XXV

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Las palabras de Samael dan vuelta en mi cabeza una y otra vez, porque hay algo de razón en ellas

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Las palabras de Samael dan vuelta en mi cabeza una y otra vez, porque hay algo de razón en ellas. Cuando estuve con él, intentó ayudarme a toda costa a salvar a Yanara y a encontrar al culpable, sin embargo, con Azrael fue todo lo contrario. Azrael intentó detenerme todo el tiempo con la excusa de que quería protegerme, pero él sabe cosas, entiende ciertas cosas de lo que me pasa y aun así no me ayudó. El día del accidente en la carretera fue lo mismo. Samael intenta ayudarme, mientras que Azrael busca detenerme.

Está semana estuve tan cegada por mis bobos celos, que no fui capaz de notar que estaba con la persona incorrecta a mi lado. Confié en quien no debía confiar.

—Abby ¿Estás bien? —pregunta Samael devolviéndome al mundo real.

—Yo... —me muerdo el labio sin saber muy bien qué responder —Sólo pensaba en Lu —respondo —Quizás debería estar con ella y no haber venido a clases.

—Te escuché decir esta mañana que estaba con Javier —asiento dándole la razón —Entonces estará bien. Aparte tienes que estar atenta para ponerla al día.

—Alguien se empeñó en dejarme fuera de la clase —le recuerdo.

—Lo siento —sonríe intentando parecer inocente, pero la verdad es que su sonrisa da un toque malicioso. —Para despejar la mente podríamos intentar recuperar el tiempo perdido —dice acercándose de manera coqueta a mí.

—Podríamos ir a la biblioteca —sugiero recordando los primeros días que comenzamos a pasar el rato juntos.

Nos ponemos de pie y nos vamos a paso rápido a la biblioteca del colegio, la cual para nuestra suerte está vacía, por lo que podemos mantener nuestra complicidad sin ser interrumpidos por nadie a nuestro alrededor.

༺✞︎༻

Al parecer nuestra complicidad va a ser mostrada al mundo, ya que Samael entra al salón conmigo de la mano, algo que claramente no me molesta, ya que así le demuestro a Magdalena que yo me quedé con el chico y no ella. No es nada serio, pero ahora todos saben que tenemos algo, lo que hará que muchas me tengan cierta envidia.

—Necesito ir al baño —dice Samael soltando mi mano en mitad del salón —Nos vemos más tarde.

Se separa de mí y camina a la salida del salón, mientras yo soy observada por las personas que aún no salían a receso.

Lucas me mira desde nuestro lugar con una ceja arqueada, a la vez que me siento seguida por la mirada poco discreta de Azrael. Confiar ciegamente en él para luego confiar en quien parece ser su enemigo, de un día para otro.

Creo que ya ni siquiera soy capaz de notar las cosas a mi alrededor, es como si quisiera correr a los brazos de quien parece creerme sólo como una forma de buscar protección y sentirme más cuerda entre todo lo que pasa en mi mundo.

—¿Por qué me miras así? —le pregunto a Lucas.

—No te hagas —voltea los ojos —Habla, Abby.

El collar de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora