AMOR [Hankisa]

XXIII

La obra se llevaba acabo pero ambos adultos no ponian atencion a lo que estaba sucediendo, ignorando todo lo que los rodeaban  y solo enfoncandose en ellos.

—Romeo fue tonto al no verificar por sus propias manos que Julieta estaba muerta. —Hanma habla, bebiendo de la copa de vino, Kisaki levanta una ceja.

—Estoy de acuerdo contigo, Romeo fue muy descuidado pero el pensar que su amada ya no se encontraba en este mundo, nublo su juicio. —Kisaki le responde, a lo lejos se podia escuchar que la obra seguia su curso.

Se quedan en silencio, mirando la obra. La mesa donde se encontraban estaba un poco alejada de la multitud, dándoles un toque de privacidad para que disfrutaran el momento a solas.

La obra estaba cerca de terminar y ambos adultos disfrutaron de la compañia del otro. Hanma era mas de salidas informales pero queria esforzarse por Kisaki, el millonario estaba agradecido por ese echo. La obra termina, la multitud aplaude, muchos estan con lagrimas en los ojos y otros como Kisaki y Hanma estan perdidos en los ojos del otro.

Hanma extiende su brazo para que el mas bajo lo tome —¿Que te parecio nuestra primer cita? —Habla, acercando su cuerpo al menor.

—La disfrute. —El menor le responde, ambos se dirigian hasta el estacionamiento. Ya en el estacionamiento, Hanma abre la puerta del copiloto, Kisaki agredece.

—Me alegra que te haya gustado. —Poniendose el cinturon de seguridad, conduce por las concurridas calles.

Ambos en su interior sabian que la cita iba a salir bien, solo necesitaban la compañia del otro para sentirse completos.

Hanma se dirigia hacia la mansion Tetta. En todo el camino hablaron de las cosas mas irrevelantes que existian, el ambiente era muy comodo, la felicidad que sentian no podia ser comparada con nada o nadie.

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Se estaciono en la enorme entrada de la mansion, imitando la accion de Kisaki, se baja.

—gracias por lo de hoy. —Agradece, acercándose al mayor.

La diferencia de estatura era grande, poniendose de puntillas abraza del cuello al mayor, tomándolo con la guardia baja, rápidamente Hanma abraza la cintura del menor. Tomando la iniciativa besa la mejilla del mayor.

Shuji siente unos suaves y pequeños labios en su mejilla, besándolo, el rápido pero siente un pequeño hormigueo en su mejilla, dejandole en claro que no es ninguna fantasia o sueño. Sin tiempo a reaccionar el menor se aleja de él, caminando hacia la entrada de su casa.

—¡Kisaki! —El mayor le habla, tomando su muñeca para que no se aleje, viendo como el millonario tenia un lindo sonrojo en sus mejillas.

Volteandolo, no dandole tiempo a Kisaki a reaccionar. Lo toma de las mejillas, acariciandolas, lentamente acerca sus labios hacia los otros. El millonario podia sentir el aliento del mayor, mezclandose con el suyo, ambos se acercan cada vez mas hasta que pueden sentir los labios del otro, Hanma tomando la iniciativa, besa los labios de su jefe, el beso tiene sabor a vino, una buena combinación. Los labios de ambos encajaban como dos piezas de un puzzle. Cariño, deseo y amor se podia sentir en el beso, se separan por falta de aire, Kisaki deja un pequeño beso en la comisura de los labios del mayor, sabian que ese era el primer beso de muchos. Ambos podian sentir el fantasma de unos labios entre los suyos, siendo adictivos a ellos, no sabian si lograrían dejar esa adiccion.

—...Yo tambien la pase bien. —Hanma rompe el silencio, regalandole una sonrisa que podía alegrar hasta los dias mas oscuros o eso fue lo que sientio Kisaki.

Ambos no querian dejar el lado del otro pero cada quien tenia sus propias responsabilidades, con un ultimo abrazo y un beso en la frente por parte de Hanma, se despiden, sonriendo bobamente.

Ninguno esperaba que en su primera cita iban a besarse pero era algo de lo que ninguno se arrepiente.

Kisaki en su casa, suspiraba con una sonrisa boba en su cara, es sacado de ella cuando escucha la voz de su mayordomo diciendo que sus amigos lo esperan en la sala de juegos. Por otro lado Hanma, tarareaba felizmente una cancion cursi, se sentia en las nubes, era como si el menor le hubiera dado sentido a su vida, color, felicidad, un propósito. Penso que habia perdido el sentido de su vida cuando a la edad de 15 años un chico rompió su corazon y su madre cayo enferma.

Tomando la ruta mas corta llega a la residencia Shiba, era momento de volver a su apartamento y volver a la universidad.

Continuara...

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Es corto pero seguro.

Todo a estado muy tranquilo creo que *risa malvada* es momento de agregar un poco de drama.

Me disculpo si hay errores ortográficos.