La vida es difícil, pero más difícil será si las ves de tal forma...
Germany
Después de bastantes días aguantando, mi cuerpo ya estaba rindiéndose poco a poco. Me sentía cada vez más débil y sin salvación.
Llevaba, aproximadamente, dos horas sin quitar la vista de la gran pared que tenía al frente. Todo estaba terriblemente sucio, y si miraba el lugar, seguro me daría una gran depresión. Así que decidí no mirar más a mi alrededor, y pensar en cosas bonitas.
No habían muchas, pero se intentaba.
Escuché como la puerta se abrió. Y, a juzgar por los pasos, eran dos personas.
—Aquí está— habló Estean.
Agh...
Volví mi vista hacia él y enseguida, mi cuerpo unió fuerzas para querer estrangular a mi visita del día de hoy.
Estaba tan hermosa como siempre, pero el asco era más enorme que la gracia inexistente que generaba en mí.
—¿Por qué está ella aquí?— pregunté mientras la intentaba matar con la mirada.
Lamentablemente, no podía acercarme a ella. Gracias a las hermosas cadenas que rodeaban mis muñecas, no podía hacerlo.
—¿No te alegras de verme, cariño?— hizo un mohín y se acercó a mí—. Mira que yo estoy feliz, ¿eh?
Juro que estaba a un segundo de escupir en su cara, pero Estean interfirió, llamándola:
—Lara— dijo su nombre, nombre que me hacía arquear—, deja a la niña en paz. Después te divertirás, ahora, tienes que hacer tu parte.
—Uh, mi parte— dejó su mirada oscura en mi cuerpo, y sonrió de la manera más aterradora que había visto—. Por si no lo sabes, mi parte tiene que ver con Chase. Una disculpa pero... tú me lo quitaste una vez, ahora es mi turno— guiñó un ojo, pero antes de apartarse, subí mis manos hasta su cara y rasguñé su mejilla con el filo que tenía la cadena de la mano derecha.
Tenía muchas ganas de hacerlo, y también, muchas razones.
—Chase es un ser humano, no un objeto, idiota— mi rabia sobresalió.
Ella se quejó y me insultó, ocasionando en mí, no más que absolutamente nada.
Estean la rodeó en un abrazo, llevándosela para afuera de la habitación.
Sonreí en satisfacción, pero me vi en la obligación de quitar esa sonrisa inmediatamente, ya que el dolor me estaba matando.
Ayer, mi querida madre regresó, y quiso inyectarme un no sé qué. Claro que yo no me iba a dejar, entonces comencé a lanzar patadas a todo el que se acercara. Y, sin querer—o tal vez un poco sí—, la pateé a ella.
Se sintió muy bien no ser la chica miedosa, a la que todo el mundo podía pisotear cuando quería; pero gracias a eso, ahora mi labio palpita muchísimo por el golpe que me gané.
Por suerte, aún no me lastimaban tanto como para causar un daño mayor en gravedad. Gracias al cielo han sido, dentro de lo que cabe, buenos conmigo.
Chase
Esto estaba siendo una tortura.
Ya habían pasado doce días. Doce malditos días sin verla, sin escucharla, sin saber dónde está, cómo está; no sabía absolutamente nada de ella.
Podían estarle comiendo la cabeza los gusanos y yo no lo sabía. ¡Maldita sea! No sabía si la mujer de mi vida estaba muerta.
—Toma— Abbey me lanzó un tarro repleto de almendras.
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El destino
RomanceEl destino. Es inevitable, sobrenatural e impresionante. Todos piensan que es algo bueno, sin embargo, no lo es en todos los casos. Te puede llevar a lugares y momentos horribles, o traer malas personas a tu vida. Mi pasado fue así por obra del mar...