Viernes

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Mi primera semana de trabajo termina hoy, un gran motivo para estar emocionada. La rutina de la mañana fue la misma, durante el camino Liliana y yo aprovechamos para platicar.

-¿A qué hora llegaste anoche?- le pregunté poniendo música

-Cerca de media noche, la cena se alargó un poco-

-Lili, quisiera disculparme por lo del miércoles y es que si no te dije...-

-Descuida- me interrumpió –no es como que sea un gran problema sino que al contrario me da gusto saber que tomaste una buena decisión al no conducir tú- sonrió sin dejar de mirar al frente

-Si bueno, no me pareció lo mejor arriesgarme a regresar así y que algo le pasara a tu coche-

-Fue un gran detalle de Rodolfo- me miró rápidamente y a nada de empezar a reír

-Sé lo que estás pensando y si, Rodolfo me gusta- hice un puchero y cubrí mi cara con mi bolso, Liliana soltó una carcajada –pero no quiero-

-¿No quieres qué? ¿Que te guste?-

-No, porque me estaría arriesgando mucho con él-

-¿Por qué dices eso?-

-Porque estamos hablando de un futbolista reconocido, que si él quisiera la mismísima Em Rata se pondría a sus pies-

-No exageres- me miró con fastidio –Hablamos de un chico de 25 años y nada más-

Lo analicé un momento y si, Liliana tenía toda la razón pues yo no estaba conociendo a Rodolfo Pizarro sino simplemente a Rodolfo. Durante el resto del camino le platiqué lo que había pasado estos días y ella me compartió lo más que pudo de sus días ajetreados de trabajo porque aseguraba que había información confidencial que todavía no estaba lista para conocer.

-Y antes de que se me olvide, por la tarde voy a viajar a Italia junto con Manolo- eso si que me tomó por sorpresa

-¿A Italia?- ella asintió -¿Por cuánto tiempo?- sonaba más que aterrada

-Solo unos días, regresaremos el Martes por la tarde- de repente me puse seria –sé que quedamos en conocer la ciudad los fines de semana y créeme que lamento mucho el tener que posponerlo- sonaba triste y cansada, no era para menos porque con esas cargas de trabajo supuse que viajar tan lejos era lo que menos quería

-No te preocupes, no estoy molesta ni mucho menos y entiendo perfectamente que se presenten este tipo de situaciones-

-¿Entonces por qué la seriedad?-

-Porque me preocupa el quedarme sola en casa ajena, ya sabes, que se estrene mi suerte y pase algo malo mientras tú no estás-

-Eso no va a pasar, tú tranquila que estoy segura que sabrás mantener el control- intenté sonreír

-¿A qué hora te irás?-

-A las cuatro en punto saldremos rumbo al aeropuerto así que cerca de la una regresaré al departamento por mis maletas-

-¿Y tu coche?- estaba segura de que ya lo tendría resuelto

-Se quedará en el estacionamiento de la oficina y tú volverás con Óscar-

-Ay yupi- dije sarcásticamente y Liliana se rió, aunque la vez pasada que Òscar me llevó de portó muy amable no me entusiasmaba la idea

-Te adelanto que él será tu chofer durante los días que yo no voy a estar porque Pedro viajará con nosotros-

-Ay yupi- repetí mi sarcasmo y ella rió a carcajadas

Amor a manos llenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora