INESPERADO SUCESO.

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Aunque aceptó salir con Neji una última noche, Sakura sabía que su madre tenía razón al querer alejarla de él. Después de todo no se necesitaba ser demasiado inteligente para saber que aquel miembro del clan Hyuga sólo estaba midiendo hasta donde podía aprovecharse del amor de dos mujeres.
—¿Ha ido todo bien después de lo que ha pasado? — inquirió Neji refiriéndose a la cita de la joven con Kakashi.
—No voy a hablar de eso contigo. Así que si ese el tema que quieres tocar durante el resto de la noche, será mejor que te vayas.
—Ya te dije que es lo que quiero — le contestó él con firmeza — yo sé que desde el momento en el que elegí escuchar lo que Ten - Ten tenía que decirme, algo se rompería entre nosotros.
—Con esas declaraciones me da la impresión de que quieres hacerte ver como la víctima de todo esto y no pienso aceptar una manipulación tan barata.
Hyuga negó con la cabeza.
—Estás equivocando el punto.
—No. Tu sabes que no sólo hablaste con ella, también la besaste. Eso no es algo que un amigo hace.
—Lamento haberte lastimado a pesar de lo mucho que prometí no hacerlo.
—Eso está mejor.
—¿A dónde te apetece ir?
—La verdad es que no lo sé. Yo solo estoy siguiendote.
Como podrás darte cuenta el día de hoy no ha sido ordinario y estoy muy cansada emocionalmente.
—Podemos pagar una habitación de hotel solo por esta noche — al instante la mirada de Sakura lo traspasó.
—No, no — agregó él muy a prisa — al decirte esto no quiero que pienses que mi intención es sexual.
Solo quería proponer una forma diferente de estar un tanto aislados del mundo por última vez para charlar.
Podría ofrecerte ir a casa pero Hinata y Naruto deben estar ahí y pensé que podría no resultarte cómodo.
—A decir verdad estar contigo ya no me resulta cómodo — aquella declaración provocó que Neji detuviera su andar.
Sabía que Sakura lo detestaba por todo lo que le había hecho pero no pensaba que la joven pudiera llegar a sentirse incomoda con él tan pronto. Ni siquiera a Sasuke, que había intentado matarla en alguna ocasión, le había impuesto una cruz tan pesada como la incomodidad ante su compañía.
—Entonces será mejor que dejemos esto de una vez — contestó el joven dispuesto a salvar el poco orgullo que le quedaba. Pero a cambio, recibió una respuesta que no esperaba.
—No — Sakura sentenció tajante — es mejor hablar lo que sea de una vez a saber que si vuelves todavía tendré asuntos pendientes contigo.
—¿Por qué eres tan dura conmigo? — se atrevió a preguntar Neji — ni siquiera con Sasuke, que es quien más te ha hecho sufrir tomaste esa actitud, entonces ¿por qué conmigo sí?
—Aunque le diera respuesta a esa pregunta tuya, no lo entenderías y a mi tampoco me interesa darte explicaciones. Ni de mi pasado, ni de mi presente.
Tras la declaración de Sakura, Neji entrecerró los ojos, receloso.
—¿Qué quieres decir con eso?
—No soy el tipo de mujer que envía mensajes entre líneas a los hombres. Me gusta ser directa, así que deja de buscar significados ocultos tras mis palabras.
Neji estaba sorprendido de que la Sakura que él conocía hubiese podido cambiar su forma de ser con tanta rapidez.
—Si yendo a ese maldito hotel me dejarás en paz, entonces hagamoslo — hizo una pausa en su diálogo pero continuó después — espero poder soportarte al menos por el tiempo que permanezcamos ahí.
Era cierto que Neji Hyuga no tenía una doble intención al invitar a Sakura a un lugar como aquel. Lo cierto era que el muchacho estaba lamentando enserio haber perdido a aquella mujer por haberse entusiasmado con el interés de Ten - Ten hacia él.
En Konoha, sitios como los hoteles y moteles no lucían como aquellos de las grandes ciudades, sino más bien, se hacían pasar por lugares tales como restaurantes nocturnos que poseian una recepción en la que podías ordenar más que una cena.
Sakura conocía de estos lugares sólo porque la gente del pueblo informaba de ellos de boca en boca pero nunca había puesto un pie en uno.
Al encontrarse frente a el, Sakura observó una especie de casa barnizada en un color café que se percibía más bien como rojo. A pesar de no poseer la elegancia con la que contaban este tipo de sitios en otras aldeas, el local contaba con dos plantas.
"No demasiado grande para evitar problemas" — concluyó la joven.
Al cruzar la puerta de este, una señorita recibía a los clientes con la siguiente frase: Bienvenidos a casa Makoto, restaurante y sitio de hospedaje.
Neji asintió y Sakura sonrío con timidez.
Recordó entonces aquella idea que se le había ocurrido hace poco, esa en la que pensaba convertirse en prostituta.
"¡Que tontería! Yo pensando que me sería fácil convertirme en prostituta y mírame ahora, no siendo capaz ni de sonreír con normalidad solo porque sé el secreto de este lugar".
Tanto ella como su acompañante miraban el menú.
—Puedes pedir lo que gustes de la carta, esta noche yo invito.
En otras circunstancias escuchar a Neji decir aquello con esa voz tan seria suya habría hecho que a Sakura le explotara el corazón. Pero hoy, solo podía mirarlo en silencio pensando:
"Es lo mínimo que deberías hacer".
—Gracias — contestó al fin — creo que por el momento pediré una malteada de fresa grande que incluya el mousse dulce blanco.
—Bien — dijo Neji — yo quiero un té helado de limón, grande por favor.
La camarera recibió los pedidos y un momento después trajo las bebidas a su mesa.
Sakura prefirió comenzar a sorber para no tener que hablar con el varón a su frente. Pero Neji no le quitaba los ojos de encima.
—¿Qué? — preguntó ella — ¿Qué sucede?
—Es algo estúpido pero no puedo dejar de mirar que el batido y tu cabello tienen la misma tonalidad.
Sakura río a fuerzas.
—Llevó una malteada en la cabeza — comentó y sorbió de nuevo.
—No — se apresuró a negar Neji — no lo dije con esa intención.
—Descuida, no es la primera vez que hago un chiste sobre esto.
El ambiente entre ambos jóvenes era pesado y Hyuga comenzaba a desesperarse porque no había sí quiera un indicio menor de que Sakura estuviera pasándola bien.
—Esto me hace recordar las salidas que teníamos antes de conocernos bien — agregó el varón, echando su última carta a la jugada — ninguno de los dos hablaba y si uno lo hacía, el otro parecía poco interesado en lo que sea que dijera. Más bien era como si ambos quisiéramos solo ir a casa.
—Y de alguna forma ahora... ¿No es lo que queremos?
—Lamento haberte orillado a hacer algo que no querías.
—Esta bien, no es sólo culpa tuya. Yo también decido ¿Recuerdas? en fin — Sakura soltó un largo suspiro y se acercó lo más posible a la mesa — ¿Ya habías estado aquí antes?
Los ojos de Neji empezaron a abrirse mucho debido a la sorpresa, pero se quedaron a medio camino antes de volver a la normalidad.
—No, antes de ti no tenía interés en las mujeres más que como amigas. Pero conocía la ubicación del lugar porque en una ocasión nos enviaron a investigar si no se llevaban a cabo otros negocios ilícitos.
Sakura casi escupió su bebida al oír dicha respuesta.
—¿Y tienes el valor de venir aquí después de eso?
—¿Por qué no?
— No lo sé. Me parece irónico que alguien que vino a investigar este lugar por sospecha de negocios ilícitos ahora sea un cliente.
—Las vueltas de la vida — comentó Neji sonriendo a medias.
Desde aquel instante, Sakura no pudo evitar percibirlo como alguien mayor, como alguien que hubiese madurado de golpe después de una pérdida.
"Es solo por su sonrisa y el tono de su voz. Sabes que nada ha cambiado." — reflexionó ella.
Neji percibió en aquel instante el semblante triste de su compañera.
—¿Qué pasa? — lo escuchó preguntar la joven.
"¿Por qué continuaba preocupándose por ella, aún después de haberla herido? " — se preguntaba — y ¿Por qué continuaba deseando tratarla como en el pasado?
—Estas jugando sucio — declaró Sakura con voz audible.
—¿Cómo dices? — inquirió Neji.
—Sé que escuchaste lo que dije — contestó Sakura mordiendo el popote de plástico de su bebida.
Neji asintió con la cabeza al tiempo que cerraba los ojos.
—Solo quiero recordar los viejos tiempos — declaró severo — sé que arruiné las cosas contigo. Pero hoy, por una noche, quiero fingir que nada sucedió.
Sakura no supo si echarse a reír o ponerse a llorar.
—¿Estás hablando enserio? — preguntó incrédula —¿fingir qué nada pasó?
Hubo en largo silencio en el que la muchacha sólo podía mantenerse negando con la cabeza y sonriendo sorprendida ante la mentalidad del varón a su frente.
Tan sólo un momento después se levantó de golpe y se colocó la bolsa al hombro.
—Sí vas a pagar esa habitación hazlo de una vez. Necesito escapar del bullicio de este lugar.
Ante su orden Hyuga se levantó y caminó al mostrador, en donde reservó la habitación.
—Pueden seguirme — les dijo la misma chica que les había servido las bebidas.
Sakura acató las palabras de la joven primero y comenzó a caminar a toda prisa y con la cabeza abajo, como si le diera vergüenza que todos esos desconocidos estuvieran mirando.
Neji en cambio caminaba tranquilo y con la cabeza en alto.
Luego de subir unas escaleras de madera barnizadas con la misma tonalidad roja del lugar, los tres avanzaron a lo largo de un pasillo extenso en el que Sakura pudo contar al menos cinco puertas antes de llegar a la que les correspondía.
La fémina que iba guiandolos, introdujo la llave en la cerradura, abrió la puerta y después se la entregó a Neji.
