Capítulo 24. La declaración de la Moradeza

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Dedicado a todos los que hayan leído y amen este capítulo en su primera edición ❤️

Ben y Mal bajaron del escenario. Alrededor de ellos se amontonaron muchos reporteros y gente entre estudiantes, la realeza o demás para ponerle atención a la pareja comprometida. A Mal ya no le molestaba en lo absoluto, únicamente lo dejó pasar. Una oleada impresionante de reporteros casi se abalanzaron sobre ellos, con micrófonos y cámaras apuntándoles. Dispuestos a responder, dieron su mejor sonrisa en mucho tiempo a la prensa.

—Sí, la Isla de los Perdidos fue una gran experiencia para nosotros en nuestra relación —les comentó Ben por debajo de tantas preguntas—. Nos hemos dado cuenta que estamos preparados para contraer matrimonio.

Ben miró a Mal.

—Mal, has sido la novia del rey Ben durante tres años, ¿crees estar lista para asumir ser la nueva reina de Auradon?

Antes de responder, Mal se observó unos momentos a su prometido.

—No será fácil, pero daré lo mejor de mí para ser junto a mi futuro esposo —Y tomó la mano de Ben muy firme— lo que el reino necesita.

Mal y Ben pensaron que los reporteros ya no harían más preguntas, sin embargo, al cabo de unos segundos, comenzaron a gritar de nuevo y atacar con sus cuestionamientos.

Suspiraron tranquilamente y entornaron los ojos.

—Una última pregunta —Una reportera, la misma de esa mañana, se abrió paso entre sus colegas—. ¿Creen posible darnos una fecha aproximada para su boda? Sin duda, es ahora la más esperada por Reino Unido.

—No lo tenemos decidido aún, pero seguro será muy pronto —avisó Mal con amabilidad.

—Muy pronto —resaltó Ben, sonriente. Luego la tomó por la cintura y la condujo lejos de los reporteros.

Se fueron a sentar en las gradas, uno junto al otro. Lo bueno era que la gente no los hostigaban más para interrogarlos.

Mal no dejaba de ver su anillo de compromiso, estaba fascinada y conmovida por la forma en que Ben le pidió matrimonio de nuevo. Ahora todos sabían que ella sería la mujer del rey por todas las leyes en poco tiempo.

Frotó su hombro con el de Ben, y él amorosamente la atrajo con el fin de tenerla más cerquita.

—Así que este anillo perteneció a tu abuela, ¿verdad?

—Correcto —dijo—. Por eso es tan especial, como tú.

—Estás loco, Ben. ¿Cómo haces eso frente a todos? —preguntó, haciendo referencia a la pedida de matrimonio.

No era la primera vez que Ben hacía algo totalmente demente por ella. Cantar frente a toda la Preparatoria Auradon solo fue una mínima cosa linda que había hecho, sin contar todas las demás que le siguieron cuando estaba consciente de su enamoramiento por Mal. De todas formas, a ella no dejaba de sorprenderle. Mira que robarle a Audrey algo suyo, tiempo exclusivo de ella en que debía ser el centro de atención, sí que era un reto.

—Es una de dos. O estoy verdaderamente enamorado o estoy verdaderamente loco enamorado.

—Algo me dice que es lo mismo, Ben.

Mal sonrió frunciendo la boca.

—No es lo mismo, hermosa. Verdaderamente loco enamorado es como me tienes —La atrajo hacia él y le susurró—: Y en verdad no puedo olvidarme de ayer. Tengo unos enormes deseos de tocarte y besarte. De...

—¡Ben! ¿Qué dices? Tienes muy alborotadas las hormonas —le exclamó, dándole un golpe en el estómago—. No puedes decirme esto aquí, mi amor.

Mɪ Bᴇʟʟᴀ DᴇsᴄᴇɴᴅɪᴇɴᴛᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora