Azrael espera a que pasen unos segundos y entra casi junto al profesor para nuestra siguiente clase. Por un momento quise saltarme la clase y seguir quedando cautivada bajo sus labios, pero si le doy un motivo más a mamá para que me castigue, de seguro lo hace de por vida.
—¿Dónde estabas? —me pregunta Lucas en voz baja.
—Tomando aire —le sonrío para asegurarle que estoy bien.
—Pasemos el segundo receso juntos —me sonríe —Con eso de que ahora eres una chica mala que está castigada —eso me hace soltar una risa.
—Silencio, jóvenes —dice el profesor —la clase va a comenzar.
Le sonrío de manera inocente a mi mejor amigo y hago como si cerrara una cremallera imaginaría en mi boca, a lo que él imita mi acción y giramos nuestros rostros al pizarrón para poner atención al inicio de la nueva hora de clases.
༺✞︎༻
Mi semana de castigo al fin acabó y a pesar de que estuve encerrada, me mantuve muy activa en mis recesos. Me sentí entre la espada y la pared, así como también sentía que hacía algo prohibido e indebido.
Samael se volvió a acercar a mí diciendo que actuó como un estúpido y a pesar de que lo perdoné, siento esa especie de molestia por haberlo visto con Magdalena, aunque no soy quién para criticar, porque cuando tenía la oportunidad corría a refugiarme en la capilla bajo los labios de Azrael. Por otro lado, me sentía un poco mal por hacerlo precisamente en ese lugar bajo la mirada de Jesús.
—Al fin te levantaron el castigo —dice Lucas pasando su brazo por mis hombros —Ya extrañaba tener un tiempo con mi querida mejor amiga.
—Que lindo eres —le sonrío.
Dejo caer mi cabeza sobre el hombro de mi mejor amigo y lo miro manteniendo mi sonrisa. Javier se ha ido en el auto con Lucrecia, mientras que con Lucas vamos caminando porque queremos pasar un rato juntos. A pesar del frío que hace, es agradable ir caminando con él.
—No he querido tocar el tema —dice Lucas cambiando su postura a una un poco más sería —¿Cómo te has sentido con esto de estar tan cerca de ya sabes que...? —hace una mueca.
—Es un poco extraño —admito —Me hace sentir culpable.
—Pero no es tu culpa —acaricia mi cabello —No tenías cómo saberlo.
O quizás sí.
—No quiero hablar de eso —murmura —Mejor usemos nuestro tiempo en otra cosa.
—Vale —me sonríe.
Conversamos acerca de temas que nos parecen divertidos, hasta llegar a la pequeña plaza que hay en el centro del pueblo. Nos sentamos en una banca para hablar de temas que teníamos pendientes debido a mis escapadas en los recesos, mi castigo y él con su relación con Lucrecia. Se siente tan bien hablar con una persona con quien estás en confianza, aunque a pesar de la confianza, le estoy ocultando cosas. No le dije en ningún momento lo de Samael, sino que lo notó el mismo, por otro lado, mantengo oculto la extraña atracción que siento hacia Azrael, así como también mis raras visiones.
ESTÁS LEYENDO
El collar de la Muerte
Mystery / ThrillerUna extraña atracción era la que nos unía como amantes, ya no era sólo algo físico, sino que había una rara fuerza sobrenatural que me hacía ser un imán para ellos, un imán de lo bueno y lo malo, aunque también esa misma fuerza me hizo volverme el i...