Amor a manos llenas

Choque emocional

POV Rodolfo
-¿Es broma?- dije exaltado -Uriel dime que es broma- sentía que el corazón se me iba a salir del pecho

-No, está en su antiguo departamento- nos quedamos en silencio -¡dime algo!- casi gritó

-¿Qué se supone que haga?- estando lejos no había mucho que pudiera hacer, además ya le había pedido demasiados favores a Uri con relación a ella.

-Ammm ¿llamarla?- Uri estaba exasperado -Vamos, si tanto la quieres entonces búscala, hace mucho que debiste hacerlo- sentenció y yo sólo suspiré

-Cambió su número- me tiré en la cama

-¿Cómo lo sabes?- era un hecho, mi hermano estaba molesto -nunca intentaste llamarla y creo que el que ella esté de regreso es una oportunidad que te está dando el destino para disculparte por haber sido un idiota- dicho esto me colgó

No me lo tomé a mal ni un poco, porque Uriel tenía toda la razón. Pero estaba muerto de miedo, ¿y si no contestaba?, ¿y si atendía alguien más?, ¿Qué tal si se había enamorado de alguien y vivían juntos?. No podía, si la había perdido por completo prefería no saberlo.

POV (TN__)
Debo admitir que sentía un nudo en la garganta, mis libros estaban un poco empolvados y las fotos con mis amigos de Monterrey estaban ahí intactas. Las tomé y las guardé en una caja junto con otras cosas que prefería mandar a mi casa, para no dejarlas ahí porque honestamente esperaba no volver, pero tampoco quería llevarlas a Italia conmigo.

Revisé cada espacio y sin darme cuenta me alcanzó la noche, encendí las luces y vi la hora en mi celular. Ya pasaba de las 8:00 p.m. y el cansancio comenzaba a invadir mi cuerpo. Estaba por buscar lo que realmente me había llevado a ese lugar (los documentos de Manolo) cuando vino a mi mente un recordatorio, la cena con Óscar.

De inmediato tomé mis cosas y salí del lugar, mirando a todos lados para evitar encontrarme con Uriel. Tomé el ascensor y llegué al estacionamiento, busqué mi celular en el bolso y me di cuenta de que algo andaba mal, lo había olvidado por las prisas y tuve que regresar.

POV Rodolfo
-Todo está bien, en serio- intenté calmar a Uriel -lo dijiste porque lo piensas y soy consiente de que es verdad, tengo que arreglar mi desastre y afrontar mis problemas- salí al balcón de mi habitación y un atardecer de postal cubría el paisaje -voy a llamarla- dije con un hilo de voz

-¿Estás seguro?- me cuestionó -podrías esperar un poco- silencio total

No habían pasado ni 5 minutos de la llamada anterior cuando mi hermano me marcó de nuevo para disculparse, aunque no era necesario puesto que todo lo que había dicho es verdad.

Nos quedamos hablando un rato, analizando qué tan buena idea era llamarla y después de todo un análisis decidí que era ahora o nunca, así que le colgué a Uriel y tomar cartas en el asunto.

Claro que no me armé de valor tan fácil, decidí tomar una ducha para relajarme un poco y traté de pensar en qué decirle primero, pero no pude concentrarme y antes de que se hiciera más tarde busqué su contacto y la llamé

POV (TN__)
Estaba a punto de encender las luces cuando un sonido proveniente de mi bolso me sacó de órbita, era mi antiguo celular y estaba sonando y eso solo podía significar una cosa.

Desde que tomé la decisión de irme a Italia le hice saber a todos que cambiaría mi número, a todos excepto los hermanos Pizarro y aunque bien podría ser Uriel, él recién me había visto, así que solo había una persona en la lista.