Siempre Incorrecta© (#1) +21 ✓ ✓ ✓ COMPLETA [SAGA INCORRECTA]

41. VOLANDO SIN ALAS

 Exhalé el humo, creando círculos con mi boca. Era una habilidad—sin gran utilidad—que aprendí a los 19 cuando comencé a fumar más para calmar mis emociones.

Alessandra me quitó el cigarro de mota, inhalando profundo para luego besarme, el humo viajando en mi interior. Introdujo su lengua, entrelazándose con la mía. Sonrió al separarse de mí.

—Es increíble que lo diga, pero se siente bien estar contigo—jugó con algunos mechones de mi cabello.

—Es toda una sorpresa—dije y vaya que no mentía, porque en ese momento, también estaba disfrutando del tiempo con ella.

El cigarro verde se acabó. Alessandra se acomodó en la cama, recargando su cabeza sobre su mano derecha. Sus labios habían perdido el color rojo del lápiz labial. El resto de su maquillaje estaba intacto.

La duración de su maquillaje era increíble. Tenía curiosidad por la marca.

—¿Habías estado con chicas antes? —las yemas de sus dedos trazaron formas irregulares por mi abdomen desnudo.

—No, nunca. ¿Tu?

—Solo una—suspiró—. Odié tanto la traición de Marco que no quería saber nada de hombres. Todos los veía como traidores—sus dedos se detuvieron—. Estuve con una chica, pero no duró mucho. Seguía pensando en Marco y eso acabó con todo. No es que intente algo contigo, solo...

—Entiendo. Solo es diversión—asintió—. No me imaginé que usaras esto.

Llevé mis manos hacia el prisma brillante y llamativo que decoraba su cuello.

—Esta vida es...mucha presión. Amo a Riccardo y siempre lo seguiré, pero a veces desearía no estar tan anclada a él. Esto—tocó al colgante—lo hace más llevadero.

Dijo con suma honestidad, dejando atrás su forma de ser tan marcada. Esta era la verdadera Alessandra, no la chica perfecta disparando veneno con solo moverse y pestañar.

—Me gusta. Es bastante útil.

—¿Cuál es tu color favorito?

—Verde—no tenía que pensarlo mucho.

—Te regalaré uno.

—¿Lleno? —pregunté con diversión, sin miedo al éxito.

—Como lo desees—sonrió, besándome de nuevo.

***

El replicar de una gota de agua.

Alisé mi falda negra de cuero, echándome una última mirada al espejo. Salí de mi habitación, bajando las escaleras mientras tarareaba una canción de mi repertorio musical favorito. Mi cabello largo color rosa encendido se mecía con mis movimientos. Pronto me lo cortaría pues me daba pereza peinarlo.