—Que pasen una buena noche —les deseó con picardía.
Sakura tuvo tanta prisa en entrar que casi se chocó con el hombro de la empleada.
—Gracias, igualmente — escuchó que decía Neji antes de echar la cerradura y la puerta y colocar la llave en el buró.
Sakura observó con desconfianza el lecho con sábanas blancas.
—Puedes recostarte con confianza — escuchó que Hyuga le decía —este lugar ha sido visitado regularmente por inspectores sanitarios, pues al pueblo no le conviene que sus shinobis enfermen de ninguna forma.
—Conoces tan bien los detalles de este sitio que me resulta imposible no creer que no seas un cliente frecuente.
Dicho esto, ella se sentó sobre la cama y fijó sus verdes ojos en los del muchacho.
—Entonces... —empezó diciendo — ¿Cómo te va con ella?
—A excepción del beso que nos dimos, sigo teniendo una estricta relación de amistad con ella. Nada más.
Sakura parecía estar prestando atención a las palabras del varón en un principio pero, pronto ésta se desvió para admirar el cuerpo del muchacho.
—¿Qué pasó con ella, Neji?
El joven no comprendió del todo la pregunta.
—¿Ya se han acostado o no? — antes de que él pudiera contestar algo en su defensa ella continuó — bueno, me estoy pasando de ingenua al preguntar eso, claro que puedes mentirme. Después de todo yo no estuve presente cuando ustedes estaban juntos.
—Ese paso quería darlo contigo — respondió Neji con seriedad y firmeza — no me acosté con ella en ningún momento.
Te dije que quería hacerlo contigo y eso es lo que quie...queria — se corrigió, nervioso.
Sakura levantó una ceja y sonrío con malicia.
—Así que no estaba equivocada ¿eh? Realmente querías traerme aquí para acostarte conmigo.
—No, trato de decirte que ese asunto sucedería contigo y solo contigo.
—Estamos solos Neji ¿Qué estás esperando?
Él retrocedió.
—No voy a tocarte le dijo.
—¿Ah no? — inquirió ella — es una lastima, porque yo traía condones en la bolsa.  Mira — abriendo entonces su bolso, Sakura le mostró el interior y los paquetes metálicos brillaron — tu oportunidad sigue aquí por el momento, pero si no te decides, cuando hayamos abandonado este lugar, no podrás tenerla nunca más.
Neji continuó mirándola y fue así como la vio desnudarse lentamente.
—No voy a obligarte a que me toques, simplemente estoy buscando un poco de libertad. Algo que como bien sabrás, la ropa no me da.
Neji quería hablar, pero no podía.
Su boca estaba semiabierta, observando aquel cuerpo que tantas veces había protagonizado sus fantasías.
Rendido en secreto ante lo que miraba, pero incapaz de avanzar, Neji también observó como Sakura caminaba hasta él y presionaba su cuerpo contra él mientras depositaba suaves besos en su cuello.
Entonces lo escuchó gemir y después respirar contra una de sus orejas.
Segundos después, los labios de Neji besaban la piel de Sakura con delicadeza y sin apuro.
Ella decidió entregarse no sólo al momento que estaba viviendo, sino también a él, por completo.
—No te vayas de mi lado — le pidió él casi susurrando.
No hubo respuesta alguna por parte de ella.
La mano del muchacho rozó la entrepierna de quien por una noche, se transformó en su pareja.
—Sakura, ven conmigo. Vamos a olvidarnos de todo y a comenzar de nuevo.
Ante su petición él levantó el rostro, esperando una respuesta está vez. Pero ella solo abrió las piernas y tomándolo de la cabeza, lo hundió en aquel espacio.
Al sentir como Neji aferraba las manos a sus caderas, Sakura supo que su estrategia había funcionado, que aquello le haría olvidar lo dicho con anterioridad.
Un agradable cosquilleo empezó a generar espasmos en su cuerpo.
¿Era así como debía sentirse?
Una oleada de calor se extendió por su cuerpo cuando se percató de la separación del muchacho, que alargó la mano a la bolsa y tomó uno de los empaques.
Lo abrió y lo colocó sin mirarla.
Ella por su parte, se cubrió la cara con las manos y entonces sintió como él,  invadía su cuerpo.
Entrando y saliendo, primero con paciencia. Luego con ansiedad.
—Sakura — pronunciaba —Sakura...
El rostro enrojecido de ella parecia invitarlo a terminar.
Y de pronto, sucedió.
Él soltó un gruñido.
Ella se mordió los labios.
La aventura parecía haber terminado bien pero ninguno de los dos se atrevió a decir, que al consumar el acto, este les había dejado un gran vacío en el pecho.
Haruno observó como Hyuga se deshacía del condon con naturalidad. Pero de pronto, palidecio.
—Sakura — escuchó que la llamaba una vez más, pero ahora bastante mortificado.
—¿Qué pasa? — contestó ella con los latidos de su corazón aumentando.
—Se... — pronunció él — se... ha roto... el condón.

LOS SENTIMIENTOS DE SASUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora