SEPARADOS POR LA VIDA.

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Sin poder evitar el sentimiento de que estaba siendo una molestia para su antiguo compañero de equipo, Sakura Haruno pensó en regresar a la vivienda de Kakashi.
Era preferible estar ahí y pagar su estancia aunque fuera con su cuerpo, que quedarse en el hogar del joven Uchiha sin pagar nada, sobre todo después de haberle hecho saber que en verdad deseaba acostarse con quien alguna vez fue su sensei.
Mientras ella permanecía recostada en la cama de Sasuke, este se encontraba preparando la cena en la cocina.
Sakura supo que lo que Sasuke preparaba era para ella cuando, luego de un rato, lo vio de pie en la entrada de aquella habitación.
—La cena está lista —le avisó él.
Ella se sentó en el lecho de golpe, como un soldado nervioso ante la presencia de su superior.
—No tenías que molestarte de...esa...forma.
—No es ninguna molestia — a pesar de la oscuridad que reinaba en aquel cuarto, Sakura podía sentir la mirada fija de Sasuke sobre ella.
¿Qué pensaría de ella ahora? — se preguntaba Sakura en silencio.
¿Cuál sería el concepto en el que él la tendría?
El muchacho se apartó de la puerta casi sin que ella lo advirtiera.
Ella metió los pies en el sencillo calzado de su benefactor —volviendo a sentir vergüenza por ser una molestia — y se dirigió al comedor sin ser capaz de levantar la mirada.
La comida olía tan bien como sabía pero, la joven Haruno estaba luchando en aquel momento con un extremo nerviosismo que la llevaba a advertir que pronto vomitaria.
Cuando supo que no podría aguantar más, se levantó de la mesa de golpe y buscó con ojos urgentes el baño, sin embargo, al darse cuenta de que lo más probable era que no alcanzara a llegar, corrió hasta el fregadero de la cocina y devolvió sus alimentos.
Sasuke no pudo evitar alarmarse, abriendo los ojos tan grandes como su impresión al ver a Sakura en ese estado. No obstante no se acercó.
Aguardó a qué ella terminara de vomitar y enjuaguarse la boca para hacer la primera pregunta.
—¿Hay algo mal con la comida? — escuchó entonces como Sakura tomaba aire, aliviada.
—No — fue la respuesta que recibió un instante después — de hecho la comida está muy buena.
Lo que sucede es que mis nervios estaban de punta y se han juntado con toda la cerveza que he bebido antes, ya sabes, el nerviosismo y el alcohol no son buenos amigos. Uno siempre termina por echar al otro.
—¿Por qué estás nerviosa, Sakura?
La voz de Sasuke se pronto sonaba extraña, era notoria la ansiedad que había en ella al hacer aquel cuestionamiento.
Su mente comenzó a darle contestaciones anticipadas tales como: "la chica ya no es la de antes, y tú tampoco. Como no iba a estar nerviosa al estar con un criminal de tu rango".
Ella apenas había abierto la boca para responder cuando él la interrumpió.
—No voy a hacerte daño.
Sakura que regresaba al comedor con la cabeza abajo, pudo sentir el ardor en sus mejillas al darse cuenta de que la voz grave del varón, le había traído recuerdos de su adolescencia.
No pudo evitar sonreír.
—En aquella ocasión cuando traté de matarte... —continuaba él — yo... — detuvo su habla de pronto, cuando la escuchó reír.
La miró durante varios segundos y parpadeo con lentitud, sin poder creer que ella estuviera riendo de algo tan grave.
Pero ella no se detuvo.
Fue entonces cuando él también fue invadido por los recuerdos de aquellas sonrisas de la joven que aunque él deseaba en ese entonces, no mirar, siempre había tenido que hacerlo sin remedio.
Por un instante sintió que su adolescencia volvía, que él día era soleado con viento fresco, que Naruto aparecería con una tontería en cualquier momento y que Sakura estaba enamorada de él todavía.
Ella no pudo evitar percibir su tristeza.
—Sasuke... — comenzó diciendo ella mientras alargaba el brazo para tocarlo.
El dio un paso atrás enseguida.
No quería que ella lo sintiera como una amenaza.
Ella retrajo el brazo.
—Yo... —la escuchó decir él con dulzura — ya he olvidado ese incidente.
Sasuke la miró incrédulo de nuevo.
—Sé que el "tu" de ese tiempo, era diferente a como eres ahora y que tus sentimientos hacia todos han cambiado.
Siempre he creído en ti, Sasuke.
Las rodillas de él temblaron.
Sakura siempre había intentado redimirlo y ahora con esas palabras, lo hacía de nuevo.
Reafirmó con dolor que Sakura Haruno sería siempre su hogar, a pesar de haberla perdido de forma definitiva.
—No estoy nerviosa porque crea que vayas a matarme — dijo ella por fin — lo estoy porque no quiero ser una carga para nadie y ahora mismo lo estoy siendo para ti.
He perdido mi empleo como médico y no puedo volver a casa con mis padres. No después de la deshonra que les he causado.
—No importa cuanta gente te abandone — contestó él con seguridad — siempre podrás volver a mi.
Aunque ya no me ames, siempre seré tu hogar.
Sakura entonces se descubrió frágil.
El dolor que antecede a las lágrimas invadió su garganta y ella con presteza se sentó a la mesa y tomó la cuchara llena de comida para empezar a comer y disimular así, su llanto.
Vio de reojo como Uchiha ocupaba un asiento lejano a ella en la mesa.
—Tampoco importa que te hayas enamorado de otro hombre —le hizo saber — sea Neji o Kakashi, tendrás siempre la libertad de seguir con tu vida aunque vivas conmigo.
No tienes que contenerte de ninguna forma y por ninguna razón.
Aunque Sakura en el presente sentía que estaba lejana de Sasuke de forma sentimental, algo en ella se rompía cada que lo escuchaba hablar.
Quería pedirle que se detuviera, quería decirle que no había razón para que le dejara en claro aquellas cosas, pero no lo hizo. Porque deseaba dejarlo expresarse tal y como él quisiera hacerlo.
Sasuke se había callado muchas cosas por demasiado tiempo. Ella no sería quien le pusiera una traba a su expresión.
—No tienes que preocuparte por esta noche —siguió Sasuke — hoy estaré fuera debido a que Naruto tiene demasiado trabajo y prometí ayudarle.
Sigue siendo un tonto aunque ya sea más responsable.
Sakura volvió a reír.
—Comprueba cuando me haya marchado que las puertas estén bien cerradas y también las ventanas. Yo lo haré antes de irme pero me deja mas tranquilo que tu también lo hagas.
No quiero que corras ningún riesgo.
Ella lo miraba atenta.
—Hay armas debajo de la cama — él proseguía — puedes tomar la katana o cualquiera que te apetezca si algo llegara a pasar.
Sé que ya no necesitas que te diga todo esto porque te haz convertido en alguien muy fuerte pero de cualquier modo, necesito que lo sepas.
Ella asintió con el ceño fruncido, grabandose la información que él le daba.
—En el refrigerador hay frutas y verduras. Si no quieres cenar lo que te he hecho o si sientes apetito por alguna cosa, siempre puedes disponer de lo que hay dentro.
—Todo va a estar bien, hombre — Sakura le dijo al tiempo que le sujetaba el dedo índice de la mano derecha — no te preocupes tanto.
Sasuke no rompió la unión que Sakura había hecho y ambos caminaron así, hasta un sofá que había en la sala de la casa.
Se sentaron al mismo tiempo y Sasuke entonces pareció transformarse en el adulto que estaba a punto de contarle un cuento a una niña.
Sakura con sus grandes ojos verdes, lo miraba a la espectativa de lo que le diría.
—Hace muchos años, Itachi tuvo a alguien que amó, estoy seguro.
—Izumi — susurro Sakura casi sintiendo que le faltaba al respeto al mayor de los Uchiha solo con mencionar el nombre de la joven.
Sasuke asintió.
—Mi hermano amaba a Izumi pero al final no pudo protegerla de él mismo.
La expresión de Sakura decayó bastante con dichas palabras.
—Y a mi estuvo a punto de pasarme lo mismo contigo.
Estuve a punto de terminar con tu vida, tampoco iba a ser capaz de protegerte de mi mismo. Y le agradezco a Kakashi el haber intervenido.
Ahora, tengo la oportunidad que Itachi no tuvo.
Puedo cuidar de ti aunque los sentimientos entre nosotros no correspondan.
Sakura no fue capaz de decir nada.
Sentía un gran respeto por Itachi y una gran tristeza por la separación entre ambos.
Sin duda la vida no era justa.
Fue la misma vida que separó a Itachi e Izumi la que los había separado a ellos. La que había decidido llevarlos por caminos diferentes, la que los había hecho seguir caminos diferentes.
La misma que los había llevado a tener en el presente, sentimientos diferentes. 

LOS SENTIMIENTOS DE SASUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora