Luna
No he vuelto a ver a Alex desde hace seis días y me he arrepentido totalmente de mi decisión. Porque, ¿a quién quiero engañar? Una semana sin hablar con Alex es totalmente aburrida.
Laureen me ha llamado está mañana para darle seguimiento a la historia y a pesar de que he tenido buenos avances, me siento tan deprimida que quiero dejarla como está. Porque ¿qué sentido tiene que Brooke y Elliott estén juntos de todas maneras?
Debo estar loca si pienso seguir.
Mi celular suena, contesto sin ver el remitente con la esperanza de que quizás sea Alex, pero no.
Es Alyssa.
Ay, no.
— Dime una razón de por qué no estás aquí a esta hora cuando incluso Henry Duncan ya llegó con un montón de colegas. ¿Sabes lo que significa que Henry Duncan esté aquí primero que tú? ¡Un desastre en su totalidad!
La voz de Alyssa suena enojada en el teléfono. ¿Cómo le explico que probablemente lo último que quiera Alex sea verme en su fiesta de cumpleaños?
— No estamos en buenos términos, Ali. No creo que sea prudente.
Alyssa resopla molesta en el teléfono.
— Alex ni siquiera ha llegado. Me ayudaste a planear toda esta sorpresa tú misma y no me vas a dejar sola. Si quieres, escóndete en un pasillo o no sé qué vas a hacer pero vas a traer tu trasero aquí y no acepto un no como respuesta. ¿Te parece?
Trato de controlar mi respiración.
— Me parece que es una mala idea.
— ¿Qué parte de «no acepto un no como respuesta» no entendiste?
Suspiro.
Esta niña es peor de demandante que su hermano.
— Está bien, Ali. Estaré allá en veinte minutos.
— Apúrate o vas a encontrarte con Alex. Y por favor, trae a Amanda. Ella es más divertida que tú.
Ruedo los ojos cuando Ali cuelga.
Alyssa está molesta conmigo.
Ha intentado convencerme de arreglar las cosas con Alex desde que se enteró de nuestra pelea, pero no estoy segura si arreglar las cosas con Alexander sea una buena opción. De todos modos, ¿qué es lo que debería yo arreglar? Dije la verdad, al menos, lo que pensaba en el momento.
Marco el número de Amanda.
— ¿Llamaste al hombre? —pregunta cuando responde al teléfono—. Luna, lo juro, si no lo llamaste, dejaré de ser tu amiga.
— Hoy es la fiesta de cumpleaños de Alex.
Amanda se queda en silencio.
— ¿Ya volvieron a ser amigos? Porque de verdad fue muy estúpido lo que le dijiste, de seguro me odia.
Ruedo los ojos.
Me pregunto cómo puede tener tantos sentimientos contradictorios en unos pocos segundos.
— No creo ni que recuerde que mencioné tu nombre, Amanda. De todas maneras, Alyssa me llamó y me dijo que debo ir y que te lleve a ti.
Amanda se ríe en el teléfono.
— De acuerdo, por eso amo a Ali. Se me había olvidado que la fiesta de cumpleaños de Alex era hoy. ¿Llegaste a comprarle el obsequio?
Observo la envoltura de papel encima de mi cama.
— Sí, pero se lo dejaré en su habitación. No creo que quiera recibir nada de mi.
Amanda resopla.
— No sé por qué piensas que Alex no va a querer hablarte. Ustedes tienen siglos de amistad. Es solo una estúpida pelea. La peor pelea del mundo.
Me rio.
— Lo sé, pero Alex no me ha llamado ni siquiera.
— Yo no te llamaría tampoco. En realidad, me desaparecería de tu vida. Por todo aquello de la dignidad.
Me preocupo.
— No estás ayudando, Amanda.
— Mi trabajo no es ayudarte, Luna. Es mi deber ser brutalmente honesta contigo cuando eres una cabeza hueca.
— Deja ya de ofenderme.
— ¿Qué harás? ¿Me dirás que no podemos ser amigas?
Touché.
— Al menos, ¿valió la pena? ¿Llamaste a Max?
La verdad es que tenia el número y he estado a punto de llamarlo en varias ocasiones pero... No tiene sentido.
— No.
— Listo. Decidido. Eres una cabeza de chorlito.
— ¡Pero Amanda!
— ¿Alguna vez has conocido a alguien tan guapo como ese?
Ruedo los ojos.
Claro que sí. ¿No has visto a Alex? Pero no lo digo.
— Yuck. Estás pensando en Alex, ¿cierto?
¿Cómo lo sabe?
Miro alrededor con sospecha. ¿Será que ha instalado alguna cámara para ver mis expresiones?
— No estoy. Pero no puedes decir que no es guapo.
— Alex está bien pero lo veo como a otro hermano más. Es como un tú. Seria muy extraño. Yuck.
Se escuchan sonidos de vomito.
— En fin, ya he pasado mi etapa de asco, ¿te paso a buscar o me pasas a buscar? Y dime, ¿hay chicos ardientes invitados?
Me rio, aunque la risa no me llega a los ojos. Lo sé porque no me siento feliz.
Extraño a Alex.
Lo extraño tanto que duele físicamente.
Y su cumpleaños es mañana. Y hoy le hemos planeado una fiesta. Y ya en una semana más se irá a Francia. Y no se si nuestra amistad sobreviva para entonces. Y lo extraño.
Lo extraño demasiado.
He sido una tonta.
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La pareja perfecta
ChickLitLuna Hill es una escritora frustrada que tiene seis meses buscando la inspiración sin encontrarla. Su publicista le da un último aviso de que debe entregar un nuevo libro en tres meses o deberá terminar el contrato. La famosa promesa de la Fórmula...