Nota:
Hay cosas cuyo significado y labor en la historia y con los personajes, fueron inventadas por mí. Eso quiere decir que obviamente no existen.Gracias por su atención.
...
Correr. Terminar. Largarme de aquí lo antes posible.
Esas eran mis prioridades. Solo podía pensar en eso mientras entrenaba como un loco y las gotas de sudor caían desde mi pelo hasta llegar a mi piel y así resbalar por todo mi cuerpo.
Corría desenfrenadamente, dejando así a mis pulmones agotados, y a mi corazón latiendo a una velocidad máxima.
—¡Cien al suelo!— gritó Pepe, nuestro entrenador.
Comencé a hacer rápidamente las lagartijas para así terminar e irme para el campo de tiro, como lo hacía siempre. Eso no era parte de mi entrenamiento, pero yo lo hacía porque simplemente quería.
Noventa y siete, noventa y ocho, noventa y nueve, cien.
Me levanté con una sonrisa de satisfacción en la cara porque al parecer yo fui el primero en terminar. Y también porque con Dominik había apostado quinientos dólares a que yo terminaría primero. Lo había hecho porque sabía que iba a ser el primero, claramente. No era tan estúpido.
Era uno de los que llevaba más tiempo aquí, junto con Scott y Joey (dos idiotas). Pero el primer imbécil no me llegaba ni a los talones, y el segundo menos.
—Bien, Ryder, como siempre. Puedes retirarte— me indicó Dave, sonriéndome.
La miré de arriba a abajo, quedándome en una parte de su cuerpo en específico.
—Luce muy bien hoy, entrenadora, pero debo admitir que quitarle esos pantalones será un trabajo difícil.
Ella entrecerró sus ojos, entonces la imité y sonreímos al mismo tiempo.
—Ryder, no queremos escuchar sus cochinadas. Fuera— habló esta vez Pepe.
—Vamos, Pepito, ¿tu vida sexual sigue sin existir?
—Fuera— repitió, señalando la salida.
Solté una risa y me despedí de los demás. Fui directo a la salida, dirigiéndome al campo con mucho sudor y pasto en la cara.
Iba ahí para distraerme y así poder dejar de pensar algunas horas. Cuando pensaba, esa chica rubia no salía de mi cabeza ni un solo segundo.
No era malo del todo, porque en realidad era muy guapa, pero el problema estaba en que todo era sumamente confuso para mí.
No la conocía. ¿Por qué tenía recuerdos con ella? Y, ¿por qué eran así? Había uno en el que la besaba y no me sentía disgustado por ello, en lo absoluto. Otro en el que la veía en una situación poco desagradable para mí, porque en ese recuerdo la ropa parecía no existir. Hasta había algunos en los que la abrazaba mientras ella solo lloraba desconsoladamente.
Eran raros, pero a la vez muy familiares. Es como si ella fuera alguien importante en mi vida. Pero no lograba ubicarla.
Sabía que había tenido una vida antes de esta, y que había otras personas en ella. También estaba al tanto de mi accidente. El que hizo que mi memoria se fuera al carajo. Pero... ¿Quién rayos era esa rubia?

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El destino
RomanceEl destino. Es inevitable, sobrenatural e impresionante. Todos piensan que es algo bueno, sin embargo, no lo es en todos los casos. Te puede llevar a lugares y momentos horribles, o traer malas personas a tu vida. Mi pasado fue así por obra del mar...