AMOR [Hankisa]

XLIII -II

Habia pasado una semana desde la boda de Sanzu y Rindō y todo volvia a la normalidad, si es que asi le queremos llamar a la vida que viven nuestros chicos pues que asi sea.

Kisaki quien vivia con la señora Inui llevaba dias sin saber de su padre y esperaba que las cosas continuarán asi, únicamente sabia de él por su colegiatura pagada. A veces el rubio se quedaba dias en el apartamento de Hanma, se veian en la universidad prácticamente los dias haciéndolos parecer dos chicles en tus zapatos que nunca se podian despegar, Wakasa se río de ellos al notarlo. La carrera que todos estaban tomando dura de dos a 4 años. Hanma estudia arquitectura, Kisaki algo de numeros, el pelinegro no estaba muy seguro de qué era pero tenia claro que era sobre negocios.

Un nuevo dia era recibido en un solitario apartamento, Shuji quien escuchó su alarma sonar se despertó perezosamente, extrañando el calor de un cuerpo a su lado, antes de meterse a bañar le envió un mensaje de buenos dias a su querida pareja. Minutos despues salio cambiado y listo de la habitación, vestia una camisa blanca, shorts caqui y converses blancas, tomando su mochila y llaves salio del apartamento.

Kisaki fue despertado por la señora Inui haciéndosele tarde, tomó una ducha rápida, se vistio con ropa deportiva negra, cogió su mochila y un bento que la amable señora Inui le preparó, la mencionado se ofrecio a dejarlo en la universidad ya que ella se dirigia para la misma calle donde dicha universidad se situaba.

Minutos despues llegaron a la universidad, buscandose con la mirada encontró a su novio fumando, se despidió de la conductora y se dirigió a su novio con la idea de regañarlo por estar fumando a una hora tan temprana y sin haber desayunado.

—Pero mira quien esta aquí, te extrañe, mi amor. —Y toda señal de regaño murio cuando su alto novio lo abrazo y besó la frente con cariño, parecia muy necesitado de afecto, era como un cachorro.

—Nos vimos ayer... pero yo tambien te extrañe. —Rodo los ojos con cariño, enterrando su cara en el pecho de su novio, oliendo su escencia natural queriendo impregnarse con ella.

—¿Vamos? —Preguntó Shuji estirando su mano para que fuera tomada por el menor.

—Vamos. —Tomó la mano que esperaba ser tomada con la suya, entrelazando sus dedos. Agarrados de las manos entraron por las puertas enormes de la universidad.

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Fue en la hora del almuerzo cuando ambos se volvieron a ver, esta vez rodeados de sus amigos, la mesa se sentía un poco vacia sin la compañia de Sanzu y Rindō.

—Rin, me envio fotos del lugar donde se estan quedando y de ellos, obviamente. —Señaló Yuzuha, rápidamente los demás fueron a ver las fotos que enseñaba la peli castaña de la feliz pareja, Hanma y Kisaki se quedaron en sus lugares absorbidos en sus propia burbuja de amor.

—¿oye... y nuestro hijo? —El pelinegro picó la mejilla del menor para llamar su atencion, el mencionado lo vio con confusión estirando sus piernas para meterlas en medio de las de su novio.