v e i n t i c u a t r o.

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Narra _______.

Mamá botó el pastel sobre la mesa como muestra de desagradecimiento, esta tarde saliendo del colegio quise volver a recrear un momento solo para los cuatro, mis padres, Elliot y yo...solo por contar en mejorar la poca relación que nos tenemos, recordando las palabras de Blake.

"Intenta interactuar más seguido con ellos, invítalos a salir a alguna parte para pasar tiempo juntos, hagan cosas en familia".

Y eso era justo lo que me esforzaba por hacer, aunque....tampoco olvido el último detalle que me mencionó.

" Y si no sirve, solo déjalos, y vive a tu manera, no hagas cosas para complacer a otros, eso te destruye aún más".

Me desanimaba mucho eso, pero no quería darme por vencida así de fácil.

— Mamá, pero es tu favorito, cuando estábamos en Dallas te gustaba demasiado — le recuerdo paciente volviéndole a ofrecer el pastel que le había comprado.

— ¿Estás bromeando? — responde irónica sin entender su actitud.

— ¿Bromeando? — pregunté extrañada.

— ¿Crees que voy a comerlo? Ay, pero deberás contigo, gastaste el dinero para nada — niega muy molesta.

¿Era enserio, ahora por comida estamos peleando?

— Pero no tiene nada de malo, no lo comemos con frecuencia y....— me detengo buscando como convencerla — Solo mira, es tu sabor favorito, pensaba que mi hermano, papá y tú...

— No dejaré que lo coman, queda prohibido, además estoy tratando de cuidarlos — vuelve a rechazar.

— ¿En qué sentido mamá, físico o lo que es la salud de verdad? — la reté.

— No me alces la voz, soy tu madre — reprende, y  contengo las ganas de responder porque sería ir muy lejos — No sé como le vas a hacer, pero quiero que lo regreses o lo tires, pero tampoco voy a permitir que te lo comas, es suficiente contigo también.

— ¿Por qué eres así? — negué tan desilusionada.

— Solo hago lo correcto, no seas una sensible — atacó, viendo sus expresiones llenos de fastidio — Saca eso de ahí — señaló el pastel que tenía en mis manos.

Salgo de la cocina llevando un dolor más fuerte en el pecho, uno que jamás había obtenido antes, la situación cada vez empeoraba.

Miré el postre, y me sentí aún más triste, no tenía idea de que hacer con el, y ni quería dejarlo en la basura porque es un desperdicio, además de que más gente lo necesita...y me daba lástima.

Mi celular vibra en uno de los bolsillos de mi suéter y era un mensaje de Blake.

Blake:
- Hola _______, ¿te gustaría venir con nosotros al parque de básquetbol? Haley confirmó que también va a ir.

Creo que ya encontré la solución.

Yo:
- Claro Blake, ¿te importaría si llevo pastel? Es que acabo de comprarlo y me gustaría compartirlo.✔✔

Blake:
- Adelante, te esperamos :).

Yo:
- Ahí estaré en 20 minutos.✔✔

[•••]


Estaba indispuesta en jugar con ellos, realmente digo que soy una pésima con los balones y ese tipo de deportes, ninguno queda en mi categoría.

Eso me hizo recordar cuando papá me había inscrito a un entrenamiento de baloncesto de un día a la semana en la que tenía 11 años, solo para tener más estiramiento y mejorar mi físico, cosa que no funcionó porque dejé el deporte luego de un mes, siendo una total decepción.

En aquellos tiempos aún estábamos bien sin importar el estado que nos encontrábamos, que días.

— ¿Qué es esto? — dice Ethan quien estaba sentando a mi lado viendo a Blake, Jeremy y a Haley jugar.

— ¿Eh? — digo algo sacada de onda y me di cuenta que apuntaba lo que les traje — Ah...es pastel, compré para todos.

Era para mamá, pero que más da con eso.

— ¿Puedo? — pide antes de sacarlo de la bolsa con la que lo había cubierto.

— Adelante, alcanza lo suficiente.

Ethan le quitó la tapa de plástico y lo partió con una pequeña pala que traje a escondidas de mi casa, incluyendo unos platos desechables que pasé por la tienda a medio camino.

— ¿No vas a tomar? — pregunta con la boca llena.

— No tengo hambre, gracias — le sonreí, pero era obvio que fue fingido por mis ánimos.

Ethan últimamente se ha portado amable conmigo al igual que con Haley, hemos tenido más salidas en nuestro círculo de amigos que nos caemos mucho mejor, además se disculpó por su falta de gratitud, pero también menciona que se porta así con la gente nueva que llega a su vida.

— ¡Einwang, deja de tragarte todo! — grita Jeremy a nuestra dirección y confundida me giré a ver a quién le hablaba.

— ¿Einwang? — dije mirando a todos lados sin ver a esa tal persona.

— Me dijo a mí — aclaró Ethan fastidiado.

— ¿Y eso? — cuestioné evitando reír.

— Ese iba a ser como su nombre artístico ¿cierto? — habló Blake burlándose de Ethan estando con nosotros.

— Ya basta de eso — esquiva el tema y continuó comiendo.

— ¿Nombre artístico? No entiendo — miré a todos buscando una explicación.

— La verdad es que nosotros tres nos conocimos para querer entrar al equipo más importante de básquet de la nación, pero no nos aceptaron, y de casualidad nos enteramos de que los tres somos de Los Ángeles, por eso estamos aquí nuevamente reunidos — relató Jeremy, Haley y yo nos quedamos poco impresionadas.

— ¿Por qué nunca me lo dijiste Blake? — le digo fingiendo indignación.

— Es complicado — se encoge de hombros.

— Con razón son tan buenos, por eso no puedo vencerlos así de fácil en el juego — comentó Haley.

La tarde pasó entre risas, bromas y comiendo, Jeremy no podía faltar con sus chistosadas, mientras que Blake nos mostraba algunas coreografías que el inventaba, puesto que el ama el baile.

Me llega una notificación en mi celular y veo que se trata de un mensaje de....mamá.

Mamá:
- A donde quiera que hayas salido, regresa, necesito que me ayudes a ordenar la casa.

Yo:
- Voy rápido. ✔✔

Miro a los chicos con lastima, me ponía mal en dejarlos así cuando la estamos pasando genial, al menos me había hecho olvidar el lio que tuve antes de venirme con ellos.

— Me tengo que ir, mi mamá quiere que la ayude en el hogar — anuncié intranquila haciendo que dejen de reír.

— ¿No te puedes quedar un rato más? — pide Haley y negué muy sería, algo que no debía de hacer, pero esto de la familia me era difícil de manejar.

— Enserio se los agradezco por la invitación, pero no quiero meterme en problemas más de lo que ya debí — mencioné apresurada.

— ¿Más de lo que ya debiste? — se confunde Blake, maldición, hablé de más — ¿Todo bien _______?

— Si, si, todo excelente...si me disculpan... adiós — me doy la vuelta y salgo con pasos rápidos dejando a todos con la intriga.

Sadness ➵ Aidan Gallagher.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora