Una vez más estoy en la comisaría del pueblo, por ser testigo de una acción fatal que ahora acabó con la vida de una persona. Pareciera que estoy buscando ganar un castigo por parte de mamá, aunque lo que más me preocupa es que la gente comience a hacer teorías respecto a mi cercanía con los acontecimientos del último tiempo.
—Es un poco incómodo que se miren como si quisieran matarse —murmura Javier frente a mí.
—Tú ni deberías estar aquí —murmura Azrael y me sorprende que por primera vez muestre su disgusto hacía Samael en voz alta.
—Yo estoy aquí... —comienza Samael, pero lo interrumpo.
—No comiencen a hacer un escándalo —me apresura a decir —Por favor.
Me levanto de mi lugar y camino en dirección al baño bajo la mirada de un oficial. No quiero ver como esos dos se dan miradas de odio, lo que menos necesito es agregar un problema a mi vida.
Me miro al espejo y veo mi ropa manchada de sangre por el espacio libre entre la chaqueta que me dio uno de los policías, ya que cuando logré despegar mi cuerpo de Azrael corrí al cuerpo rodeado por sangre, porque el conductor del auto rojo no era capaz de mantenerse quieto, se movía de un lado a otro balbuceando cosas que no lograba comprender. Azreal, que parecía ser el más cuerdo, se encargó de llamar a la ambulancia al igual que el día en que llegamos a la laguna, mientras yo me dejaba caer junto al cuerpo de la joven rubia buscando indicios de vida, pero su corazón ya no latía.
Los golpes en la puerta me distraen de mis pensamientos y me acerco a abrir para encontrar a Azrael con un rostro bastante más relajado a como estaba cuando me levanté de mi lugar. Al parecer no se mató con Samael.
—Tu mamá llegó —dice metiendo las manos en sus bolsillos —Es mejor que salgas, además te toca declarar.
—¿Qué hay de ti?
—Menor de edad —se encoge de hombros —Al parecer no sirve de nada estar de cumpleaños mañana, porque para ellos sigo siendo menor de edad —se apoya en el marco de la puerta.
—¿Estás de cumpleaños mañana? —asiente.
—Y tú estás hoy —esta vez asiento yo, en un intento de darle la razón, pero al parecer eso fue estúpido porque él lo tiene bastante claro.
—Yo... —digo un poco avergonzada —yo quería invitarte, pero...
—Tu mamá te está esperando —me interrumpe y hace un gesto con su cabeza indicándome que salga del baño.
En respuesta solo asiento con mi cabeza y me detengo frente a él, esperando a que se mueva para poder pasar, pero se queda en su posición, lo que me obliga a hacerme espacio entre su cuerpo y la entrada del baño, sintiendo una vibra electrizante al rozar su cuerpo con el mío.
—Abigail —me detiene antes de poder seguir con mi camino —Feliz cumpleaños.
—Gracias —le sonrío de medio lado.
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El collar de la Muerte
Mystery / ThrillerUna extraña atracción era la que nos unía como amantes, ya no era sólo algo físico, sino que había una rara fuerza sobrenatural que me hacía ser un imán para ellos, un imán de lo bueno y lo malo, aunque también esa misma fuerza me hizo volverme el i...