El privilegio de la duda

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P.O.V. Rodolfo
Vaya manera de terminar mis vacaciones, primero el viaje a la playa con Sebastián. Quería admitir que me moría de celos y que prefería que lo cancelara y viajara conmigo a Cancún, pero había visto a Sebastián y se veía muy mal, además no cerró el torneo como esperaba por lo que decayó otro poco.

Sabía que podía confiar en ella y que no sería capaz de serme infiel ni mucho menos, pero no dejaba de pesarme que en lugar de estar juntos estuviéramos en lugares distintos.

Y por si eso fuera poco, recibo un mensaje donde me dice que viajará a Italia para arreglar las cosas con Óscar, bien hecho Rodolfo, sigue alentando a tu chica a estar bien con todos menos contigo.

Los chicos notaron como mis ánimos se vinieron abajo y el primero en preguntar fue Uriel.

-¿Pero si fue tu idea decirle que no habría problema si decidiera ir a Italia por qué te sientes mal?- estábamos disfrutando de nuestros últimos días en la playa

-Porque no pensé que lo haría, creí que lo dejaría pasar- dije frustrado

-Mira, yo no la conozco pero si sabes que no va a pasar nada malo deberías de dejar que las cosas fluyan- Germán me acercó una bebida

-No quiero que esté con él- dije molesto

-Déjala ser, hermano- Uriel tomó mi hombro -sabes que es incapaz de faltarte al respeto- nos miramos fijamente -ademas no es algo que haga por él y ni siquiera por ella, lo hace por Manolo y tú mismo lo dijiste- desvíe la mirada

-Ni siquiera sé cuánto tiempo se quedará- releía una y otra vez su mensaje sin saber que responder

-Dale calma, te dijo que te avisaría en cuanto aterrizara, la puedes llamar y que te explique más a detalle- Germán insistió en que tomara mi bebida

-Nos queda poco tiempo aquí, disfrutemos como se debe y cuando vuelvas de vacaciones puedes tomar tu papel de novio tóxico- se burló Uriel y lo miré molesto -anda, necesitas dejar de pensar en eso- tomó mi mano y en ese momento llegaron los demás con muchos ánimos de jugar billar

-¿No vienes?- Germán me miró -últimos días- me recordó que mi descanso estaba por terminar

Sonreí y los seguí, tenían razón en todo lo que me habían dicho. Lo único que podía hacer era esperar a que ella llegara y me llamara para que aclarara las cosas y yo pudiera entender cuál era su plan.

Dejé que el tiempo pasara y me olvidé del tema mientras disfrutaba de la compañía de mis amigos.

Fue hasta la madrugada del jueves que recibí su mensaje y sin pensarlo dos veces la videollamé.

-Hola- dijo no muy animada, se veía cansada y al parecer seguía en el aeropuerto

-Hola- intenté sonreír

-Ok, te explico- suspiró -creo que estaré aquí hasta el próximo miércoles, eso depende de lo que pase cuando hable con Óscar- iba a hablar pero me hizo una seña para que me callara -no estoy aquí por mí ni mucho menos por él, o quizá si un poco por mí, pero más que nada hago esto por Manolo- se veía frustrada

-Bonita, lo entiendo- traté de no sonar molesto

-No, no lo entiendes Rodolfo- me miró fijamente -el que Òscar esté aquí es mi culpa y necesito remediarlo porque en el tiempo que Manolo estuvo sin él vi como su energía desapareció, se veía cansado y triste- sonaba agotada

-¿Cuál es tu plan?- pregunté con fastidio

-Primero le avisaré a Liliana que volveré después a Monterrey- mi expresión delató mi molestia -¿podrías primero escucharme y después hacer todas las caras y gestos que quieras?- advirtió

Amor a manos llenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora