LOS SENTIMIENTOS DE SASUKE

UNA INESPERADA PROPUESTA

—Cometiste una imprudencia — le aconsejó Kakashi a Ten - Ten con el tono indiferente que lo caracterizaba — si no hubiera llegado a tiempo para desviar el brazo de Sasuke, estarías muerta.
Ten - Ten miró al sensei con el ceño fruncido y gritó irritada:
—¡Ustedes eran los que estaban cometiendo una imprudencia, no pueden matar a un ninja de la talla de Neji solo por hablarle a una zorra del modo en el que se lo merece!
Sakura tuvo que luchar mucho contra sí misma para no violentar a Ten - Ten, aunque era obvio que se lo merecía.
La joven incluso tenía la esperanza de que Neji interviniera en aquel preciso instante y le hiciera saber a su amiga que no tenía ningún derecho de hablarle de esa forma. Sin embargo, con aquel tonto anhelo sólo consiguió lastimarse cuando entendió que Hyuga no diría nada para defenderla.
—No debiste hacer eso — Neji habló reprendiendo a su amiga — fue un movimiento muy estúpido.
—¡Me importa un pepino si lo fue! — contestó ella con lágrimas en los ojos.
—¡No te pedí que me salvaras, deja de meterte en mis asuntos!
—Ya discutirán eso en otro momento — los interrumpió Hyzashi en tono severo — ahora tenemos asuntos más importantes que tratar.
Dicho esto, el patriarca de la familia volvió la vista a quienes ahora para él, eran sus enemigos.
—Si ya están contentos con el escándalo que hicieron, entonces procedemos a llevar a cabo el asunto por el que vinimos.
Sakura parpadeó sin entender.
—Tú vienes con nosotros — le ordenó su suegro.
La muchacha abrió la boca para protestar.
—No puedes negarte —le hizo saber Hyzashi.
—Éstas actuando como un loco, Hyzashi — le dijo Kakashi muy enserio — ¿Qué es lo que está ocurriendo?
—Esta mujer podría estar esperando un hijo de Neji. Por honor más que por gusto, su lugar debe estar en nuestra casa.
—Disculparás mi intromisión en el tema pero hasta donde tengo entendido, el embarazo de Sakura es hasta ahora una posibilidad. No un hecho.
—Te daría la razón si estos dos idiotas al menos hubieran sabido hacer lo que hicieron. Pero no.
Mi hijo se metió con la peor mujer de Konoha y no contento con eso, le contó a todo el mundo lo que había ocurrido.
Toda la aldea lo sabe.
Todos cuchichean al pasar a nuestro lado.
¿Quieres que después del ridículo público me quede con los brazos cruzados como si no estuviera pasando nada? Pues no.
Nuestra familia ha sido respetada desde hace mucho tiempo y aunque tarde en suceder, debe volver a tener el respeto de todos.
Una mujerzuela no va a ennegrecer la página de nuestra historia haciéndole pasar humillaciones a un Hyuga.
—Sé que no le interesa escucharme — interrumpió Sakura de nuevo sin importarle que su suegro no aprobaría lo hecho — pero aquí, como usted bien dijo, quien cometió el error principal fue su hijo.
—Deberías aprender a callarte — la atajó Hyzashi.
Pero Sakura no se detuvo.
—Él le contó todo lo que había pasado entre nosotros a Ten - Ten y ella, por celos, les contó a sus amigas y además les dio la tarea de que todos en la aldea se enteraran.
Yo tuve que salir de mi casa por eso. Mis padres me echaron y de no ser por mis amigos, no tengo la menor idea de en qué situación me encontraría.
Hyzashi no estaba interesado en lo que Sakura le decía pero vaya que puso atención a un fragmento de sus palabras.
"Ten - Ten le contó a sus amigas y ellas se dieron a la tarea de que todos en la aldea se enteraran".
Indignado y con los labios formando una línea, el padre de Neji, preguntó a la mejor amiga de este:
—¿Es eso cierto?
Ten - Ten tragó una gran bocanada de aire, tratando de darse el valor suficiente para admitir su culpa. No obstante, al mirar a Hyzashi a los ojos, el silencio y la vergüenza hablaron por ella.
—Creí que amabas a mi hijo. Sin embargo, te convertiste en la ruina de esta familia.
—Pero padre... — fue el inicio y el al mismo tiempo el fin de la disculpa de la muchacha que desde muy joven había amado a Neji.
—Quién ama, no toma venganza contra el objeto de su amor. Al contrario, si su amor no es correspondido, acepta la derrota y se retira con dignidad.
—Fue mi culpa, padre — admitió Neji — yo contribuí aún más a su confusión sentimental.
—Tú eres un idiota, si solo dependiera de mi en este momento no tendrías casa, ni herencia, ni padre. Pero por mucho que lo lamente, debo tomar en cuenta los sentimientos de todos en casa.
—Por favor, escúchame — insistió su dolido hijo.
—En realidad nada de esto fue culpa de Neji, señor — agregó Ten - Ten de golpe.
Sakura y él iban muy bien con su relación hasta que yo...hasta que yo me entrometí.
Una noche, por casualidad Neji estaba en el mismo sitio que yo y, al calor de unas cervezas decidí hablar de aquello que sentía por él pero que me había prometido jamás revelar para no arruinar nuestra amistad.
Perjudiqué la estabilidad emocional de su hijo y también la buena relación que hasta entonces llevaba con su novia.
Me cansé de callar.
—Los adolescentes cometen idioteces pero eso no te exime de nada. Al contrario, te hace todavía más culpable de lo que ocurre ahora.
Estoy harto de escuchar idioteces. Así que Neji y Sakura, acompañenme de una buena vez, creo que todos estamos interesados en salir de este problema.
Sasuke colocó una de sus manos en el hombro de Sakura.
El padre de Neji respiró cansado.
—Sé que no la dejarán ir a ningún lado sin ustedes, así que pueden ir y quedarse a esperar a su amiga afuera de mi residencia.
Todos avanzaron sin decir una palabra, no sólo por la molestia que sentían sino porque también estaban obligados a prestar atención a cada movimiento del viejo y de su hijo para poder salvar a Sakura si lo requería.
El camino hasta los aposentos de los Hyuga se realizó en completo silencio y con las miradas de todos, conectándose entre sí de soslayo.
Hasta que una vez en la entrada de la casa, el varón Uchiha rompió el silencio.
—Si se atreven a tocar uno solo de sus cabellos, entraré y los mataré a ambos.
—¿Los Uchiha fueron siempre así de dramáticos? — inquirió Hyzashi, burlón.
—Nunca fuimos dramáticos — contestó Sasuke impasible — pero siempre hemos sido asesinos.
—Nosotros no correremos de ustedes.
—No serían ni el primero ni el último enemigo que se niega a hacerlo. Sin embargo, hoy en día, si tienen algo de suerte, el único testigo de su osadía, son sus cenizas.
—Lo mismo que quedó de tu familia ¿no? — contestó Neji con saña.
—Hay muchos aspectos que diferencian a mi familia de la tuya. Entre ellos está que nosotros tenemos el valor para enfrentar y resolver nuestros problemas, no corremos de ellos como lo hacen ustedes, ni tampoco necesitamos a alguien que nos ayude a resolverlos.
El segundo aspecto es que yo no tengo nada que perder, y es por eso que no le tengo miedo a morir pero ¿Ustedes? A ustedes el miedo se les huele en la piel.
Los Hyuga no son más que débiles orgullosos.
Los Uchiha somos orgullosos pero eso es porque somos demasiado fuertes.
Sakura unió de pronto una de sus manos a la de Sasuke y la apretó con afecto antes de adentrarse en el terreno de la familia Hyuga.
El padre de Neji se adelantó de manera intencional, mientras que su hijo y la mujer de este, quedaron tras él.
—Entonces es cierto.
Sasuke es tu amante.
Neji aseveró aquello escupiendo las palabras.
—No te equivoques, no soy como tú.
Conozco la historia de Sasuke y por encima de todo, somos amigos.
¿Qué te hace pensar que voy a dejar que lo ofendas? Después de todo lo que has hecho, no mereces nada.
—¿Eso es todo lo que dirás?
—Supongo que no.
No tengo idea de lo que tu padre y tu me harán decir ahí adentro.
Además, no necesitas que diga nada. Es evidente que tu confidente es la misma mujer que te salvó la vida y por lo que veo es también la única que te interesa.
—Sakura, por favor.
—No Neji, por favor tu, deja de comportarte como un infante.
Eres un adulto y estas cosas no deberían solucionarse con la mediación de nadie, mas que con la decisión de nosotros mismos.
Sakura siguió su camino hacia el interior de la casa.
El cuerpo le dolía y el pecho parecía de pronto incapaz de soportar si quiera un respiro.
Neji le siguió los pasos sintiéndose conflictuado no sólo porque la mentira de que se marchaba, la había alejado de su lado. Sino también porque sabía que lo que su padre estaba a punto de hacer, era una locura.
Estuvo tentado a decirle que se fuera, que corriera. Pero tenía que admitir que una parte de él, deseaba tenerla en su hogar a pesar de que emocionalmente, Sakura parecía encontrarse desvinculada de él.
No obstante, tenía que recordar que la joven no había llegado ahí sola, sino que sus amigos la esperaban afuera.
Entrecerró los ojos con desconfianza.
"Sus amigos — pensó, refiriéndose a Ino y Shikamaru — y sus amantes".
No quería pensar en lo que debía haberles dado para que dos hombres estuvieran dispuestos a defendarla sin pensarlo.
Era casi imposible creer que ambos podían estar ahí, uno frente al otro, sabiendo que la mujer a la que esperaban, había estado con los dos.
La puerta del recinto de entrenamiento estaba abierta y lista para recibir a la que antaño fue una pareja.
El espacio se encontraba limpio y hubiera estado casi vacío de no ser por la mesa de té, que parecía recién puesta y dos almohadones colocados para Sakura y Neji.
La muchacha no entró al sitio con despreocupación, por el contrario, miró a uno y otro lado, asegurándose de que no hubieran personas preparadas para someterla. Incluso se fijó muy bien en que en el techo no hubiera nadie esperando para saltar sobre ella.
Por supuesto el padre de Neji se percató de esto, pero no le importó en absoluto.
—Siéntate — le dijo una vez que estuvo frente a él.
—Gracias —contestó ella obedeciendo la orden.
—Bueno Sakura, es bien sabido que de un tiempo para acá, tus decisiones han sido erróneas por completo.
Ella solo asintió. Mientras que él continuó hablando una vez que su hijo se colocó al lado de la joven.
—Eras una ninja médico brillante.
Es difícil pensar que ahora todo ese talento le fue arrebatado a la sociedad por una ridícula razón.
—Sí me permite señor — contestó ella con suavidad — el placer de servir como ninja médico me fue arrebatado porque mi vida privada, con ayuda de su hijo, se filtró. Sin embargo, mis conocimientos como ninja médico siguen estando conmigo.
—Claro, lo que bien se aprende nunca se olvida.
—Así es.
—Pero dime ¿Una ninja médico, cuya vida en servicio es tan agitada, estará preparada para ejercer y servir como madre en caso de estar embarazada?
—Por supuesto.
Muchas cosas pueden aprenderse sobre la marcha y esta es una de ellas.
—Debo admitir que debido a tu reputación, no me agradas pero tampoco me parece correcto lo que Neji, junto con Ten - Ten, hicieron. Así que te ofrezco un trato que en tu situación puede convenirte.
Como ya te has dado cuenta, las aguas están muy agitadas hoy en día por todo lo que se ha sabido en Konoha y creo que el hecho de que estés viviendo con Sasuke Uchiha, no te ayudará a que el concepto qur tienen de ti, mejore.
Por lo que te ofrezco vivir en nuestra casa hasta que se sepa si estás embarazada o no, esto para evitar que el nombre de mi familia siga comprometido en este embrollo.
Si resulta que estás esperando un hijo de Neji, entonces tu estadía aquí se volverá permanente, hasta que mi hijo consiga un hogar en el que ustedes puedan vivir cómodamente.
En caso de que el resultado salga negativo y no exista un bebé, cuando salgas de aquí, me comprometo a limpiar tu imagen y a admitir que mi hijo es un idiota públicamente.
—Piénsalo Sakura, cualquiera que sea el caso, te será de beneficio.
—Ahora mismo como bien sabe, mi relación con su hijo no está en los mejores términos, mi ropa se encuentra en casa de Sasuke y creo que no sería buena idea que Neji y yo convivieramos en la misma casa. Creo que eso solo ayudaría a que el odio de Ten - Ten contra mi se acrecentara, y para ser honesta no quiero saber que se atreverá a hacer esta vez.
—Que eso no te preocupe.
La mantendremos bajo vigilancia.
Para nosotros tampoco es conveniente que abra la boca en todos los sitios a los que vaya.
—En ese caso... —comenzó diciendo Sakura — voy a pensarlo.
Hyzashi asintió.
—Me parece correcto.
Ve a casa por hoy y consultalo con la almohada.
Si para mañana ya tienes una respuesta, entonces estaré esperándote para que me digas qué has decidido.
—Sí señor.
—Ya puedes retirarte.
Que Neji te acompañe a la puerta.
El varón Hyuga apenas estaba poniéndose de pie, cuando Sakura contestó.
—No se preocupe, conozco el camino.
Yo salgo sola.