El destino

9

Germany

—Conmigo— dijo tranquilamente.

¿Con... él? ¿Había escuchado bien?

—¿Qué?— casi grité.

—Bueno, si no quieres puedo...

—Espera, ¿estabas hablando en serio?— lo interrumpí.

Lo pensó por un momento y después respondió como si nada:

—Mmm... ¿sí?

Por alguna razón que desconozco, comencé a reír. Lo único que lograba pensar era que él estaba bromeando.

—Es una broma, ¿no?

Él negó con la cabeza y se acercó a mí, demasiado cerca para la salud de mi corazón.

—Algo que tienes que saber, es que odio las bromas. Así que no. No estoy bromeando—se separó y sonrió de lado—. Es la última habitación.

Y dicho eso, se marchó.

Sentí un cosquilleo en el estómago pero lo ignoré fácilmente.

Yo no estaba acostumbrada a que un chico me hablara mientras miraba cada centímetro de mi cara. En realidad, no estaba acostumbrada a que los chicos me hablaran. Pero él lo hizo y muy tranquilo, como si estuviera muy acostumbrado...

Chase

Nunca, en toda mi vida, había coqueteado de esa forma con una chica. No es por presumir pero... normalmente siempre son las chicas las que coquetean conmigo.

Me acercaba a Germany y hacía cosas que la pusieran nerviosa solo porque me encantaba verla más roja que un tomate.

La verdad nunca he sido mucho de chicas. Con mis problemas basta y sobra. Ahí está de ejemplo mi experiencia con Lara.

Aaron es el que anda con una chica diferente cada día, no yo. Por eso es que no tiene novia, ni piensa tenerla.

Nosotros tenemos una amistad normal. Supongo. Él se emborracha, yo lo cuido. Él va a fiestas para divertirse, yo solo voy porque no me queda de otra. Él cuenta chistes, yo ni siquiera me río. Él ve las series basadas en libros, yo leo esos libros. Él se rompería un brazo si le pegara a alguien, yo rompería el brazo de ese alguien.

Creo que se entiende.

Para él, soy muy aburrido. Pero yo me considero solo... No, en realidad si soy muy aburrido.

Volviendo al tema de Germany, ahora iba a dormir en mi habitación.

Estoy seguro de que ella piensa que va a dormir conmigo, literalmente, pero no es así. Va a dormir al lado de mi cama, en otra cama.

Podría gustarme mucho, pero no dormiría en la misma cama con ella sin su consentimiento. Ya, si ella me lo pedía era otro tema.

Germany

No podía dejar de ver el espejo que había en el baño de Chase. Estaba quebrado y con manchas de sangre esparcidas por todo el vidrio. Incluso algunas habían salpicado la pared.

Mi mente lo conectó con los nudillos lastimados de aquel día y no pude evitar estremecerme por imaginar el dolor de los golpes.

Yo pensé que él le había pegado a otra persona. Pero no, le pegó a su espejo.

Eso debió doler y mucho.

Salí del baño con un milímetro de distancia separando mi ser normal de mi ser histérico. ¿Cómo podría calmarme ahora que sabía lo que pasó realmente? ¿Qué clase de pensamientos pudo tener para hacer eso?