HOUSE OF CARDS | Draco Malfoy ✓

sixteen

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CAPÍTULO DIECISÉIS

Penélope pasó la tarde mundana en medio de su propia habitación, distraída por los muchos libros que atesoraba de la biblioteca.

Cada literatura con la esperanza de aliviar el estrés de su vida actual había resultado fallar. No podía concentrarse en ningún libro.

Fue como el peor caso de procrastinación.

Apenas capaz de pasar una página, no estaba segura de si era porque su mente estaba corriendo o simplemente porque no podía disfrutar de los malditos libros.

Una hora después de que Draco la dejara nerviosa, sus palpitaciones se volvieron amargas y su frustración vaciló un poco.

A pesar de la frustración, mantuvo las manos quietas ese día. Porque de una forma u otra, Draco la tendría.

Penny ya lo había cabreado y era solo de mañana. Ni siquiera podía empezar a pensar en una idea de cómo podría tomar represalias si descubría que ella también se complacía.

Era demasiado posesivo así.

Además, todavía estaba esperando recibir noticias de Rymelle.

Sin letras.

Ni uno.

Le dolía profundamente que su amiga cercana hubiera dejado de tener casi todo contacto con ella.

Ahora que estaba casada; no la sorprendería si estuviera embarazada y llevara el estilo de vida deslumbrante de gatsby.

Algo con lo que Penny ya no podía identificarse.

Ella estaba acostumbrada a ensuciarse un poco y a vivir en los barrios bajos en los extremos más profundos del pobreismo hoy en día.

Mientras caminaba por los pasillos Malfoy, se permitió expandir su caja torácica.

El grupo de libros que planeaba devolver en la biblioteca, se encontró sorprendentemente con un rostro familiar cuando entró por las puertas de entrada.

—¿Chambord?—Una voz profunda y espesa se curvó, pero no era la que ella deseaba que no fuera. Agradecidamente.

Theo estaba sentado en el sofá con un libro en su regazo, leyendo aburrido y tomó cada gramo de energía que había almacenado para ocultar su sonrojo.

Oh, Theo, si supieras lo que Draco me hizo en ese sofá.

—¿Todo bien?—Continuó, frunciendo el ceño mientras ella luchaba por responder.

Hubo un silencio incómodo.

Todo lo que Penny quería hacer era devolver los libros en silencio; esperando encontrar otro sin ser víctima de un ataque de risa.

Había olvidado por completo que la morena rizada residía en los pasillos reservados, como Draco le había informado unas horas antes.

Lanzándole una rápida sonrisa y asentimiento, ella giró sus talones y caminó hacia los estantes.

—Espléndido.—Ella eligió responder sin rodeos.

Sintiendo que sus ojos la seguían, su corazón latía con fuerza. Era reconocible que Theo era atractivo. Que le echaba un ojo o dos de vez en cuando.

No tenía sentido negar eso.

Quiero decir, Draco solo le advirtió sobre Scorpius, no sobre Theo. Dios, ¿qué estoy pensando?