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Pillados, al completo. Nos habían capturado aunque desconocíamos la razón, o al menos yo lo hacía ya que cuando el guardia empezó a burlar a Eva lo único en lo que pensaba era en sacarla de allí aunque del costo de mi vida se tratase. Ahora estábamos caminando unos detrás de otros escoltados por los guardias camino al castillo de Santiago donde residían a su lado unas mazmorras para los rehenes que tenían que pasar a vista del rey para ser condenados. La probabilidad de que el rey te exculpase eran tan mínimas que nadie se las planteaba cuando le retenían a él o aún familiar. Retención era igual a una muerte injusta en el caso de que el motivo por el que se te culpase no fuese real que en la gran mayoría de casos era así.
Veía la espalda de Eva con su pelo zarandearse de un lado a otro, llamábamos la atención pero el echo de la belleza de la sirena y su congénere bífido hacia todo más llamativo así como los ojos femeninos caían sobre Gato que aún con el arañazo en su cara lucía como un ser de naturaleza diferente a la humana, tal y como era. Suspiros, sonidos de asombros y alguna mirada de orgullo al ver actuar a la guardia deteniendo a lo que consideraban unos vándalos eran una de las tantas reacciones que observe con la mirada cabizbaja.
El castillo no quedaba lejos de donde nos habían detenido, es decir, nos encontrábamos visibles en todo momento sin pretenderlo ya que pensábamos que estábamos bien resguardados. Altos muros de piedra con el color de la arena amoldándose al sitio en el que se encontraba, la costa. Las murallas parecían de una estructura que no había visto antes, como si intentasen ejercer una función que desconocía ya que desde fuera parecía difícil de escalar por el empedrado pero al entrar comprobé lo contrario. Examinaba cada cosa, todos los rincones del interior de aquella muralla que desconocía al igual que lo hacía con la razón de porque nos habían dejado entrar tan dentro de la fortaleza del rey, aunque la respuesta la pude obtener rápido. No íbamos a sobrevivir para contar aquello así que no había nada que temer.
-¡Tú!- recibí como respuesta ante mis ojos curiosos- Deja de mirar todo de una vez o no llegarás ni al juicio- me reprendió el hombre que había burlado a Eva.
Bajé la mirada apenado, oyendo como de los labios de la chica que tenía delante, de la mujer que quería, se escapaba un pequeño quejido al oír la amenaza. Aún con la cabeza cabizbaja observé como se revolvió acalorada volviendo por segundos la vista hacía atrás para buscarme con su mirada. Acabábamos de salir de Doñana y mi posible muerte y ahora estábamos frente a otra muerte, pero esta vez no sólo era yo sino también la suya y la de mis compañeros de tripulación que me acompañaron en los momentos donde su recuerdo se hacía pesado entre otras tantas veces. Esto se había convertido en una serie de desgracias.
Entre empujones uno a uno nos metimos en la prisión donde ya llevábamos el suficiente tiempo como para que Gato se empezase a impacientar. Sus piernas se mueven de un lado a otro detrás de los barrotes mientras que el resto permanecemos sentados en el suelo cubierto de paja mal oliente para que podamos hace nuestras necesidades básicas y también usarlas como cama frente al duro y frío suelo. Al menos habían tenido el detalle de no separarnos o eso parecía hasta el momento.
-Estamos muertos- dijo Gato deteniendo sus pasos-. Nos van a matar porque es más que obvio que de esta si que no salimos.
-Wuau gracias por los ánimos- reprocho yo alzando las cejas asombrado por sus palabras.
Si de algo tenía esperanzas desde luego era de que Gato sería de los últimos en perder la cordura aquí pero me equivoqué al completo.
-¿Has visto como nos miraba la gente? Dios mío si era como llevar un puto cartel que dijese el día de mi muerte- se queja alzando las manos volviendo a moverse de un lado a otro.
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Serea, la tradición
Teen FictionCuenta la vieja leyenda que las sirenas son seres que pocas veces se dejan ver pero cuando lo hacen debes atenerte a las consecuencias. Un cruce de miradas inadvertido, el roce tras el hundimiento del barco o cualquier cosa que te involucre con ell...