ORGULLO DE UCHIHA.

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Impresionada por las palabras de quien en tiempos pasados fuera su sensei, y sin poder creer en su invitación, Sakura se levantó a medias de su cómoda silla y se estiró por encima del escritorio, hasta que su mano alcanzó a tocar la frente de Kakashi.
-¿Tiene fiebre, sensei? - la pregunta solo consiguió que el hijo del colmillo blanco, se sintiera todavía más incómodo con lo que se encontraba haciendo; por suerte, llevar la máscara que le cubría el rostro casi en su totalidad, le evitaba la vergüenza de que Sakura se diera cuenta de lo mal que la estaba pasando.
Recordó las técnicas de seducción aprendidas en los libros de Jiraiya, pero sobraba decir que ninguna era apropiada para aplicarla a aquel momento y tampoco con una joven de la clase de Sakura. Pero era demasiado tarde para huir.
Ojalá se hubiera tomado un poco más de tiempo para pensar en la petición que Sasuke le había hecho. Seguro ninguno de los jounin en la academia, hubiera accedido a hacer algo de esa naturaleza.
Le había estado dando tantas vueltas al asunto, que ni siquiera había puesto atención a lo hermosa que era Sakura y lo sensual que estaba, enfundada en el traje de ninja médico.
Se pasó una mano por el cabello mientras se reprendia mentalmente por estar pensando así de una chica a la que había visto crecer.
Tampoco se percató de que la muchacha de la familia Haruno, había sentido el cambio en su mirada. Antes Kakashi la había estado mirando como siempre, pero ahora había algo diferente, era como si estuviera escrutando cada parte de su cuerpo. Pero — por extraño que fuera — ella no se sentía incomoda con ello.
Recordó entonces su idea de aquella noche, esa en la que estaba decidida a hacer una visita a su sensei, que no tenía fines amistosos.
De pronto ambos habían hecho contacto visual y apenas fueron consientes, retiraron la mirada, apenados.
Kakashi había dirigido la mirada al suelo, mientras pensaba en que nunca antes había reparado en la energía que Sakura era capaz de transmitir. Ahora se daba cuenta de por qué Sasuke se había enamorado y tal vez lo había hecho de la misma forma en la que él había notado aquella energía especial en la fémina: Sin darse cuenta.
Luego de unos minutos de silencio en el que ninguno se atrevía a mirar al otro aún, Sakura preguntó:
-¿Entonces... es enserio?
Kakashi reacomodó su postura en la silla, relajando el cuerpo y alargando la mano al escritorio.
-Muy enserio - contestó.
El rubor apareció en las mejillas de la joven.
-¿A qué hora? - preguntó, sonriendo con timidez.
-¿Las ocho? - inquirió Kakashi, esperando su confirmación.
-Hecho - dijo ella.
-Hecho - le contestó él.
Una vez que la misión "propuesta" fue cumplida, Kakashi se despidió de la muchacha y caminó sin saber con exactitud a dónde se dirigía.
Necesitaba liberar la tensión que se instauró sobre sus hombros y cuello, desde el momento en que entró al consultorio.
Sacó uno de los libros de Jiraiya, con la intención de separarse por un buen rato de la realidad.
Si la cita sería hasta las ocho, tenía tiempo de leer unos cuantos capítulos. Aunque después de unos segundos, sus pensamientos lo hicieron cuestionarse la intención de leer aquel libro.
¿El por qué? Sentía vergüenza de admitirlo, pero la sensual e involuntaria postura de Sakura, todavía seguía impresa en su mente.
Puso su atención en el libro, yendo en contra de lo que su mente pudiera advertirle. Pero después de un rato, ya bastante alejado del hospital, escuchó el crujir de las hojas secas tras él.
Alguien estaba siguiéndolo.
Continuó caminando sin inmutarse.  Sin embargo por el rabillo del ojo, prestaba atención a cada movimiento a su alrededor.
Escuchó la voz de Sasuke, al mismo tiempo que su mano se posaba en su hombro.
-Kakashi - lo llamó con suavidad - gracias.
-No tienes que agradecerme nada, Sasuke. En lugar de eso preferiría que te pusieras a pensar en sí de verdad quieres que esto pase.
Piensa que podrías sacar mayor ventaja de la situación, si quien estuviera con ella fueras tu.
-No creo que Sakura pudiera disfrutar de una cita conmigo.
Kakashi detuvo su andar, dejando que el joven Uchiha emparejara su camino al de él.
-¿Sakura? - inquirió Kakashi - hablamos de la misma Sakura ¿no?
En el rostro de Sasuke surgió una sonrisa casi imperceptible ante la mención de ese nombre.
El varón Uchiha respondió al cuestionamiento de su compañero, con un asentimiento.
-Entonces hablamos de la misma niña que lo daba todo porque Sasuke la notara.
Aquella declaración dejó caer en el menor de los Uchiha, el peso del arrepentimiento.
-Esa niña ha crecido mucho - contestó Sasuke después de un rato - su tono era suave pero melancólico - y su forma de pensar ha cambiado también.
El aire se llevó unas cuantas hojas de los árboles de alrededor, antes de que Kakashi diera respuesta a las palabras de Sasuke.
-No podemos negar que ha crecido - sus palabras flujeron con acostumbrada tranquilidad - pero aún recuerda el pasado. Y le duele.
Aunque te cueste aceptarlo Sasuke, eres un luto que Sakura siempre ha llevado.
Es cierto que con tu regreso a la aldea, este se ha hecho menos visible. Pero que no pueda verse con facilidad, no quiere decir que haya dejado de existir.
- Es justo por ese luto - expresó el muchacho - que respeto sus decisiones.
Ella ha dicho que no quiere saber nada de mi, y lo menos que puedo hacer después de haberle ocasionado tanto tormento tiempo atrás, es dejar que corra hacia su libertad.
-Una libertad que tal vez ella misma está forzando porque sigue atrapada en ese vínculo que durante tanto tiempo tuvo contigo.
-Sí eso es así entonces ¿Cómo explicas que se haya enamorado de Neji?
-¿Alguna vez te has puesto a pensar en todo lo que Hyuga y tu tienen en común?
De nuevo se hizo el silencio.
-Sé que podría no gustarte tener que buscar todo eso que ambos comparten. Pero... si lo piensas un poco,  todo cobrará sentido para ti.
-Puede que tengas razón y encuentre todos esos puntos en común. Pero la apariencia entre uno y otro, siempre será distinta.
-Si conociéramos en su totalidad como funciona la mente, nos sorprenderiamos.
Sasuke levantó la vista al cielo.
-¿A dónde la llevarías, Sasuke? - preguntó de pronto Kakashi.
Sasuke volvió la cabeza sin comprender.
-A Sakura - aclaró Kakashi mientras sonreía por debajo de la máscara - si tuvieras una cita con ella, a donde la llevarías.
Sasuke continuó mirando al cielo, pero ahora parecía pensar.
-A aquella banca - le contestó.
-¿Um?
El rumor del viento sacudió las hojas una vez más.
-La llevaría a la misma banca en la que la dejé, la noche en la que me marché de la aldea.
Kakashi no pudo evitar sorprenderse.
Sabía que Sasuke era un muchacho de sentimientos profundos, que bajo aquel silencio, guardaba palabras que no se atrevía a expresar.
Y lo comprendía.
Por sus años de adolescente, Sasuke tenía toda la razón del mundo para sentir odio, para perseguir sin descanso el mejorar para vengar la muerte de sus seres amados. Sin embargo ahora, se regocijaba al darse cuenta de que en su interior, todas las personas que habían estado a su lado en aquellos tiempos de juventud, habían significado mucho para él. No obstante, ahora había vuelto para recuperar a quien más peso tenía para él.
No pudo evitar que su mente comenzara a imaginar a un Sasuke que aún a la distancia, cada noche antes de dormir recordaba a Sakura.
-¿Qué estás imaginando? - preguntó Sasuke cortando las imágenes en su cabeza de tajo.
-Que quien debería salir con ella, eres tú.
-¿Otra vez con eso?
-Sí.
-Ella me odia.
-¿Qué?
¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?
Sasuke no pudo evitar sonreír, antes de contarle a Kakashi.
-Una noche, le dije que durante mi largo tiempo fuera de la aldea, tuve una relación con una chica.
Su nombre era Karin.
Tuvimos que relacionarnos, pero no de la forma que Sakura cree. Éramos solo compañeros de equipo.
-¿Y por qué le hiciste creer lo contrario?
-Despertó mis celos, y fue lo único con lo que se me ocurrió contraatacar en aquel entonces.
Kakashi soltó un largo suspiro.
-En definitiva haz cambiado. Pero algo de tu orgullo sigue intacto.

LOS SENTIMIENTOS DE SASUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora