LA SOSPECHA DE NEJI

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  Al despertar de aquel desmayo, los ojos de Sakura se desmesuraron tanto en un inicio, cuando había divisado a Sasuke desde la mesa. No obstante ahora aquellos ojos verdes, revelaban una emoción muy distinta a la sorpresa; Ahora la joven Haruno estaba siendo presa del miedo.
Durante unos segundos se quedó mirándolo con fijeza y con los labios entreabiertos como si estuviera tratando de encontrar las palabras exactas para expresarse. Pero nada salió de aquella boca. Lo único que sucedió fue que Sakura se apartó del cuerpo de Sasuke apoyando las manos con fuerza en su pecho.
-¿¡Quién eres tú?! – Gritó - ¿Qué es lo que quieres?
Aunque la expresión de Sasuke no se alteró ni un ápice, la repentina reacción de la joven lo desconcertó.
Ante su silencio Sakura continuó hablando.
-Te hice una pregunta. Y será mejor que respondas si no deseas que ponga sobre aviso a la gente de la aldea.
Aquella amenaza, hizo que una media sonrisa se apoderara del rostro del Uchiha.
-¿Vas a decirme que me has olvidado? – inquirió Sasuke, en aquel tono grave de voz que lo caracterizaba.
Sakura frunció el entrecejo al tiempo que sonreía de manera burlona.
-El que se ha olvidado de su forma de ser, eres tú, Sasuke.
Sakura había hecho énfasis en el nombre del ninja, puesto que su intención era hacerle ver que había descubierto que se trataba de un farsante.
Por supuesto, Sasuke había entendido su sarcasmo desde un inicio.
Sin duda, Sakura hacia bien en sospechar de todos y de todo.
Su educación de shinobi, había resultado exitosa.
-¿Creías que caería en tu juego solo por el afecto que alguna vez le tuve a ese muchacho, no?
Aquel cuestionamiento había sido para Sasuke, equivalente a que le rociaran con ácido.
Debido a su rabia, Sakura no se había dado cuenta de que un montón de señoritas y también de muchachos, se encontraban rodeándolos. Presenciando el alboroto.
-Buen juego – siguió diciendo la fémina – pero me temo que erraste al pronunciar tan conmovedoras palabras y por lo tanto al dirigirte con tanto afecto hacia mi persona.
El verdadero Sasuke Uchiha, jamás diría algo así.
Por lo que te invito a revelarme tu identidad, ahora que estoy siendo amable.
Sakura sentía que el corazón estaba a punto de salírsele del pecho, pero aun así, ajusto los guantes a sus manos y luego convirtió ambas en puño.
-¿Eso es una amenaza? – inquirió Sasuke, soltando una pequeña risa con la que la desestimaba.
El muchacho hubiera podido no contestar y en su lugar, darle pruebas suficientes de que en realidad se trataba de él. Pero ahora que admiraba la faceta violenta de Sakura, se daba cuenta de que le resultaba en extremo seductora. Así que tomó la decisión de provocarla un poco.
-Tómalo como quieras. Pero no me conmoveré de ti aunque me supliques.
-Bien, ataca. Estoy listo.
La expresión de Sakura se llenó de enojo y fue entonces cuando lanzó el puño cerrado con todas sus fuerzas hacia el rostro del joven.
Sonrió victoriosa al pensar que aquel golpe destruiría todo la fanfarronería de aquel sujeto que pretendía hacerse pasar por su antiguo compañero y amor platónico.
No obstante su sorpresa fue gigante, al ver que aquel joven, esquivó su ataque con toda facilidad. Y por si fuera poco, logró sujetarle el brazo.
En consecuencia de aquel movimiento, los rostros de la joven Haruno y del muchacho Uchiha, quedaron tan cerca que uno sentía la respiración del otro.
La sangre subió de prisa a la cara de la fémina, quien de inmediato buscó safarse del agarre de su contrincante.
Sasuke se preparó para otro ataque por parte de ella, pero eso no sucedió.
Observó como la chica caminaba hacía el baño, tambaleándose.
Desde afuera, se quedó temiendo que cayera desmayada a medio camino. Pero eso no pasó.
Sakura comenzó a moverse en dirección a los lavamanos sosteniéndose de la pared y apenas llegar, abrió la llave y el agua comenzó a fluir.
Juntando ambas manos, Sakura reunió la mayor cantidad de agua posible y se lavó la cara con ella, una y otra vez.
Tenía que hacer algo.
Si ese hombre era en realidad Sasuke, entonces algo sucedía.
Algo que la aterraba.
Desde que la aldea de la hoja había hecho público el regreso del menor de los Uchiha, Sakura no había coincidido con él ni una sola ocasión y era muy raro que se encontraran en esa situación y las palabras dichas por él...
-Tienes que calmarte – susurró para sí misma.
Su cuerpo entero temblaba.
Al salir del baño, Sakura se preparó para encarar a Sasuke.
Pero en lugar de encontrarlo a él, vio a un sin número de mujeres tratando de obtener su atención.
Aquello encendió un viejo reflejo.
Celos.
Sakura se detuvo mirándolo con enojo.
Sasuke leyó su mirada.
En realidad él estaba siendo asediado por aquel gran grupo de mujeres, pero a ninguna le había mostrado interés.
Al ver llegar a Sakura, apartó con facilidad a cada dama y sonrió para sus adentros, sin arrepentirse de haber permanecido entre la multitud de féminas. Pues eso le había servido para comprobar que la joven todavía sentía algo por él.
Conteniéndose para no derrumbar de un puñetazo una de las paredes del lugar, Sakura ignoró la presencia de Sasuke y volvió a la mesa con Neji.
-Disculpa por haber demorado tanto – fue lo primero que dijo la joven.
-No pasa nada – respondió Neji - ¿todo está bien?
-Sí – contestó ella, todavía con la mirada puesta en el pasillo que llevaba hacia los baños.
La charla se reanudo para ellos, pero Sakura se encontraba nerviosa.
Sasuke pasó tras ella y ocupó su sitio en el restaurante.
Sakura sonrió nerviosa.
-Me apetece una bebida – dijo a Neji – me siento acalorada de pronto.
-¿Estas segura de que todo está bien? – inquirió Neji de nuevo.
-En absoluto –aseguró Sakura – sucede que me vi envuelta en un incidente desagradable en los sanitarios, pero ya ha pasado.
Ante la tardanza de Sakura, Neji había pensado en utilizar el biakugan para cerciorarse de que todo estuviera en orden pero se inclinó por no hacerlo. Pues no sabía hasta qué punto podría violar la privacidad de las mujeres haciendo aquello.
Atendiendo al pedido de su compañera, Neji levantó el brazo para llamar al mesero.
-¿Qué se le ofrece? – inquirió el sujeto, en medio de ambos individuos.
-Yo quiero una botella de sake – pidió Sakura, avivando las sospechas de Neji de que algo fuera de lugar pasaba.
-¿Para el caballero? – preguntó el empleado.
-Solo agua.
-Tráigame más de una botella de sake – agregó Sakura a prisa.
Neji asintió. Dándole así, luz verde al mesero.
Luego de que hicieran su pedido al trabajador, Sakura se esforzó por concentrarse en la cita que estaba teniendo. Pero entonces arribó a su mente aquel instante de hacía unos minutos en el que Sasuke y ella habían quedado tan cerca que bien hubiera podido tocar sus labios.
Algo con lo que durante mucho tiempo fantaseo.
Mientras tanto, en su lugar, Sasuke experimentaba una mezcolanza de diversión y celos.
Diversión por haber provocado a Sakura y haber disfrutado de volver a causarle timidez como en los viejos tiempos.
Celos porque el chico del clan Hyuga, no se mostraba serio en exceso como siempre hacia. Sino que sonreía, encantado con la presencia de quien había vuelto a ser la mejor amiga de Ino Yamanaka.
Llegado el sake, Sakura se apresuró a beber la primera botella. Aun cuando Neji le advirtió que si bebía a ese ritmo, el alcohol invadiría su organismo con demasiada rapidez.
Sasuke negó con la cabeza cuando se percató de que la joven se había terminado en pocos tragos la primera botella y miró con seriedad a Sakura cuando comenzó a servir en pequeños vasos tequileros, la segunda.
-Sakura- susurró.
En cuanto a la joven Haruno respectaba, su cabeza había iniciado una batalla.
Era injusto que después de tanto tiempo Sasuke Uchiha se apareciera frente a ella como si nada y se expresara de aquel modo que no era propio de él.
Era cruel que estuviera actuando de aquella manera después de haberla dejado abandonada en una de las bancas de la aldea.
-¿Qué pretendes? – lanzó de pronto al aire.
Neji cortó su habla al instante, dejó el tema que desarrollaba para la joven y agregó.
-No tienes que sentirte insegura conmigo.
¿Qué fue lo que sucedió en el baño?
-Sasuke Uchiha – contestó ella con tristeza.
-¿Uchiha? – inquirió él, alerta de pronto.
La muchacha asintió.
-¿Dónde?
-En una mesa de este lugar.
No voltearé para mostrártelo.
-No es necesario – agregó él – ya lo busco yo.
Sakura golpeó apenas su frente contra la mesa.
Hyuga había iniciado su búsqueda.
Y entonces al mirar a su izquierda, lo encontró.
El rostro tan sereno como siempre, pero los ojos destellando de enojo al parecer.
Ahí estaba, Sasuke Uchiha.  

LOS SENTIMIENTOS DE SASUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora