Capítulo treinta y seis

49 8 16
                                    

Sentí que los dedos de Joseph abandonaron mi entrada y luego sentí una manta cubrir mi cuerpo, antes de poder decirle algo ví a Chad entrar a la habitación.

—Papá ¿Estás a…—abrió sus ojos sorprendido y salió de la habitación cerrando la puerta—¡Lo siento!—grito.

Escuché la risa de Joseph lo que hizo que me molestará porque para mi no es gracioso que su hijo nos encontrará cuándo estábamos a punto de tener sexo.

—No te rías que no tiene nada de gracioso—Joseph siguió riéndose al punto de que le salieron lágrimas.

—Si es gracioso—fruncí el ceño—Tu cara y la Chad fueron demasiado graciosas—Tomé un almohada y lo golpee.

—si te sigues riendo te voy a dejar sin sexo hasta que nazca nuestro bebé—me miro sorprendido.

—No serias capaz—sonreí de lado.

—¿Quieres ponerme a prueba?—negó—Eso imaginé.

Se acercó a mi y empezó a dejar besos por todo mi rostro.

—Te amo demasiado—empezó hacerme cosquillas—Y a ti también te amo bebé—besó mi vientre.

—Quítate que tenemos que vestirnos—lo aleje de mi con un movimiento suave—Chad todavía está esperándote.

—Mi hijo debe estar igual de avergonzado que tú—lo miré mal—No me mires así, ¿Sabes cuántas veces descubrí a Chad teniendo sexo?—me levanté para empezar a vestirme.

—No quiero saber eso Joseph—pasé por su lado para recoger mi camiseta, pero Joseph la tomó primero—Joseph deja de comportarte como un niño.

—Nop—me sacó la lengua—si la quieres me debes dar un beso—rodee los ojos y me acerque para darle el beso, junte sus labios con los míos y Joseph mordió mi labio inferior lo que hizo que me alejara de él al caer en cuenta que quería profundizar el beso.

—Ya te di el beso así que devuelve mi camiseta—me dio un pequeño beso antes de entregármela.

Terminamos de vestirnos y salimos de la habitación para buscar a Chad, lo encontramos en la sala de estar con su madre y cuándo nos vio se sonrojo.

—Grace ¿Qué haces aquí?—preguntó Joseph mientras se sentaba en un sillón para luego halarme hasta su regazo.

—Hola a ti también Joseph—rodeó los ojos—agradece que no fui yo la que casi te encuentra tendiendo sexo con Andrew—está vez fui yo el que me sonroje.

—No empieces Grace—sentí la mirada de Chad sobre nosotros, sabía que le molestaba verme junto a su papá por lo que trate de levantarme del regazo de Joseph, pero al parecer se dio cuenta—No te vas a mover, él se tiene que acostumbrar a vernos juntos ya está lo suficientemente grande para entender que su padre tiene pareja—susurro Joseph en mi oído.

—Lo sé, pero está no es la forma Joseph—susurre de vuelta.

—No quiero romper su burbuja de amor, pero Chad tiene algo que decirte Andrew—mencionó Grace.

Los dos miramos a Chad con curiosidad y Chad al ver que toda la atención estaba en él empezó a jugar con uno de los cojines del sofá.

—Yo quería disculparme contigo Andrew—me miró apenado—mi intención no era herirte a ti y mucho menos a tu bebé.

—A tu hermano—lo interrumpió Joseph.

Lo golpee por imprudente y gracias a eso me gane una sonrisa de parte Grace.

—Ya te mandan Joey—se burlo Grace—no puedo creer que te maneje un alguien que podría ser tu hijo—Joseph frunció el ceño y yo no pude evitar reír.

¿Amor o capricho?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora