Capítulo veintiséis

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Narra Joseph

Cuándo llegamos al hospital baje del auto lo más rápido que pude y corrí a la entrada sin escuchar los gritos de William, me acerqué a recepción y le pregunté a la chica que estaba vestida de blanco por Andrew.

-¿Usted es familiar del paciente?-preguntó mientras revisaba unos papeles.

-No, pero soy su pareja-su mirada se endureció-sus familiares viven a kilómetros de aquí y están en camino, pero por la situación me pidieron que yo viniera a cuidarlo mientras ellos llegan-puse mi sonrisa coqueta para convencer a la chica de que me dejará entrar.

-Está vez haré una excepción, pero si alguien del hospital pregunta quién eres debes decir que eres de su familia-asentí y le sonreí como agradecimiento.

-Te debo una-le guiñe mi ojo derecho y la chica se sonrojo.

Luego de escuchar el número de la habitación corrí hacia ella y antes de entrar tome un respiro para tener el valor suficiente y no derribarme frente Andrew sino por el contrario ser un apoyo para él.

Detrás de la puerta encontré una escena que me destrozo, Andrew estaba mirando fijamente la pared y Brendan estaba tratando de llamar su atención, pero al parecer no estaba funcionando.

Crucé la habitación rápidamente y me paré frente a Andrew para llamar su atención.

-Bebé ya estoy aquí-no sé porque pero mi voz si llamó su atención, cuándo me miró se lanzó a mis brazos y empezó a llorar desconsoladamente-No te preocupes cielo ya estoy aquí y te protegeré de todos.

Escuchar su llanto provocó el mío y también me hizo sentir culpable por lo que estaba pasando.

-Todo estará bien bebé, yo me encargaré de que ese bastardo pague lo que intentó hacerte-lo cargue para que quedará recostado sobre mi regazo-No me alejare nunca más de ti.

-¿Lo prometes?-el sonido de su voz era muy bajo, pero aún así logré escucharlo.

-Lo prometo-sentí que su agarre se intensificó y sonreí entre las lágrimas.

Luego de algunos minutos nuestros llantos se calmaron y Andrew se relajó un poco.

-Necesito tu ayuda-lo miré extrañado al escucharlo-Quiero al mejor abogado del estado para refundir a ese maldito en la cárcel.

-No te preocupes bebé mis abogados ya se están encargando de eso-negó desesperado lo que hizo que frunciera el ceño-¿Acaso pasó algo más?

-Él me dijo que ya había hecho cosas así antes-su cuerpo tembló y apreté mis agarre para que sintiera mi apoyo-quiero que pague por todo lo que ha hecho y que sus víctimas puedan tener un poco de paz.

-Ya mismo me encargo de eso mi amor-me acerque a darle un beso en la boca, pero giro su rostro y terminé dándole un beso en la mejilla-Te amo demasiado no lo olvides.

Se recostó en mi pecho mientras yo lo mecía de un lado a otro cómo un bebé.

Luego de unos minutos entró una mujer a la habitación y asumí que era doctora por la bata que tenía puesta, pero era una psicóloga que venía a ver cómo estaba Andrew.

-Hola Andrew, soy Rebeca y soy psicóloga estoy aquí para hablar contigo sobre el episodio que acabas de vivir-Rebeca le sonrió a Andrew antes de sentarse frente a nosotros-¿Puedes dejarme a solas con él?-dijo mirándome-Es importante que esté a solas con él para hablar cómodamente.

-Si, no hay ningún problema-miré a Andrew y le sonreí-Estaré a fuera por si me necesitas amor.

-Está bien-sus brazos me soltaron lentamente.

¿Amor o capricho?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora