A la mañana siguiente, Sakura despertó temprano y volvió a ducharse.
Neji despertó en cuanto escuchó la regadera accionarse y se quedó en la posición en la que se encontraba, mirando hacia la nada y pensando en todo lo sucedido la noche anterior.
La vida sí que podía cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
A pesar de lo duros que habían sido algunos momentos de la noche con Sakura, al final ella había vuelto a mostrarle su fragilidad e incluso habían vuelto a entregarse y esta vez no hubo ningún susto que lamentar.
El hecho de que ella se hubiera entregado a él por segunda ocasión, fue todo lo que él necesitaba para estar seguro de que ella aún lo amaba.
Le había hecho el amor entre lágrimas y de alguna forma, había conectado con ella de nuevo. Así que el corazón de ambos, estaba enchido de alegría otra vez, o al menos eso creía él.
Antes de que ella dejara el cuarto de baño, él se dio prisa en vestirse y calzarse, y una vez que lo hizo, se sentó al borde de la cama para esperar por ella.
Ella salió con la ropa de la noche anterior ya colocada.
Al abrir la puerta para encontrarse de nuevo en la habitación, la joven no esperaba verlo despierto y mucho menos sentado, razón por la que se sobresaltó.
Dio un salto, se llevó la mano al pecho y se cubrió la boca con la otra mano.
-Ni siquiera escuché que te colocaras los zapatos, casi me matas del susto.
-Lo siento, buenos días - él sonrío con amabilidad.
-Buenos días - devolvió ella - debo estar atrasando tu marcha de Konoha así que puedes dejarme aquí sin problema y yo llego a mi casa.
-No estás atrasando nada. Así que te llevaré a casa.
-No me digas que... - ella inició su frase pero de pronto la cortó.
-¿Qué? - preguntó él, esperando la continuación.
-Nada, solo olvidalo.
-¿Qué era lo que ibas a decirme?
-No lo sé - mintió - lo he olvidado, por eso he cortado la pregunta.
Ahí estaba de nuevo, volviendo a ser deshonesta.
Sin dejar de mirarlo ella pasó una mano por su cabeza para terminar de secar su cabello con la toalla que aún tenía puesta.
-Escucha - agregó ella al tiempo que le daba la espalda a él - ni se te ocurra quedarte en Konoha debido a lo que pasó anoche.
"Con que era eso lo que tenías que decirme" -pensó él.
-Si te quedas y nos vemos seguido, solo me pondré nerviosa cada que estés cerca porque recordaré lo de anoche. Así que, si aun me quieres algo y quieres ayudarme, vete como habías planeado.
Aquella inesperada petición fue un golpe bajo para Neji.
-Te he dicho ya que no sucederá nada.
-Nadie puede estar seguro de eso.
-Entonces con más razón ¿Por qué quieres que me vaya? Si algo sucede necesitarás a quién recurrir.
-Te olvidas de que soy ninja médico y de que además tengo a Ino.
-Contesta lo que te pregunté.
-Me hará sentir menos mortificada no verte, eso es todo.
El impacto de sus palabras fue notorio en la expresión del varón. Su cara se había llenado de dolor.
-¿No vas a sufrir por mí como lo hiciste por Sasuke? - enseguida él, chasqueó la lengua -¿Cómo se me ocurre hacer preguntas como esas? Es obvio que nunca me verás como haz visto a Sasuke durante años.
-¿A qué viene ese reclamo?
Si tanto amara a Sasuke, como insinúas, me hubiese entregado a él en lugar de a ti. Pero veo que tu cerebro no te permite pensar como es debido, cabeza de chorlito.
-No voy a discutir eso contigo.
-No vas a discutir nada conmigo porque te Irás de Konoha hoy mismo.
-Esta bien, esta bien - él levantó las manos en señal de rendición - pero pasado el tiempo que prometí voy a volver, y si para entonces descubro que estás embarazada, me haré cargo de mi hijo, lo quieras o no.
-No esperaba menos de ti. Pero no te angusties, no habrá algo como un embarazo.
Neji entrecerró los ojos, receloso.
-¿Por qué ayer tenías tanto pánico por quedar embarazada y hoy estás tan segura de que no habrá un bebé?
-No lo sé, querido. No lo sé.
Por instinto, Neji llevó la vista hacia el buró y se percató de que la caja de las pastillas post day, estaba vacía, luego volvió a mirar a Sakura.
Ella enarcó una ceja.
-Promete que buscarás la forma de contactarme si algo sucede -pidió él.
-Lo haré - dijo ella con desdén.
-Sakura... - pronunció él, en tono de reprimenda.
Ella entonces le tomó la mano y la acercó a su pecho.
-Neji - le dijo - no voy a sufrír esto sola.
Si algo sucede prometo que te llamaré o buscaré la forma de que te enteres.
-Así está mejor - observó él y se giró a medias hacia la puerta.
Sakura le miró la espalda y rodó los ojos pensando en lo patético que resultaba estar pasando por eso.
Por último se lavó los dientes y colgó la toalla con la que se secó el cabello, en el perchero.
-Te agradezco por haberme traído a un lugar como este, es un buen sitio para descansar mientras conoces la parte oscura de Konoha.
-Hablas de este hotel como si te hubiese traído a un túnel desconocido por los demás habitantes -se río Neji.
-Puede que no sea un túnel desconocido, pero casi -continuó ella la broma.
Abandonaron aquel lugar y Sakura llegó a tiempo a casa para reportarse con su madre.
De pronto, como si ella hubiera estado esperando durante toda la noche en la sala de la casa, su madre asomó la cabeza por la ventana, apenas verla llegar.
-Sakura Haruno - le gritó - ¿Acaso vienes recién bañada?
La joven sabía que no había forma de que le mintiera a su madre otra vez, razón por la que asintió.
-Te contaré todo cuando vuelva del trabajo - prometió.
Mebuki negó con la cabeza, muy enojada y desapareció de la ventana.
Una vez que volvieron a estar solos, Sakura habló primero.
-Supongo que esto es todo -un lapso muy corto de silencio siguió a sus palabras -entonces, espero que te vaya bien.
-¿Espero que te vaya bien? ¿Eso es todo lo que me dirás? - Neji tenía el rostro desencajado por la rabia.
-No puedes llevarme más que mis buenos deseos después de todo lo que he pasado por tu culpa.
De nuevo volvía a portarse borde.
Ella lo miró alejarse durante un segundo pero no tardó en decidir tomar un camino más largo hasta el hospital para no perder más su tiempo.
-Sakura - habló Neji sin voltear - y sólo para que lo sepas, nada acaba aquí. Al contrario, apenas empieza.
Al no recibir respuesta, el muchacho volvió la cabeza y se dio cuenta de que ella había desaparecido.
"Realmente nada sucede igual dos veces -pensó él - creí que al menos esperaría a que desapareciera de su vista. Pero eso es algo que sólo sucedió, y quizá sucederá, con Sasuke".
Mientras hacía el camino hacia su trabajo, Sakura iba pensando como le contaría a Ino lo que le había sucedido. En realidad sólo hasta entonces, podía divertirse un poco con el suceso.
Bajó la vista, se miró el vientre y pensó en meterse un golpe.
No había nadie a su alrededor, así que cuando el personal médico llegara, ella podría decir que un delincuente la asaltó y la golpeó en el estómago para quitarle todo lo que tenía.
-No Sakura, deja de pensar tonterías. Solo ve al trabajo, anda - se dijo a sí misma en un susurro.
-Vaya -saludó entusiasmada Ino al ver llegar a Sakura al consultorio - alguien parece estar muy contenta hoy.
Este comentario hizo sonreír a la doctora Haruno.
¿Estaba feliz?
¿De verdad lo estaba?
Justo cuando abría la boca para contarle todo lo que había sucedido en las horas pasadas, la primera consulta del día para Ino, llegó.
-No te salvarás de contarme, ya tendremos tiempo de que me pongas al día.
Sakura asintió mientras la veía salir de su consultorio.
La mañana transcurrió tranquila para ella, no hubo pacientes que atender y eso le pareció algo muy positivo pensándolo desde el punto que indicaba que sí no había enfermos, la gente comenzaba a tener todavía mejores hábitos de salud. Pero lo que Sakura no sabía, era que el consultorio de Ino no había estado vacío ni por un segundo desde que inició su turno.
Por la tarde, Sakura daba vueltas en su silla tras su escritorio cuando de pronto, su mejor amiga apareció casi tirando la puerta de su consultorio.
Sakura se levantó de golpe, alarmada por el estruendo de la puerta al azotarse.
-¡Ino! -gritó una vez que procesó la presencia de su amiga en su área.
La rubia corrió hacía ella con los brazos extendidos y sujetandola por los hombros, la arrinconó hasta una de las paredes al tiempo que la sacudía.
-¡Tienes que decirme que fue lo que hiciste! - continuó diciendo la muchacha exasperada - ¡ Si no lo haces, no podré ayudarte!
-¡Ino - vociferó Sakura otra vez al tiempo que se liberaba de la prisión en la que se habían convertido los brazos de su amiga - no entiendo de que estás hablando!
-¿¡Acaso en el transcurso de todo este día no lo haz notado!?
-No - le contestó Sakura alarmada - no sé de qué hablas, explicate.
Las manos de Ino temblaban y también su voz así que aunque tomó asiento frente al escritorio de Sakura y trató de explicarse como si estuvieran teniendo una charla casual, esto no logró tranquilizar Haruno ni un poco.
-¿No te pareció extraño que no tuvieras pacientes hoy?
-Bueno - contestó Sakura - al principio sí, pero después asumí que los habitantes de la aldea están poniendo en práctica hábitos más saludables y... me alegré por ellos.
Ino se golpeó la frente con la palma de una de sus manos, angustiada.
-Te diré como se llaman esos hábitos más saludables - el pecho de Ino subía y bajaba con rapidez, de acuerdo a su respiración.
Estaba tan alterada que debió hacer una pausa para tomar aire.
-Sus hábitos saludables se llaman - Ino levantó ambas manos por encima de su cabeza, formando comillas con los dedos y habló - la doctora Sakura ha sido vista acudiendo a escondido hotel de Konoha con un muchacho y no queremos consultar con ella porque no sabemos que tan sanos sean sus hábitos sexuales ahora mismo.
Sakura se levantó de golpe de su silla una segunda vez. Su boca muy abierta se movía, temblando pero no era capaz de proferir sonido alguno.
Poco tardó estando de pie, porque de pronto le flaquearon las rodillas y cayó con fuerza sobre su silla.
-Cómo - empezó a decir mientras se le quebraba la voz - cómo es que... la gente de Konoha sabe eso.
Esperando que aquello fuera solo un estúpido rumor, cuando Ino escuchó aquellas palabras de Sakura, el corazón se le quebró por su amiga.
-Sakura - dijo entonces con suavidad - sé que será difícil, pero tienes que contarme que fue lo que pasó.
Sakura recargó los codos sobre el escritorio y se cubrió la cara con las manos para después empezar a llorar.
Ino alcanzó a acariciarle uno de los brazos de arriba hacia abajo como gesto de consuelo.
La verdad era que no esperaba que su amiga hablara ahora, por eso cuando lo hizo, se sorprendió.
-Neji fue a buscarme anoche a casa - un sollozo le impidió hablar por un segundo - me dijo que venía a despedirse y aunque mi madre no estuvo de acuerdo, yo acepté porque ya no quiero tener más asuntos que tratar con él en el futuro.
-¿A despedirse? - inquirió Ino.
Sakura asintió y luego agregó:
-Él se fue de Konoha esta mañana.
Ino parpadeó varias veces sin poder creer lo que escuchaba.
Sakura la observó tragar con fuerza y esbozó una sonrisa triste.
Ino debía imaginarse cuando le dolía esta marcha aumentando a esta, el dolor de su traición.
Pasándose una mano por el cabello, Ino abrió la boca para hablar pero Sakura la detuvo cuando pronunció:
-Pero eso no es lo más grave del asunto, hay dos cosas más que necesitas saber.
Los dedos de Ino se aferraron al borde de su escritorio, como si eso pudiera restar la impresión de lo que escucharía.
Sakura la miró, era una mirada cargada de pesar.
-Me acosté con él anoche y... para mi mala suerte, el condón se rompió.
Ino tuvo que recargarse en un silla y abanicarse con la mano.
-Pero tomaste las pastillas ¿no? - volvió a aferrarla de los hombros para sacudirla - ¡Sakura, dime que las tomaste!
-Sí - dijo ella, sintiéndose hueca por dentro - lo hice.
Casi de inmediato Ino se levantó, la sujetó por el medio del brazo y la obligó a seguirla.
-Vamos, se acabó el turno - dijo decidida.
-Pero, espera Ino... ¿¡Qué vamos a hacer!?
-Muy fácil, vamos a averiguar quién sacó esta información a la luz.
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LOS SENTIMIENTOS DE SASUKE
RandomQue Sasuke Uchiha decidiera abandonar la aldea de Konoha, no solo significo un gran dolor para su mejor amigo Naruto. Sino que se tradujo como "la muerte en vida" para Sakura Haruno, compañera de equipo de ambos jóvenes y fiel enamorada del joven Uc...