Blanca Navidad

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No me esmeré mucho en arreglarme porque era algo un tanto casual.

Llegamos a casa de Nelly y pedimos pizza para cenar, mientras llegaba nos pusimos a jugar billar y aunque tenía muchísimo tiempo sin jugar resultó que seguía siendo igual de buena.

Todo iba bien hasta que Fernando, un primo de mi edad, sugirió que jugáramos póker de shot y aunque me resistí mucho a acceder lograron convencerme.

-¡Venga prima!- se quejó Fernando -son pocas las veces que podemos reunirnos todos para convivir- los demás, incluidos mis hermanos lo apoyaron -no seas aguafiestas- y todos hicieron bulla

-Será sólo un rato- dijo Nelly y me abrazó

-Ya ni yo que mañana tengo que ir a trabajar- dijo Richard

-Mira, estás con nosotros- dijo mi hermano mayor -no es como que vayamos a hacer alguna tontería-

-Y si la hacemos queda entre familia- dijo mi hermano el mediano y los demás rieron

Y así, después de cenar comenzamos a jugar, éramos once en total, yo y mis cinco primas (Nelly, Sofía, Marilou y Mía) y mis dos hermanos y Richard, Fernando, Jos y Alí.

Poco a poco nos fuimos embriagando y entonces después de un rato a mis primos expertos en la bebida, Nelly y Fernando, se les ocurrió jugar a la botella de shots. Desocuparon una mesa y la llenaron con vasos de diferentes bebidas y en el centro colocaron una botella.

Aproveché lo bien que se veía para tomar una foto y compartir una historia:

Desactivé las respuestas así que los mensajes de Rodolfo no se hicieron esperar, me decía que me cuidara y que ya no tomara pero la verdad es que me la estaba pasando tan bien que sólo le dije que no se preocupara y dejé de responderle para comenz...

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Desactivé las respuestas así que los mensajes de Rodolfo no se hicieron esperar, me decía que me cuidara y que ya no tomara pero la verdad es que me la estaba pasando tan bien que sólo le dije que no se preocupara y dejé de responderle para comenzar a jugar.

La noche avanzaba y con ella nuestro estado de ebriedad, entonces los chicos comenzaron a cantar y mis primas no dejaban de abuchearlos mientras todos reíamos como tontos.

Hasta que yo tomé el micrófono animada por el alcohol y comencé a cantar una de mis canciones favoritas, entonces se hizo el silencio porque si había algo que pocas personas sabían de mí es que amo cantar pero rara vez lo hago en público.

Vi que varios de los presentes me estaban grabando pero no me importó y cuando la canción terminó todos aplaudieron, después de eso retomamos el billar y no parábamos de reír por nuestra mala puntería.

Al final nos rendimos y salimos al jardín, yo aproveché para pedir que nos tomaran unas fotos a las chicas y las compartí en mis historias nuevamente con respuestas desactivadas:

Al final nos rendimos y salimos al jardín, yo aproveché para pedir que nos tomaran unas fotos a las chicas y las compartí en mis historias nuevamente con respuestas desactivadas:

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Amor a manos llenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora