Suerte para la próxima

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Después de dejar a Liliana en el aeropuerto, Óscar y yo nos fuimos a la oficina en completo silencio pues al parecer ambos aún teníamos bastante sueño y por primera vez no debatimos sobre la música.

Al parecer el suceso de ayer aumentó la confianza con Manolo, hablábamos más de nosotros y un poquito menos de trabajo. El día se me pasó volando y por la tarde Manolo me dijo que Pedro me llevaría y que él se iría con Òscar.

Estando en el departamento me dije a mi misma que era mi oportunidad para acoplarme a una rutina así que me cambié y bajé al gimnasio. Para mi sorpresa hoy tocaba clase de zumba.

-Es que no sé bailar- le hice berrinche a Alex

-Pues vas a aprender así que intégrate al grupo que ya va a comenzar la clase-

Para ser honestos no me fue tan mal como creía, me acoplé con las demás y hasta conocí a varias de las vecinas. Regresé al departamento y me duché, me puse algo ligero y fui a la terraza

Me quedé un rato disfrutando de la vista y después tomé mi celular y entré a Instagram, vi lo bien que la estaba pasando Uriel en su viaje

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Me quedé un rato disfrutando de la vista y después tomé mi celular y entré a Instagram, vi lo bien que la estaba pasando Uriel en su viaje

Me quedé un rato disfrutando de la vista y después tomé mi celular y entré a Instagram, vi lo bien que la estaba pasando Uriel en su viaje

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Y también vi una historia de Rodolfo ya en Bermudas:

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Amor a manos llenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora