nunca he visto otro centro por aquí cerca. Además es hora de clases, nadie puede abandonar la escuela y menos una chica es peligroso. Para eso están los guardias escolares, ¿cómo demonios pudo haber salido?

Lo que me hace llegar a una conclusión:

—¿Ye escapaste de la escuela?—alcanzo su hombros y lo sostengo con firmeza—hay un montón de peligros que pueden aparecer en tu transcurso hasta aquí. Que te hayas escapado no es nada bueno, una chica como tú no debería hacer cosas como esas. Pueden haber matones, mafiosos, pedofilos. Te imaginas si una red de tráfico de órganos te hubiera encontrado, una chica joven, linda y en buen estado. Pero lo linda no le hubiese importado porque lo único que extraerian de ti serían tus órganos. Tal vez despierta y sin ningún tipo de anestesia.

Me detuve al percatarme que empezaba a temblar ligeramente.

—Mika, empiezas a asustarme. Sólo quería que usaras este collar que ha formado parte de mi vida desde mi niñez—su puño se abrió de repente, saliendo de él un collar con una medalla de una media luna negra. Es linda —porque eres una persona especial. No imaginé que ninguna de esas cosas pudiera suceder. Extraer mis órganos... —susurró con temor mordiendo mejilla interna—de sólo imaginarlo me aterra. Entenderé si no quieres tomarlo.

Comentó con tono triste bajando sus manos desanimada.

Creo que tal vez me haya exedido un poco con ella al decirle todas esas cosas desagradables, pero al menos ya no volverá a hacer algo como esto y quedará libre de cualquier peligre que aseche en las calles. Antes de que su mano baje por completo, la tomo y aclaro mi garganta.

𝑺𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂, ¿𝑨𝒖̀𝒏 𝒎𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒓𝒊̀𝒂𝒔?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora