Dedicado a xDBGirlWritterx, una fiel lectora a la que adoro.
No recuerdo exactamente cuándo fue, pero me dijiste que te gusta mucho cómo trato la relación entre Mal y Ben y que te inspiró y enamoró más de ellos. No sabes cuánto aprecié esas palabras. Gracias por decírmelo.
El capi es muy corto, pero Beal no falta XD.♡︎
El rey despertó con los grises dándole vueltas. Trató de incorporarse y aclararse la vista, cuando divisó a su reina reposando a su lado en el suelo. Alarmado, le puso los dedos en el centro del tórax. Latía, despacio y escasamente palpable, pero latía.
Se desplomó un poco sobre ella, acomodando el rostro en su pelo, sobre su hombro, contento de que ella estuviera con él. Incluso soltó una pequeña risa mientras enredaba suavemente sus labios en los de Mal. Al separarse, ella seguía con los ojos cerrados. Debía estar tan cansada. Se le quedó mirando un poco más antes de decidir despertarla, cuando una sonrisa llena de suspiros se extendió por esos mismos labios.
—Te dije que no tenías que hallar ninguna excusa para besarme —le musitó su Mal.
Como respuesta para sí misma, su esposa lo jaló del cuello de la camisa y reclamó lo que era suyo: sus besos. Porque lo besaba, saboreándolo y aumentando dramáticamente sus pulsaciones. Ben atrapó un gemido de Mal en su boca, provocando que su cuerpo se deshiciera en deseo. Quiso con toda su alma que hubiera durado una eternidad, que Mal hubiera seguido acariciándole el pecho y él no hubiera tenido que dejar de trazar marcas sobre su estómago.
Pero la eternidad es un lujo si un sitio como los túneles subterráneos existe.
—Ben —lo llamó. Él abrió los ojos y se percató que ella miraba algo arriba.
A su alrededor, casi era de no creerse lo que pasaba. Energía, truenos y tierra volaban y chocaban en un caos. El suelo se quebraba lentamente. Ese punto en el borde de la Isla de los Perdidos quedará reducido a ser solo agua, dejando fluir naturalmente el agua de la bahía que guardó su secreto por años y años. Ya no más túneles. El ruido de la destrucción no podían escucharlo, pero se sentía una agobiante sensación que los aturdía.
Docenas de objetos pasaban volando cerca de ellos atraídos por otra fuerza, mas no los tocaban: eran los talismanes de la perdición. Todos ellos agrupándose en un mismo lugar como movidos por un huracán... O bien, estos formaban al huracán. Era demasiada magia junta, tantos sentimientos diversos. Había celos, envidia, crueldad, depresión, locura, egocentrismo, pérdida y cada cual se entremezclaba en algo demoledoramente horroso, listo para ser aniquilado.
—¿Todo esto empezó siendo la Isla? —susurró Mal, asqueada.
—Lo haremos mejor, mi reina.
—Yo sé que sí —dijo—, mientras seamos los dos.
—Las Catacumbas cumplen su parte del trato —anotó Ben. Le sonrió a Mal—. Y nos protegen.
—A los chicos también los debe estar protegien... Oh, no. ¡Amor, el pájaro de Maléfica! El cuervo ese. Diablo. Vino por algo.
—La Espada de la Verdad —resolvio Ben..
La tensión se tumbó un poco más sobre ellos.
—¿Cuánto tiempo habremos estado dormidos?
Ben se seguía apreciando preocupado, pero atendió a la duda de su esposa.
La perfecta contestación no fue difícil al mirar el techo, que en realidad ya no había, pues ahora estaba descubierto y el cielo mostraba las estrellas; no era muy oscuro, lo cual significaba que podría ser medianoche.
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Mɪ Bᴇʟʟᴀ Dᴇsᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴛᴇ
FanfictionLa Isla de los Perdidos no es la misma isla que antes y Ben, Jay, Evie y Carlos lo advierten apenas la pisan después de su última travesía con los talismanes de la perdición tres años atrás. Mal se ha ido sin dejar rastro y ahora tienen encima el he...