LOS SENTIMIENTOS DE SASUKE

LA VOLUNTAD DE UN NINJA...EN EL AMOR.

En ciertos momentos, Sasuke Uchiha sentía una especie de culpa extraña por haber decidido expresar de manera tan abierta lo que sentía por Sakura. Incluso llegaba a enfadarse por verse atraído por ella. Y no era para menos, porque hasta a él se le hacía difícil creer que después de tantos años, estuviera sucumbiendo a una emoción tan infantil como era el amor.

Lo peor del asunto radicaba en que de todas las maneras en las que pudiera comportarse un hombre enamorado, había caído en la peor de todas. Transformándose en el varón que no lograba ocultar sus celos y que no podía si quiera fingir que ignoraba a la mujer que amaba.

En varias ocasiones se había preguntado si la totalidad del clan Uchiha era del mismo modo que él en ese terreno.

Personas que para el exterior - para la gente que no formaba parte de sus afectos - se mostraban fríos y capaces de dominar sus emociones. Pero que con su familia y sobre todo para las mujeres que amaban, tenían una cara distinta en su totalidad.

Haciendo memoria él nunca –en toda su estancia en la aldea – había dejado desprotegida a Sakura.

Ahora, estando sobre el techo de la vivienda de Naruto, se daba cuenta de que no importaba cuanto se esforzara por dejar de lado su amor por Sakura, porque así ella lo rechazara, él no dejaría de protegerla.

Colgó los ojos en el ventanal de la habitación iluminada, esperando que Neji siguiera dormido durante horas para que Sakura no tuviera más tratos con él; Deseaba que todo estuviera tan tranquilo como hasta ahora hasta que llegaran Naruto y Hinata.

Esos dos eran unos idiotas.

¿Cómo era posible que teniendo un familiar herido, pudieran continuar divirtiéndose como sin nada?

En realidad él no estaba interesado en el hecho de si les importaba el muchacho Hyuga o no. Lo que no le parecía era que hubieran dejado a Sakura a solas con él.

En el interior de la habitación, Sakura había empezado a sentir hambre. Lo cual era normal después de haber vaciado en el estómago hacía ya un rato.

Antes de levantarse de la silla que ocupaba, la joven dejó el pañuelo empapado de agua tibia en la frente del muchacho. También ya que iba a la cocina, aprovecharía por traer un vaso de agua del grifo que colocaría bajo la cama donde yacia Neji para liberarlo de las malas energías que podía acarrear debido a encontrarse débil.

Tenía también que mirar si había comida en la estufa o en la nevera por si acaso el primo de Hinata despertaba con hambre.

Si no había en ninguno de los dos lugares, entonces tendría que prepararle algo con lo que tuviera a mano.

Aunque sabía que Neji estaba durmiendo profundo, Sakura le sonrió y susurró un cariñoso: "Ahora vuelvo."

Sasuke que observó el comportamiento, puso los ojos en blanco impaciente porque la fémina saliera de una vez por todas de la recamara para que él pudiera entrar sin que ella lo advirtiera.

Por suerte el ventanal estaba semi- abierto para que el aire pudiera refrescar el ambiente en el que estaba uno de los poseedores del Byakugan.

En cuanto la puerta se cerró tras la espalda de la mujer que amaba, Sasuke se dio a la tarea de internarse en la pieza.

Una vez que consiguió hacerlo, comenzó a seguir los pasos de la chica hasta la cocina. No quería perderse un detalle de cómo actuaba al cuidar a la persona que lo había reemplazado en el corazón de la joven Haruno.

Con cautela y siempre buscando un lugar en el cual esconderse por su Sakura llegaba a sentir su presencia, Sasuke comenzó a avanzar hasta que pudo tener una visión clara de los movimientos de la muchacha.