AMOR [Hankisa]

XXXVIII

La persona que dormia en la comoda cama abre sus ojos lentamente cerrandolos al instante por la claridad del cuarto. Estaba por volver a cerrar sus ojos y dormir cuando recuerda que no esta en su casa y que nunca volvera a regresar al lugar que alguna vez llamo hogar.

Se levanta arreglando su cabello y colocándose las pantuflas que se encontraban colocadas en el borde de la cama. Fijándose por el balcón nota que es de noche, no sabe cuanto durmió. Saliendo de la habitación baja las escaleras escuchando unas voces de fondo.

—Kisaki-san no aceptara vivir con ustedes y pensar que esta invadiendo la privacidad de estos dos.

Esas palabras salen de Hanma, adentrándose hasta la sala sorprende a los demás cuando habla.

—Shuji tiene razon. —Eso es lo unico que dice.

El bicolor al escuchar su nombre voltea a mirarlo y sin pensarlo dos veces se acerca hasta su rubio novio para abrazarlo y preguntarle si durmió bien. El millonario sonrie al ver la expresion de su novio tocando su entrecejo para que borre esa expresión de preocupacion le responde que durmio bien. Hanma mas calmado con esa respuesta lo invita a sentarse. El rubio no se niega, en esos momentos lo unico que necesitaba era sentir a su chico junto a el.

—Mamá vive enfrente de mi, ella estara mas que feliz de aceptar a mi amigo en su casa. —Inupi se levanta quitando bruscamente los pies de su novio que todavía seguian en la mesita y sin previo aviso se sienta en el regazo de Hajime.

Eran pasadas de las 12am y todos empezaban a dormitar, en especial Yuzuha que estaba acostumbrada a dormir temprano.

—¿Estas seguro? —El de lentes no queria ser una molestia para todos. Si por el fuera ya se hubiera ido a vivir con Shuji o Wakasa pero ese seria el primer lugar que su padre buscaria y no queria arriesgarse.

Inui estaba seguro, dias antes su mamá le dijo que empezaba a sentirse sola en esa enorme casa y que estaba pensando en adoptar una mascota o a un bebé, era joven y el ya era un adulto hecho y derecho. El rubio se sorprendió, su mamá siempre pensó en la felicidad de el y dándole su privacidad se mudo cerca de ellos y le dejo la mansión a el y a su novio. No es que su padre fuera un mal padre simplemente dejo a su madre porque confundio el amor fraternal por el amor de pareja, a ambos les paso eso y sus familias siempre exclamaban que debian quedarse juntos, fueron felices por mas de un año y de esa felicidad nacio un pequeño rubio con una marca de nacimiento en su ojo derecho, decidieron llamarlo Seishu. Cuando el primogénito de la familia tenia 3 años los señores Inui se dieron cuenta que se vieron incluidos en un matrimonio forzado y que sus padres les metieron en la cabeza que estaban enamorados, ellos sin saber que era ese sentimiento que muchas personas experimentan creyeron estarlo y se casaron, ahora dándose cuenta del enorme error que cometieron en convertir su amistad de amigos, mejores amigos, hermana mayor y hermano menor a una relacion de amor, un matrimonio >>>

Con Seishu siendo un bebé ellos prometieron amarlo y cuidarlo, siempre estar al aldo de ese bebé, era fruto del amor que ellos se tienen. No tardaron ni un mes en divorciarse pero con la condición de vivir en la misma casa y criar a su hijo juntos, pero no como una pareja si no como amigos, lo que siempre fueron. Muchos años después con Seishu adulto ambos decidieron vivir su vida lejos de el, hacer lo que siempre quisieron, encontrar a esa persona que los hiciera feliz. Inui entendio que sus padres se aman pero no de la forma en que los padres de sus amigos se aman y el esta bien con ello porque siempre deseo que sus padres buscaran su propio felicidad y lo logro. Su padre encontro esa felicidad en un hombre y ahora es feliz viviendo en Francia, su madre por otro lado no volvio a casarse pero encontro lo que le apasionaba, ser una pastelera, actualmente ella era una de las mejores y mas famosas reposteras. Seishu esta mas que feliz por sus padres.