LOS SENTIMIENTOS DE SASUKE

CONFUSAS PALABRAS.

Aunque había bebido aquella noche, Sakura no estaba cansada. De pronto el tiempo parecía haberse retorcido para llevarla de nuevo al mismo punto del que tanto había luchado por salir. Tenía el ánimo de recorrer la aldea, ahora sólo caminando sin rumbo alguno, tal y como lo hiciera un vagabundo.
Era extraño que de pronto sintiera ánimos de hacer algo cuando tenía plena conciencia de que lo había perdido todo.
En vista de que el joven Uchiha estaría fuera por razones laborales, ella bien podría aprovechar para escapar un rato de aquel hogar. Sin embargo, al levantarse del sillón, lo único que hizo fue dirigirse al baño y tomar una larga ducha mientras pensaba en el giro que la vida tomó para ella.
En este momento de su existencia tenía a Sasuke tal y como había deseado tenerlo hacia muchos años pero eso no era algo que la entusiasmara ahora. En cambio pensaba en la forma en la que Neji se había largado, no sin antes contarle todas sus vivencias a Ten - Ten.
—Tengo mala suerte en el amor — dijo para sí — eso es definitivo.
La espuma se arremolinaba a su alrededor y el agua la invitaba a hundir la cabeza en aquel espacio y dejarse morir.
Ya había pasado vergüenzas suficientes.
Retrajo las rodillas hacia el pecho para darse un último abrazo, uno que le dolió más que cualquiera que le hubiese dado otra persona.
Con aquel dolor en el pecho se hundió en aquella bañera mientras pensaba que no habría podido elegir una forma más ridícula para morir. Pero de pronto, un recuerdo asaltó su mente.
Tras la negra película de sus ojos, recordó aquella escena en la que Ino y ella se atacaron en combate, probandose la una a la otra que cuando él momento lo ameritaba eran fuertes.
En la actualidad Ino había vuelto a ser la amiga a la que más quería y sabía que si ella estuviera presente en aquel baño para entonces, de manera muy probable la abofetearía para devolverla a sus cinco sentidos.
Los verdes ojos de Sakura, se abrieron estando sumergidos en agua y ardieron.
Aquel fue el instante en que la joven decidió no sólo vivir. Sino darle un giro a todo.
Relajada al máximo después de tomar aquella ducha y teniendo la certeza de que Sasuke no regresaría aquella noche y que además la respetaría, Sakura se metió bajo la cobija de aquella cama sin una sola prenda cubriendo su cuerpo.
Su mirada fija en el techo, se empeñaba por hacerla soñar despierta con un futuro bastante mejor que el que tenía cuando cayó por amor la primera vez.
El "cómo" no lo sabía. Pero casi tenía la certeza de que lo lograría.
A medida que la madrugada avanzaba, Sakura fue despertando del sueño en el que había caído al sentir una presión en el pecho. Por alguna razón intuía que algo sucedería y en ese caso, no sería bueno.
Mortificada no sólo por el lazo de amistad que los unía sino también por el agradecimiento que sentía hacia él, la joven Haruno se levantó a prisa y tomó una muda de ropa prestada de Sasuke.
Uchiha, el hombre al que iría a buscar.
Una vez que se calzó las sandalias, la muchacha corrió hasta la puerta de entrada de su benefactor y la abrió, lista para informarse sobre su paradero, sin embargo no contaba con que no tendría que dar ni un paso más, pues Sasuke estaba justo por abrir la puerta, acción que dejó a medias debido a que ella se le adelantó.
—Sasuke — habló aliviada y sorprendida al mismo tiempo.
—Sakura — contestó él con firmeza — ¿Qué pasa?
—Es que yo...verás...es que tuve un mal presentimiento y pensé en ir a buscarte.
Al joven Uchiha se le vio sonreír durante unos segundos con orgullo y altanería, como lo hacía en los tiempos en los que sabía a Sakura enamorada de él pero, aquella reacción no tardaría mucho en disolverse.
—Entra a la casa — le dijo él mientras colocaba una de sus manos en uno de los hombros de ella.
Fue hasta el instante en que ella le dio la espalda cuando él advirtió que la muchacha estaba vistiendo prendas suyas.
Ella volvió a sentarse en el sofá en el que su antiguo compañero de equipo le había contado la historia de Itachi e Izumi.
—No tienes que preocuparte por mi — pronunció él con suavidad — el hecho de que vivas conmigo ahora no significa que debas sentir responsabilidad alguna por mi estado físico o emocional.
Eres una mujer libre, Sakura.
No te traje a esta casa para atarte a mi o para que te conviertas en mi mujer.
Lo hice porque te quiero, porque te ayudo tal y como tu me ayudaste en el pasado cuando más lo necesité.
Sakura no supo que responder y después de un corto silencio, Sasuke estuvo listo para hablar otra vez.
—Quiero disculparme por cómo te traté y todo lo que te dije cuando llegué a casa de Kakashi.
Debí haber pensado dos veces antes de actuar de una forma tan incorrecta.
—No hay nada que disculpar — contestó Sakura con una sonrisa sincera — a veces las personas decimos lo primero que se nos viene a la cabeza en situaciones inesperadas.
Kakashi es un ser humano muy amable y debo decir que yo fui más culpable de todo el malentendido de lo que lo fue él.
El sensei sólo es un amigo, solo es alguien que quería ayudar a que me sintiera mejor, pero era yo la que buscaba algo más con él.
Era yo la que quería... —A Kakashi le gustas, Sakura — atajó Sasuke con voz sombría —le gustas enserio y has movido algo dentro de su ser.
Aunque con cada una de las palabras reveladas en aquella verdad, Sasuke sentía un dolor que nunca había experimentado, este no lo detuvo para hacerle saber toda la verdad a la muchacha.
Ella en cambio se había quedado muda.
No podía gustarle a nadie, estaba segura.
—Kakashi es un sarcástico de lo peor, no debes olvidarte de eso Sasuke.
—Las cosas no son como crees.
—Él debió haber dicho eso solo para ponerle emoción al asunto, ya sabes, tal vez por lo que le dijiste antes de traerme a tu hogar él...
—Sakura, escúchame — el muchacho pronunció — yo te mentí.
Cuando dije que tenía una misión que cumplir, cuando dije que tenía trabajo que hacer.
No era así.
Es solo que no tuve el valor para decirte que fui a buscar a Kakashi para que fuera sincero conmigo en cuanto a lo que siente por ti.
A mi me han quedado claros sus sentimientos.
Ahora solo falta que tu los entiendas y creas en ellos cuando él esté listo.
Las miradas de Sakura y Sasuke conectaron.
Ella lo miraba ahora como si estuviera a punto de llorar.
Él en cambio, reconoció a la Sakura que siempre adoró, aún sin darse cuenta.
—Disculpa las molestias que he causado — habló ella entristecida.
—No tienes que disculparte por nada.
—Eso no es verdad — sollozó ella — ahora yo conozco tus sentimientos y no termino de procesar que esto esté pasando.
Se suponía que Sakura Haruno sería la eterna enamorada de Sasuke Uchiha, no al revés.
—No tienes por qué sentirte mal porque tus sentimientos hayan cambiado.
Era de esperarse que algo así pasara, sobre todo después de haberme marchado solo dejándote con un "gracias" como único consuelo.
Ninguna mujer hubiera resistido todo lo que tu.
Te hice mucho daño y ahora solo estoy pagando las consecuencias de las malas decisiones que tomé en el pasado.
Entendí demasiado tarde que mi hogar estaba contigo, con Naruto y con la gente de esta aldea pero eso no tiene que ser un peso para ti.
Ahora tengo el deseo de que seas feliz y voy a apoyarte en el camino que tomes.
Ahora seré yo quien estará contigo, ahora serás tú quien me tendrá a mi.
—No es una buena idea que trates de ayudarme —le quiso hacer ver la joven — Konoha está en proceso de aceptarte y vivir con alguien con mi reputación, no hará más que dificultarte todo.
—La gente de Konoha me importa un comino cuando se trata de ti.
Puedo amar a la aldea que mi hermano amó pero a diferencia de él, yo no estoy dispuesto a sacrificar al amor de mi vida por la gente que la conforma.
"El amor de mi vida".
Sakura rompió en llanto de pronto.
Sasuke pareció asustado y en efecto, lo estuvo.
—Perdona si te he hecho daño — se disculpo Sasuke con aquella voz oscura con la que se había despedido de ella hace mucho.
Ella sonrió con tristeza, mientras