—Amor ya es hora de irnos—menciono Joseph entrando a la cocina—Adiós Grace.
—Adiós par de tortolos—me despedí con un abrazo y seguí a Joseph hasta el auto.
Chad estaba sentado en el asiento del copiloto así que me senté atrás en medio de los mellizos.
—¿Comiste algo Andrew?—pregunto Joseph.
—Si, Grace me dio un tip para evitar las náuseas.
—Seria bueno que le preguntarás a Grace que cosas le sirvieron para sobrellevar los síntomas del embarazo—asentí porque era muy buena idea.
—Mi madre no tiene porque ayudarle a él con su embarazo, puede preguntarle a otra persona—mencionó Chad molesto—suficiente tenemos con que este contigo y vaya a tener un hijo tuyo ¿No crees?
—Nosotros estamos felices de que nuestro papá tenga un novio tan lindo como Andrew—mencionó Bridget—además nos va a dar un hermanito igual de bonito que él.
—No te metas Bridget—respondió Chad mirándola mal—no estoy hablando contigo—Bridget agachó la mirada y no dijo nada más.
Joseph frunció el ceño y apretó el volante molesto—Chad discúlpate con tu hermana—Chad no mencionó nada solo se cruzó de brazos—me importa una mierda si tienes mal genio o estás molesto porque ayer no pudiste irte de rumba, sino querías venir te hubieras quedado en casa, de una vez te advierto que no pienso aguantarme tu mal genio Chad.
—Yo no tengo porque aguantarme a Andrew en todos nuestros planes familiares—Chad me miro mal—Él no es parte de nuestra familia, además por culpa de él ahora estoy castigado.
—Andrew es parte de nuestra familia te guste o no—le dio una mirada de advertencia—no voy a permitir que lo trates mal, si estás castigado es por TÚ culpa y no de Andrew porque él no le hizo daño a nadie—Chad frunció el ceño—estoy esperando que te disculpes con tu hermana.
De alguna manera ya no me afectaba las cosas que decía Chad para lastimarme, ahora solo veía sus ataques cómo un berrinche más de niño mimado y me molestaba que siguiera actuando de esa manera cuándo ya había hecho suficiente daño con sus estupideces.
—Lo siento Bridget, no debí hablarte de esa manera—se disculpó Chad.
—Está bien te perdono—sonrió Bridget.
Luego de eso las cosas se calmaron y los mellizos empezaron hablar con Joseph lo que terminó por mejorar el ambiente, pero yo empecé a sentir náuseas de nuevo.
—Joseph puedes parar un momento por favor—pedí cuándo pasamos cerca de un parque—necesito vomitar.
Joseph se estaciono, me bajé lo más rápido que pude y corrí hasta un basurero para vomitar.
—Amor ¿Estás bien?—reconocí la voz de Joseph antes de sentir sus manos en mi espalda.
Terminé de vomitar y limpié mi boca con el dorso de mi mano—Estoy bien amor, no te preocupes—lo tranquilice—solo me dio un pequeño mareo, pero ya estoy bien—miré al rededor en búsqueda de un supermercado—¿Me puedes esperar un momento? Quiero cepillarme, no quiero llegar con mal aliento a la casa de tus padres.
—Vamos yo te acompaño, no voy a dejarte solo—rodeo los ojos.
—Vamos, no hay que dejar esperando a tus hijos—mencioné cuándo me di cuenta que no iba a ceder.
En el supermercado había baños públicos y aproveche para cepillarme, lo hice dos veces para asegurarme que no tenía mal aliento, volvimos al auto y los mellizos estaban esperándome porque estaban preocupados.
ESTÁS LEYENDO
¿Amor o capricho?
Teen FictionAndrew es un chico becado en una de las universidades más prestigiosa del país que cursa su primer año de universidad. Sus vivencias con sus nuevos amigos le demostrarán que a veces las cosas no salen como esperábamos. Obra totalmente mía se prohíbe...