46. De la haine à l'amour

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¡Gracias por el apoyo y por todo el amor y la paciencia! Dejo otro capi largo para que no me esperen demasiado tiempo XD.

¡Amo cada uno de sus comentarios!

Mia ♥

"Pero los tigres vienen por la noche con sus voces suaves como un trueno Mientras destrozan tu esperanza Mientras convierten tu sueño en vergüenza"

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"Pero los tigres vienen por la noche
con sus voces suaves como un trueno
Mientras destrozan tu esperanza
Mientras convierten tu sueño en vergüenza"

J'avais rêvé d'une autre vie - Les Misérables (comedia musical)

"Mientras exista, a consecuencia de las leyes y de las costumbres, una condena social que cree artificialmente infiernos en plena civilización, y enturbie con una fatalidad humana el destino, que es divino; mientras no se resuelvan los tres problemas del siglo: la degradación del hombre en el proletariado, la decadencia de la mujer por el hambre, la atrofia del niño por las tinieblas; mientras en ciertas regiones sea posible la asfixia social; en otros términos, y desde un punto de vista aún mayor, mientras haya ignorancia y miseria sobre la tierra, los libros de igual naturaleza que éste podrán no ser inútiles."

Victor Hugo, Hauteville-House, 1 de enero, 1862


Algunos años atrás...

<<Un Camus adolescente caminaba por una Paris ligeramente lluviosa y veraniega, acompañado de su también entonces adolescente hermana menor.

—¿Sabes cuánto tiempo te ha tomado prepararte esta vez? —preguntó el santo de Acuario con un fingido gesto de fastidio.

—Lo siento, lo sé, lo sé. —replicó ella divertida, buscando en su bolso las entradas que rezaban: "Roméo et Juliette, de la haine à l'amour"*. —No volverá a suceder.

—Cuarenta y cinco minutos, Marianne. No cinco, no diez; cuarenta y cinco. Aquí está tu regalo, por cierto. Siento haberme perdido tu cumpleaños, de verdad lo siento.

Estiró la mano para entregarle el libro usado y viejo, con un gesto de duda y algo de vergüenza. No le diría que no tenía dinero y que donde vivía no había forma de acceder a ningún tipo de comodidades. Se limitó a evitar su mirada en silencio.

—¿"Las Flores del Mal"?* Eres un ángel, Camus. —sonrió ella, feliz. Ojeó rápidamente la dedicatoria de un tal Pierre que la confundió ligeramente.

El francés asintió, pero no, estaba lejos de sentirse un ángel o cualquier entidad benévola de cualquier cosmología religiosa.

—¿Quién es Pierre?

—Ah, no lo sé, supongo que el hombre a quien... le robé el libro. —confesó impulsivamente. Su hermana no lo miró, seguía observando las hojas con curiosidad. —Lo siento... yo... no olvidé tu cumpleaños, Mimi, solo... no tengo recursos para darte nada mejor. ¿Estás... molesta?

Memorias del SantuarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora