13

49 4 0
                                    

Germany

Sentía un caluroso cuerpo detrás de mí. Todavía estaba un poco dormida y no tenía idea de quien era. Abrí mis ojos rápidamente y volteé mi cabeza para ver a quien sea que estaba en mi cama.

Ah, es Chase.

Por un momento sentí alivio, pero... ¡era Chase!

Algo parecido a un grito—muy ridículo—salió de mi boca, repentinamente.

Él aún con los ojos cerrados hizo un pequeño gruñido en protesta, y quitó la mano que estaba encima de mí para llevársela a sus ojos.

—¿Por qué todas las mañanas me tengo que despertar de una forma extraña?— preguntó, estirando su hermoso cuerpo como si no se diera cuenta de que... ¡estaba en mi cama!

—No lo sé. ¿Por qué estás en mi cama?

Presté más atención a... todo él y... Por todos los santos que hay en el cielo.

Yo y mi manera de hablar cuando veo algo que me gusta...

Aparté la vista para ponerla en cualquier cosa que no fuera él. Detallaría cada parte de su cuerpo, pero después de que me diera una explicación razonable.

—¿No te acuerdas?

Ay no, no, no y no. Esa es la frase de todas las películas en las que... no, no y no.

—¿De qué me tengo que acordar exactamente?

Seguía sin abrir los ojos, pero ensanchó una sonrisa increíblemente hermosa.

—¿Estás haciendo una de esas expresiones exageradas, no es así?— dijo en una voz muy ronca—. No es lo que piensas, señorita. Ayer tuviste un ataque, te ayudé, después nos besamos y dormimos en la misma cama. Pero tranquila. Lamentablemente no pasó nada.

Me podría acostumbrar a su voz ronca.

Ignorando tooooodo lo atractivo que tenía Chase en ese momento, ya empezaba a recordar todo lo que había pasado anoche.

Me acomodé de lado y comencé a admirar su belleza.

El sol pasaba por la ventana en rayos que daban directamente a su rostro, por lo que todavía no abría sus lindos ojos. Pero así era mejor, porque podía mirar cada una de las fracciones de su cara sin que se diera cuenta.

Su cabello rubio estaba terriblemente desordenado y se veía mucho más claro de lo normal. La piel de su cara se veía pálida y eso hacía que sus rojos y gruesos labios destacaran en esta. Sus cejas doradas eran pobladas y sus pestañas reposaban en sus pómulos como si pesaran. Su nariz era recta y su mandíbula estaba perfectamente definida.

Resumen: todo en su cara era demasiado bueno para ser real.

Bajé mi vista hasta su cuerpo y... ¡Buenos días!

En su cuello se marcaba una gran nuez que se movía cada vez que tragaba. Pude ver algunos lunares en su torso definido, y esto lo hacía aun más atractivo.

Es que las líneas estaban marcadas en cada uno de los lugares específicos. ¿Cómo podía ser eso posible?

Casualmente no tenía camisa y se podían ver por completo todos y cada uno de sus músculos. Pero más abajo de ahí no pude ver, porque desgraciadamente la sábana lo tapaba.

Segundo resumen: todo en su cuerpo era demasiado sexy para ser real.

Chase Ryder era demasiado perfecto para ser real.

—Ayer te pedí que no te quitaras la camisa. ¿Por qué no está en su lugar?— carraspeé.

—Tenía calor—sonrió de lado—. ¿Estás viendo mi cuerpo, señorita?

El destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora