LA PREOCUPACIÓN DE UNA MADRE.

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El sueño de Sakura había sido siempre tener a Sasuke, no sólo de una forma romántica sino también sexual. Por eso en el momento en el que la oportunidad se le había presentado, no había dudado ni un instante en convertir al muchacho en su primer cliente sexual sin que él lo supiera.
Se dio cuenta en cuestión de segundos que aquel momento, estando ambos en la intimidad del hogar de él sin ojos ajenos sobre ellos, era el indicado para volver realidad uno de los sueños que desde muy joven había tenido.
Aquella conexión entre sus miradas y la complicidad que brindaba el silencio entre ambos, era el indicador que hacía saber a la joven que Sasuke Uchiha estaba listo y dispuesto para servirla de la manera que fuera. Pero fue precisamente este mismo factor, el que la hizo parpadear confundida después de que un terror apareciera en su mente.
Para el muchacho no pasó desapercibido aquel lapso en el que la joven dudó de lo que estaba sucediendo pero ella no le dio tiempo si quiera de preguntar qué era lo que andaba mal, pues ella lo apartó de sobre su cuerpo  con la fuerza suficiente pero sin hacerle daño, se peinó el cabello con las manos y se levantó de prisa diciendo.
—Lo lamento.
Dicho esto salió corriendo del hogar del varón Uchiha sin rendir explicación alguna.
Él pronunció su nombre de la misma forma en la que lo hizo cuando decidió marcharse de la aldea pero ella no se dio vuelta. No detuvo su andar ni un solo segundo.
Una sensación de frío recorrió el cuerpo del muchacho y fue este sentir el que pareció hacerlo reaccionar para que siguiera a la mujer que amaba.
Tenía que saber qué había hecho mal.
Corrió a toda prisa como si estuviera persiguiendo su vida y entonces logró alcanzar a Sakura y tomarla gentilmente por el brazo para volverla hacia él.
—Por favor —le pidió ella — quiero ir a casa.
La respiración acelerada de Sakura podía apreciarse sobre la ropa del joven.
Él no le pediría explicación alguna. No la presionaría ni siquiera a hablar si ella no lo deseaba.
La soltó en cuanto escuchó su respuesta.
—Entonces, me voy a casa.
—Es tarde para que te muevas sola por la ciudad.
—No te preocupes, no me sucederá nada. Olvidas que sé defenderme.
Sasuke solo la miró pero no cuestionó su decisión.
Si bien no insistió para hacerle compañía hasta su casa, sí pensaba seguirla desde lejos al menos para asegurarse de que llegaba a casa sana y salva.
Sin dejar de andar, Sakura se colocó el cabello detrás de las orejas y elevando el rostro al cielo respiró profundo.
"¿Qué había estado a punto de hacer?" — se cuestionó.
El asunto de la cita con Kakashi la hacía sentir como una tonta, ahora no podría ver a los ojos a quien había sido su sensei.
¿Cómo había sido tan idiota como para creer que él querria salir con ella?
¿Cómo no se detuvo a pensar en lo extraño que era que él llegara de pronto a proponerle salir?
Sakura Haruno se colocó una mano en la frente teniendo el deseo de propinarse un golpe a sí misma por continuar siendo tan ingenua.
Y luego estaba la sorpresiva aparición de Neji en el lugar.
¿Qué era lo que ese muchacho pretendía?
¿Salir con dos mujeres al mismo tiempo?
Debía haberse vuelto loco.
Sakura no tenía ni siquiera que pensarlo. Aquella era una idea a la que nunca respondería afirmativamente.
Seguía queriendo a Neji pero la forma en la que había actuado provocó que su amor se paralizara. Aunque hubiera deseado que no sólo fuera este el que se congelara de pronto, sino que también lo hiciera el dolor, pero eso no pasaba y dudaba que llegara a pasar pronto.
Estaba molesta consigo misma porque siempre terminaba enamorándose de quienes le hacían daño.
Iba caminando por la calle sintiendo que de pronto su alma había abandonado su cuerpo. En poco tiempo había pasado de ser una chica llena de esperanza a ser alguien que se sentía como una muñeca con un vacío en el pecho.
Habría deseado que su vida fuera diferente entonces o que al menos, no hubiera sucedido aquella cita con Kakashi que había terminado por hacerla sentir peor de lo que se sentía.
No sabía cómo vería a su madre a los ojos cuando estaba cargando un semblante y una tristeza tan grande que la hacía sentir rebazada.
Tal como esperaba, cuando llegó a casa, su madre apareció en la cocina con una sonrisa en el rostro.
—Llegas temprano — le comentó.
Ella conocía a su hija mejor que nadie y al verla pudo adivinar casi al instante que algo estaba mal.
Sakura observó cómo su madre se secaba las manos mojadas en el delantal que tenía puesto sobre el vestido.
—Fue un desastre, mamá — admitió ella sorprendiendose a sí misma.
Mebuki echó una mirada escaleras arriba, hacia las habitaciones.
El padre de Sakura estaba en su alcoba leyendo el periódico de Konoha, pero para poder hablar con su hija tenía que asegurarse de que su marido no bajaría en un buen rato.
A Sakura le pareció que la farola que iluminaba la cocina se opaba de pronto y antes de marearse, se sentó. No quería preocupar a su madre más de lo que ya lo había hecho.
Su madre se sentó a su lado en el sofá.
—¿Quieres hablar de esto?
—Kakashi llegó al hospital para invitarme a salir, mamá — contó Sakura — la cita de esta noche fue con él.
Por supuesto Mebuki estaba sorprendida porque el sensei de su hija la hubiera invitado a salir, y este mismo hecho la llevó a pensar que quizá todo había terminado mal por algún reclamo de la gente hacia ellos o alguna cosa parecida. Pero en definitiva no se esperaba lo que su hija le diría.
—El día que me propuso salir pensé en lo repentino que era, pero no creí que hubiera algún problema con ello — hizo una pausa para respirar y no llorar — pero debí haber sospechado.
Ante esas palabras, Mebuki sintió que la angustia crecía cada vez más en su corazón.
—Sakura —rogó a su hija — ¿Qué pasó?
—Mamá, espero me perdones porque hay cosas que no te he contado para no preocuparte.
Su madre no dijo palabra alguna, solo envolvió las manos de su hija con las suyas.
—Como ya sabias, Neji y yo estábamos saliendo pero de pronto Ten - Ten le confesó sus sentimientos, mismos que había estado guardando por mucho tiempo. Entonces Neji se apartó de mí y se fue con ella. Sin embargo, él todavía continuaba al pendiente de con quien salía o lo que hacía.
Al mismo tiempo, ahora que ha regresado a Konoha, Sasuke me ha dicho que me quiere y que le gustaría que le diera una oportunidad para demostrarme que ya no es más el muchacho que se marchó de la aldea.
Con tantas cosas en la cabeza por mis sentimientos hacia Neji, terminé por decirles a ambos que me dejaran en paz, que no quería saber de ellos.
Una noche en la que ustedes se reunieron con los padres de Ino, yo decidí que era buena idea visitar a Kakashi sensei para charlar un rato ya que no tenía con quien hacerlo.
Cuando salía, Sasuke apareció y me preguntó a dónde iba, así que se lo dije sin problemas.
A pesar de que tal vez Sasuke pueda caerte mal por todo lo que he pasado con él, mamá, creo que lo que sigue no lo hizo de mala fé pero tampoco pensó en las consecuencias que esto podría traer.
Esa noche ya no asistí a casa del sensei pero sí charlé con Sasuke e incluso él fue mi apoyo cuando Neji apareció para terminar la relación que teníamos definitivamente.
Sasuke me dijo entonces que él quería que yo fuera feliz y me hizo saber también que si mi felicidad estaba en que él se alejara, lo haría.
Resultó ser mamá, que Sasuke buscó a Kakashi y le pidió que saliera conmigo, quería darme ánimos de alguna forma después de todo lo que me había pasado pero sabía que sí él me invitaba a salir, yo no aceptaría.
Mebuki sonrío al darse cuenta de cuanto habían crecido aquellos niños y en los enredos en los que se habían metido.
—Tal como me lo haz pedido no voy a juzgar a Sasuke. Sé que siempre haz tenido un cariño especial por él y es evidente que aún lo quieres pero de una forma diferente gracias a la llegada de Neji y — Mebuki soltó un largo suspiro — ahora es evidente que Sasuke te quiere también, de la misma forma en que tu lo  querías antes.
Lo que me parece extraño en este asunto, es que Kakashi haya aceptado hacer tal cosa aún cuando su reputación estaba en juego. Y si hay algo que repruebo por completo es el comportamiento de Neji para contigo.
Creía que era un buen muchacho pero ahora que me cuentas todo esto, mi percepción favorable hacia él ha caído.
—Aunque es duro de admitir en la posición en la que me encuentro, he pensado que tal vez sus sentimientos por Ten - Ten, recién descubiertos, lo hicieron actuar de una manera errónea.
—Puede ser. Pero no importa lo que me digas, será mejor que Neji no vuelva a lastimarte de esa forma porque si lo hace, me veré en la necesidad de enseñarle lo que una madre es capaz de hacer por una hija.
Mebuki depositó un beso en la frente de su hija y luego la estrechó contra sí mientras le decía:
—Siempre contarás conmigo, sin importar lo que pase. Yo siempre estaré aquí para apoyarte y para defenderte.
Sakura permaneció un buen rato entre los brazos de su madre, cuando de repente alguien llamó a la puerta.
—¿Quién llamará a estas horas? — inquirió la madre de familia, al tiempo que soltaba a su hija y se levantaba.
Sakura se levantó y siguió los pasos de su madre hasta la puerta.
Cuando observó la identidad de quien llamaba, sus hijos se desmesuraron y debió sostenerse de la pared.
—Buenas noches, señora Haruno — saludó Neji.
Mebuki no pudo ocultar su expresión de enfado.
—¿Qué es lo que quieres? — preguntó con brusquedad.
—Quisiera despedirme de Sakura.
A la muchacha le tomó un momento procesar aquellas palabras.
—Si dependiera de mí, no te dejaría hablar con ella nunca más. Pero es ella quien tiene última palabra.
La madre miró a su hija y Sakura asintió.
—Espero que no tardes mucho — dijo su madre con dureza.
—No lo haré, mamá.
Mebuki entró a su vivienda y Sakura y Neji permanecieron mirándose el uno al otro durante unos segundos.
—Vaya que me haz dado sorpresas esta noche — comentó ella con el fin de romper la tensión del ambiente — primero te encuentro en mi cita con Kakashi y ahora vienes a despedirte.
Neji asintió.
—Me voy de Konoha por un tiempo — observó él — me hace falta tomar distancia de este enredo.
La verdad era que aunque se había mortificado  al inicio, Sakura no se había tomado enserio aquello de que Neji venía para despedirse, por el contrario había pensado que sus palabras eran sólo una estrategia para que ella accediera a hablar con él.
Por su parte, Neji sabía que Sakura tenía un gran problema con la marcha de los seres queridos desde que Sasuke se fue, así que al verla frente a él, rígida de pies a cabeza, supo que ella estaba sufriendo.
—¿Podemos dar un último paseo? —preguntó él.
—Creo con sinceridad, que estás equivocandote de chica con esa petición.
Es probable que estando fuera necesites más esos recuerdos con otra persona que conmigo.
—Ella lo sabe ya — contó Neji a Sakura aún sabiendo que la lastimaría.
Sakura tragó con fuerza y sonrío a medias, mordiéndose el labio inferior.
Antes de que pudiera agregar algo, Neji habló.
— A ella no le pedí dar un paseo juntos, hablé con ella para... —No me interesa saber de qué hablaron.
—Tienes que saberlo.
—No —contestó tajante — voy por mi bolsa, antes de que me arrepienta.
Apenas ingresar a su hogar, Sakura avisó a su madre que saldría con Neji.
—Espero que no te arrepientas de salir con él después de todo lo que te ha hecho.
—Se irá de la aldea. Solo quiero que diga lo que tenga que decir.
—No te demores mucho, sabes que mañana tienes que trabajar.
—Lo tendré presente, mamá.
Te amo.
—También yo a ti Sakura, también yo a ti.
Cuando la puerta se cerró tras Sakura, Mebuki movió la cabeza negando mientras se masajeaba las sienes con los dedos de ambas manos.
Tenía un mal presentimiento sobre esto.
Sakura había sufrido mucho ya cuando Sasuke se marchó de la aldea.
Ahora que Neji repetía aquello, la madre de Sakura rogaba porque el golpe de esta acción no escalara tanto como en el pasado lo hizo con alguien más.

LOS SENTIMIENTOS DE SASUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora