MENTIR PARA SABER LA VERDAD.

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No deseaba mentirle a Sakura de ninguna forma pero estaba consiente de que tampoco podía decirle la verdad porque, de hacerlo, es posible que al final acabara por no ir donde Kakashi solo para no complicarle mas la vida o peor aún, quizá hubiera conseguido que ella decidiera irse de casa ahora que por fin he conseguido protegerla.
Mientras hacía la cena para ella, estuve tratando de tranquilizar la rabia que me producía pensar en que Kakashi había faltado a su palabra cuando antes de salir con Sakura en aquella cita, me dijo que solo lo haría porque era una petición de su antiguo alumno. Ahora, me retorcía las entrañas pensar qué él tenía un motivo de fondo para llevar a cabo aquella cita con Sakura, motivo del que por supuesto, no se había atrevido a hablarme.
Pero había más de un motivo que me provocaba malestar en esta situación, y es que durante el entrenamiento en el que él me dio a conocer el chidori y antes de marcharme de la aldea, el hijo del colmillo blanco simbolizó para mi, lo más parecido a un padre, de la misma forma en que sentía a Naruto como a un hermano.
Durante el tiempo que lo conocí, jamás percibí a Kakashi como alguien con el que se pudiera tener un lío de faldas. Lo consideraba como alguien demasiado serio para eso y sé que toda la aldea lo percibe de la misma forma.
El sensei Hatake ha sido siempre un hombre impasible, sabio y silencioso.
Lo único que podía evidenciar algo sobre sus gustos era el hecho de ser un lector apasionado de los libros para adultos de Jiraiya. Sin embargo, a pesar de obviar que por ser hombre, debía sentir atracción y deseo por las mujeres, jamás en toda mi historia de permanencia en la aldea lo vi con una en plan romántico.
No obstante, mientras Sakura caminaba de mi habitación al comedor, me devanaba los sesos pensando cuándo era que ese hombre había cambiado.
Quería saber en qué momento Sakura —a quién durante tanto tiempo había considerado como mi Sakura— había logrado encender los deseos que nadie más había logrado siquiera mover.
Dejé a quien ahora se había convertido en la mujer de mi vida en casa y salí a la noche con toda la intención de enterarme de todo lo que Hatake realmente sentía. Pero no fue hasta que me encontré frente a su puerta, que tuve la sensación de que quizá, solo quizá, no podría rivalizar con él en materia de amores y tal vez en ninguna otra, porque lo apreciaba.
—¿Piensas quedarte parado frente a mí puerta toda la noche? —la voz de Kakashi, proveniente de la espalda de Sasuke, hizo que el varón Uchiha mirara de soslayo.
Kakashi Hatake tenía entre las manos una bolsa de compra llena con sopas instantáneas, sake, y bebidas a base de té.
—No — contestó Sasuke tajante después de dejar de mirar la bolsa y centrar su atención en él.
Kakashi pareció resignado.
—Sabía que vendrías — dijo en tono cansino — pero no tenía idea de cuando te animarías a hacerlo.
Sasuke no contestó.
—¿Ella sabe que estás aquí?
—No.
—¿Cómo está?
—Nerviosa, se siente como una carga.
—Es natural, estaba acostumbrada a su empleo en el hospital, a una vida armoniosa con sus padres y ahora ha perdido todo eso de golpe.
Sasuke Uchiha sintió una punzada de celos al darse cuenta de que Kakashi conocía lo suficiente el entorno de Sakura.
—¿Y bien? — oyó preguntar a Kakashi de pronto —¿Qué haz hecho para tranquilizarla?
—Hacerle saber que no es una carga para mi y prepararle la cena — contestó Sasuke a la defensiva.
—Estás haciendo lo necesario pero no es suficiente.
Aquellas palabras llenaron de un extraño frío el pecho de Sasuke.
—No sé cómo acercarme a ella.
Está enamorada de otro y le gustas tú, así que estoy enfrentandome a un panorama que no es de mi agrado y que encima nunca había vivido antes.
—Sasuke Uchiha se acostumbró a ser el hombre al que las mujeres buscaban. Pero él nunca tuvo la necesidad de buscar a ninguna...hasta ahora.
Por mucho que el muchacho Uchiha odiara admitirlo su antiguo sensei tenía razón.
—Que una mujer guste de un hombre no significa que solo estará disponible para él, e incluso estando enamorada, eso tampoco asegura que alguien más no pueda entrar en su corazón.
Neji se ha marchado de la aldea al fin y al cabo.
—Ahora sólo quedamos tu y yo — agregó el vengador.
—Sakura no suele ser una chica que tenga espacio en el corazón para varios amores — aseguró Kakashi — durante años, solo te amó a ti.
—Sí — aceptó Sasuke —pero ahora quiere acostarse contigo.
Aunque aquella declaración lo sorprendió, Kakashi trató de restarle importancia frente al muchacho.
—Eso es algo en lo que ella se ha empeñado ahora porque se siente sola, rechazada por todos e incomprendida.
Ha puesto los ojos en mi porque después de Neji soy el único al que podría involucrar en esto.
—¿Qué insinuas? — inquirió Sasuke entrecerrado los ojos y sintiendo enfado de pronto.
Tan en calma como siempre, Kakashi le contestó:
—No estoy diciendo que sea una cualquiera si eso es lo que piensas — acercándose a la puerta, Hatake introdujo la llave y le hizo una seña a Sasuke para que entrara.
Este lo hizo y tomó asiento en la misma silla en la que Sakura había estado.
Kakashi guardó lo que correspondía en la nevera y las sopas instantáneas las colocó sobre la encimera.
—¿Entonces? —Sasuke aguardó.
—Sakura quería arrancarse del corazón a dos hombres que la habían lastimado.
Esos dos eran Neji y tú.
—De acuerdo.
—Bueno, cuando ella aún trabajaba en el hospital, yo acudí y quizá ahí se le ocurrió que era una víctima perfecta para su objetivo.
—No, ella quería encontrarse contigo desde antes y por eso fui a pedirte que salieras con ella.
—Es solo un capricho por soledad.
—Hasta ahora sólo haz hablado de ella como si la conocieras de más. Pero no me haz dicho que es lo que sientes tu.
—Me gusta.
Aunque estaba impresionado, esta vez fue Sasuke quien disimuló como se sentía en realidad.
No hubo charla durante varios minutos, sólo un silencio que para el varón Uchiha no representaba nada bueno.
—Entonces no pienso interponerme —Sasuke dijo de pronto.
Kakashi lo miró, serio.
—Es la primera mujer que mueve algo más que mis deseos.
Aquella declaración lo cambiaba todo.
Sasuke supo controlarse en su exterior pero, en su interior, todo ardía.
—Si estás enamorandote de ella espero que sea enserio — advirtió Sasuke — pero si le harás lo mismo que le hizo Neji, entonces tendremos problemas.
—Es demasiado pronto para saber si estoy enamorandome de ella o no.
Como te dije, es la primera vez que experimento esto. Pero deberías pensar positivo, quizá esto solo se trate de mi soledad queriendo unirse a la de alguien más de forma física.
—No voy a permitir que alguien juegue con Sakura una vez más.
—Ahora mismo Sasuke — empezó diciendo Kakashi — estás entre dos roles — Sasuke lo miró con fastidio — el de padre y de amante.
Sasuke entonces puso los ojos en blanco y contestó:
—Ahora mismo, Kakashi, estás entre dos roles, el de sensei y el de hombre sin decisión.
—Interesante opinión.
—Más que interesante, sincera.
—Entonces, nuevo padre de Sakura Haruno ¿Debo pedirte permiso para salir con ella?
Sasuke apretó la mandíbula.
—Debes cuidarte de no lastimarla.
—El sufrimiento es parte de la vida, lo sabes.
—Sufrir no es necesario. Y yo haré que no sea necesario para ella seguir sufriendo.
—Te haz tomado muy enserio lo de pagar por tus errores.
—He recapacitado, eso es todo.
En casa de Sasuke, Sakura continuaba sentada en el lugar en el que el muchacho la había dejado al contarle la historia de Izumi e Itachi.
Miró a su alrededor y pensó con nostalgia en lo mucho que durante su adolescencia le habría emocionado estar en ese lugar.
Momentos después se puso a pensar en Naruto y en cómo su vida había cambiado para bien.
Sonrió, pensando en que también él era feliz por tener de nuevo a Sasuke a su lado.
Segundos después, lanzó un profundo suspiro.
Solo su vida estaba patas arriba, solo su vida había cambiado de una forma tan drástica.
—¿Qué habría pasado si Sasuke no se hubiera marchado de la aldea? — se preguntó Sakura.
Tal vez seguiría siendo la misma niña tonta, tal vez no habría llegado a ser ninja médico.
Tal vez seguiría  enamorada de Sasuke.

LOS SENTIMIENTOS DE SASUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora