HOUSE OF CARDS | Draco Malfoy ✓

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TW Menciones de violación y asesinato.

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CAPÍTULO QUINCE

Penelope siguió a Draco hacia su oficina separada, sin un alma siguiéndola mientras los demás permanecían sentados en la encimera de la cocina.

A pesar de la grosería, se puso las mangas mientras lo perseguía tímidamente.

Con él al frente, no pudo evitar estudiar su postura. La forma en que se comportó, le dio confianza y un pequeño impulso a su equilibrio.

Un contoneo de lado a lado que la haría sentir débil en las rodillas si él estuviera sonriendo. Dios, esa sonrisa.

La atmósfera se llenó de anticipación. Su curiosidad se desbocó. Las preguntas eran abrumadoras y la perplejidad solo se sumaba a la ecuación.

Pasó de matemáticas simples a trigonometría.

Algo estaba mal.

Cada cabello en la parte de atrás de su cuello se enderezó, se le puso la piel de gallina y su respiración se volvió inestable.

Ahora no era el momento para un ataque de pánico Penny.

—Draco, ¿está todo bien?—Preguntó ella, cerrando silenciosamente la puerta de su habitación detrás de ella.

Una repentina ráfaga de humo y un almizcle ardiente golpearon la parte posterior de su garganta. La habitación se parecía a la biblioteca.

Las paredes oscuras, absortas en libros de aspecto antiguo y también un olor a polvo persistía, calentado por las velas encendidas que flotaban.

Grandes candelabros cristalinos acompañaban el centro de la habitación, brillando y reluciendo sus muchos tonos de arco iris donde la luz golpeaba.

Le recordó a una bola de discoteca. Al menos se confirmó que eran diamantes reales colgando arriba.

Suspirando profundamente, Draco se pellizcó la nariz y se volvió hacia Penny. Haciendo caso omiso de su pregunta, se acercó a ella y estudió su rostro, buscando algo de lo que ella no debería saber nada.

—¿Estás bien? ¿Estás herida en absoluto? ¿No hay dolor en ninguna parte?—Preguntó él desesperadamente. Sus preguntas urgentes hicieron crecer una profunda preocupación en su pecho.

¿Por qué preguntaba esto de repente? ¿Qué podía haber sido tan malo para que incluso los más malos de los malos se hubieran preocupado hasta enfermar?

No era de los que se preocupaban por la seguridad de los demás a menos que eso lo afectara a sí mismo o a Scorpius. Entonces, ¿por qué ella sería la misma?

Ni siquiera Blaise recibió ese nivel de tratamiento. O por lo que ella sabía de todos modos.

Sacudiendo la cabeza rápidamente, resopló,—Estoy bien, Draco, ¿qué está pasando?

Con la esperanza de que esta vez escuchara sus preguntas, su paciencia se estaba agotando.

Le tomó unos segundos vacilantes a Draco encontrar su voz,—Descubrí quién irrumpió en tu apartamento.

¿De eso se trataba?

Se humedeció los labios secos, se sentó sobre los chirridos de su silla y se subió las gafas.—¿Te acuerdas de un hombre llamado Adrian?

Recordando sus pensamientos, tomó asiento frente a su escritorio de caoba, sus tonos intensamente atornillados sobre ella.

—¿Pucey?—Ella confirmó, haciéndolo asentir.—Brevemente, sólo lo conocí una vez en...